domingo, 26 de abril de 2015

LAS MALAS COMPAÑIAS

Allí donde se produce un desconsuelo contra la propiedad privada o lo público de lo privado, se oye clamar a una madre: “No es él, son las malas compañías”.  Aseveración que no contradice la acusación, y es que no busca la mamá poner en duda el delito sino la voluntad de delinquir del vástago. Luego viene la justicia, universal al extremo del rencor, y se encarga de dar jaque al enjuague exculpatorio en las voces de las madres de los colegas de su hijo señalándolo como mala compañía.
En el quehacer delictivo conocido como común, las malas compañías son delincuentes, personas que cargan con la culpa y son condenadas por los cauces normales de los tribunales de justicia. En una palabra, que solo son buenos para sus respectivas madres y lo demás se sustancia con juicios, condenas y cumplimientos.

Pero cuando quienes delinquen son cargos públicos y sus madres son las que gritan, en comisarias y juzgados el conocido sonsonete, se produce una paradoja “eticodemocrática” porque entre sus compañías está el gobierno en pleno y el plenario de la oposición. Además, a sus colegas en ese quehacer se les llama partido y al ideario que los anima ideología. Son sobre el papel, las mejores compañías.
José Romero P.Seguín.
Publicado en Diario de Arousa el 5 de enero de 2015


LO ILUSO Y LA ILUSIÓN

Cuando reflexiono sobre los graves problemas que nos aquejan como sociedad, siento que mi entendimiento no halla imagen completa de esa realidad. Que hay una parte sólida que coexiste con otra gaseosa. Brumosa región que alcanzo a vislumbrar, pero que cuando trato de abordar se desvanece.
Esa molesta sensación en el mero ejercicio intelectual, de analizar para luego entender, se torna en drama cuando lo que realmente intentas es ponerte manos a la obra y hacer algo más que quejarte o desesperar. Porque es en ese esfuerzo donde ya no te cabe duda de que te estás enfrentando a un fantasma.
Quiere decir esto que no existe la pobreza, el abandono, la corrupción, la explotación… No, de ningún modo. Ocurre solo que no es esta una necesidad que responda a las soluciones al uso y alcance del mero esfuerzo físico y solidario. Y es que esa parte que percibimos enferma nos reclama en un esfuerzo y una responsabilidad que no está en nuestras manos ofrecer, en la medida en que no se fundamenta en lo posible, en nuestras posibilidades reales, sino en esa realidad que ha sido creada artificialmente mediante la venta de lo público, el endeudamiento, la ingeniería financiera y el artificio económico. En una palabra, que allí donde se nos reclama sólidos no es sino un espacio virtual. No una presencia sino la huella de una ausencia. Ese iluso mundo donde jamás fuimos sino groseros figurantes al servicio electoral del gobierno de turno.
José Romero P.Seguín.




Publicado en Diario de Aruosa e Ideal Gallego el 12.01.15



EL PASO Y LA CEBRA

A propósito de los autores de los crímenes de Charlie Hebdo, cabría hablar de carencias, de orfandades, de injusticia, de miseria, de razones para ese crimen, y se hará, esa es la otra cara del macabro negocio del terror.
Pero no nos engañemos, nace su dios para ser ofendido y ser en la ofensa su justificación. Y en esa utilidad se le nutre con petrodólares. Que no le falte de nada, gritan los clérigos de esa iglesia, y nada le falta en los altares del sacrificio, otra cosa es en la boca de sus fieles, donde todo es hambre y miseria.
No obstante, debemos advertir que la única y más terrible carencia de estos asesinos no es material sino espiritual; se han dejado arrebatar sus singularidades y una vez en esa falta se han convertido en seres sin voluntad propia, animales de presa al servicio de una idea que de ser capaces de concebir las suyas propias les asquearían.
Sin embargo, como he dicho, ahora nos toca justificarlos y lo vamos a hacer. Diremos: “Se ha ofendido a su dios, qué necesidad hay”. Y mañana ellos trazarán otra raya, y nos advertirán “no la crucéis”, y volveremos a decir, “al final es solo una raya, que daño hacen”. Y trazarán otra y volveremos a exclamar tolerantes, ”son dos rayas, quién no se ralla, quién no tienes sus rayas”. Y un día amaneceremos rayados de la cabeza a los pies, como cebras. Y de ahí a ser las indolentes señales de tráfico de sus vías de intolerancia e imposición, solo hay un paso.
José Romero P.Seguín.




Publicado en Diario de Arousa e Ideal Gallego el 19.01.14


“CHINISYLANDIA”

A a fin de tratar de mantener vigilado al terrorismo islamista y no ser acusados de islamofobia, en los controlos que se realicen en los puntos de entrada y salida de España, el personal encargado de realizarlos vigilará, como es lógico, a personas de origen árabe. Atendiendo a sus rasgos físicos, idioma, nombres, apellidos, vestimenta, religión, cultura, costumbres, etc. Pero disimulando esa vigilancia en individuos no musulmanes. Es decir, si a un viajero de esas caracteristicas lo antecede un chino, el controlador se centrará en él sin perder de vista al chino, consiguiendo así vigilar sin que tal cuidado ofenda al vigilado. Se le cacheara concienzudamente pero sin descuidar la observación del chino y se le exigirá la documentación mirando al chino. De ese modo lo habremos controlado sin poner el acento en él sino en el sospecho asiático, consiguiendo además que los presentes interioricen que no se persigue al moro sino al chino.
El disimulo en la vigilancia tranquilizará las exquisitas conciencias democráticas de nuestros gobernantes y la de las masas a que estos atienden en la tarea de no mostrarse jamás beligerantes con los violentos, ni mucho menos capaces de conculcar derechos de esos que llamamos humanos, pero que no son sino de clase, la que somos frente a un mundo en el que el respeto por la vida ajena lo impone la fuerza de los mejor armados y más capaces en la tarea de la barbarie y el crimen organizado.
José Romero P.Seguín.





Para intentarlo publicar el 26 de enero de 2015


SUCEDIÓ EL VIERNES

En este gris y fragmentado tiempo de colapso civil en que vivimos, la batalla de la dignidad se libra en espacios reducidos, individuales casi y casi en silencio. Más parece el funeral de una causa deshonrosa que la honrosa causa de honrados trabajadores.
Los compañeros del medio en que me expreso, están en esa necesidad y se impone estar con ellos, porque no hay causa pequeña, ni tampoco empresa, la suya es la de la libertad de expresión y la dignidad.
Actos y aconteceres sociales que sabemos repugnan a la sociedad al ponerla en la piel de esos que no quieren ser. Y menos aún, sentirse llamados a esa conciencia y responsabilidad que los combocantes demandan. Cómo acusarla de frívola, no es gratificante para personas íntegras buscar forzar la realidad de sus vidas para vivir en esa fugaz fortaleza que los debilita llevándolos a tener que mostrarse para muchos como insaciables en su justa exigencia.
Personas plenas que recorren cada día con nosotros las calles en la procura del pan, para un día cruzarse en esas mismas calles tras la pancarta de su causa. Esa que, como he dicho, incomoda en la medida que nos muestra en la debilidad de no alcanzar a ver y entender sus razones. La de habernos extraviado en el indolente sálvese quién pueda.
El rigor de no querer injerir aconseja callar, pero si lo hago qué sentido tiene ese otro opinar buscando reflexionar, denunciar, ejemplarizar. Ninguno que merezca la pena, que no sea penoso.
José Romero P.Seguín.













Publicado en Diario de Arousa e Ideal Gallego enl 2 de febrero de 2015




UNA MISMA AMBICIÓN

Auguran que lo sucedido en Grecia es el inicio de una guerra entre el doméstico “socialhumanismo” y el neoliberalismo salvaje. Conflicto que profetizan atenazará a España de la mano de Podemos. Sin embargo, yo creo que la batalla que se va a librar aquí es la de la orgullosa cartera contra el humilde monedero.
 Altiva en lo elegante, elitista, repipi, ministerial, bancaria, notarial, intimidante e intrigante, la cartera. Enemiga del cambio y amiga del papel, lo hace a la perfección allí donde brilla lujosa la diferencia social y también la cuidada indiferencia personal. Allí donde se hace patente lo exquisito y brilla la moda cuando aún está y no es de outlet.
 Enjuto, achaparrado, cetrino, currito, ajado, manoseado, acartonado, el monedero. Con su toque macarra en lo intelectual y lo mundano. Machadiano, orteguiano. Un poco Moscardó y un algo de Azaña. Internacionalista y provinciano. Comunista de cantina y consumista de lo cotidiano.  Frecuentado, atropellado, infravalorado, avaro a la par que regalado, tirado, atragantado, explotado, limosnero, niño siempre. Y siempre en el atranco de contar con ese cambio que nunca llega. Y feliz en la tesitura de que no cuente con él para ninguna aventura lejos del quiosco y el barrio.
 El monedero le tiene inquina a la cartera y ella refinado asco. La eterna lucha de clases, solo eso. Porque cartera abajo todo es monedero y viceversa, y es que son dos, pero la ambición es una.
José Alfonso Romero P.Seguín.







Publicado en Diario de Arousa e Ideal Gallego el 9 de febrero 2015



SOBERANÍA Y SIBARITISMO

La soberanía de hombres y pueblos nace de los recursos que estos disponen y de los que les proveen los territorios donde viven y la organización social en que se integran. Lejos de ellos no hay soberanía posible ni posibilidad de reclamarla en la medida en que es territorio, espacio social y singularidad de otros pueblos y otros hombres.
Los recursos, tanto humanos como materiales, se pueden repartir y compartir, y se puden pedir, jamás arrebatar, porque la soberanía que nace del expolio no es derecho sino botín que en cualquier momento se nos pude exigir.
Son muchos los pueblos del mundo, Europa en lugar destacado, que a lo largo de la historia han gobernado sus carencias con la expansión territorial y el colonialismo, buscando riquezas que les permitan vivir muy por encima de las que les ofrecen sus propias economías.
No nace pues la soberanía de la voluntad sino que ha de supeditarse esta a la realidad que marca natural la propia disposición de recursos y el uso que de ellos se haga.
No se puede aspirar a vivir de los bienes de terceros, sean de la naturaleza que sean, sino de la correcta utilización de los propios. Por lo mismo nadie puede reclamarla lejos de esa máxima que le confiere el grado de independencia y con el de soberanía que de verdad le corresponde.
No nos engaña quien se niega a financiarnosla sino quien quiere hacernos creer que nos la han arrebatado, escondiendo la responsabilidad de haberla dilapidado.
 José Romero P.Seguín.


Publicado en Diario de Arousa e Ideal Gallego el 9 de febrero 2015



SOBERANÍA Y SIBARITISMO

La soberanía de hombres y pueblos nace de los recursos que estos disponen y de los que les proveen los territorios donde viven y la organización social en que se integran. Lejos de ellos no hay soberanía posible ni posibilidad de reclamarla en la medida en que es territorio, espacio social y singularidad de otros pueblos y otros hombres.
Los recursos, tanto humanos como materiales, se pueden repartir y compartir, y se puden pedir, jamás arrebatar, porque la soberanía que nace del expolio no es derecho sino botín que en cualquier momento se nos pude exigir.
Son muchos los pueblos del mundo, Europa en lugar destacado, que a lo largo de la historia han gobernado sus carencias con la expansión territorial y el colonialismo, buscando riquezas que les permitan vivir muy por encima de las que les ofrecen sus propias economías.
No nace pues la soberanía de la voluntad sino que ha de supeditarse esta a la realidad que marca natural la propia disposición de recursos y el uso que de ellos se haga.
No se puede aspirar a vivir de los bienes de terceros, sean de la naturaleza que sean, sino de la correcta utilización de los propios. Por lo mismo nadie puede reclamarla lejos de esa máxima que le confiere el grado de independencia y con el de soberanía que de verdad le corresponde.
No nos engaña quien se niega a financiarnosla sino quien quiere hacernos creer que nos la han arrebatado, escondiendo la responsabilidad de haberla dilapidado.
 José Romero P.Seguín.







Publicado en Diario de Arousa e Ideal Gallego el 16 de ferbero de 2015


LA HERÁLDICA DEL PODER

Cuando aún resuenan los ecos de la batalla entre el monedero y la cartera, se desata, heráldica y ruidosa, la de los apellidos.
El enfrentamiento sobrevino cuando el hijo de los Sánchez le pidió al godo Gómez que diese un paso atrás en su pretensión de conquistar Madrid. Se resistió este, dejando a Sánchez entre la espada y la pared. Sánchez rehuyó la pared tomó la espada y cortó sumaria y estatutariamente la cabeza a Gómez. Al socorro de su descabezado jefe acudieron prestos sus vasallos brindándoles solícitos sus cabezas para que mantuviese una posición sino de fuerza sí al menos de dignidad.
Las citas electorales son un ejercicio democrático entre el pueblo y una gresca tarbernaría entre los miembros de los partidos. Que les lleva a una guerra sin cuartel, en la que se pelean listas contras listas, federaciones contra federaciones, urbanitas contra boinas, primarias contra secundarias, barones contra varones, mordidas contra comisiones, hombres contra mujeres. Y ahora, Madrid contra Madrid.
 ¡Habrase visto!, Madrid queriendo gobernar a Madrid, lo lógico es que esa insoportable injerencia la ejerciese sobre los periféricos. Pero no, ahora le toca al Madrid centralista de los Sánchez atacar a los céntricos Gómez. Inaudito.
Entorno a esta batalla por la silla de Sánchez toman posiciones los García, López, Díaz…, y también los Odones y Chacones, olvidando indolentes que entre el PP y el poder ya no están ellos sino Podemos.
José Romero P.Seguín.






Publicado en Diario de Arousa e Ideal Gallego el 23/02/15


ROTONDA E INFAMIA

La política dicen “es el arte de lo imposible”, a nosotros va camino de hacernos imposibles.  Pero no es la política sino los políticos, que lo invaden y contaminan todo a fin de rentabilizarlos par ellos y sus partidos, en lo material con la comisión y el sobrecoste y en lo “espíritual” con el voto.
Se hace difícil, por no decir imposible, encontrar algún ámbito social o empresarial en el que no hayan metido la mano, como instigadores, mediadores o corruptores.
En la huida de esta evidencia, clavo los ojos en el ojo grande de una rotonda. El cíclope regulador de la circulación por excelencia, se me antoja pacífica, bonachona y ecológica. Tan verde y limpia, tan cuidada y decorada, es un espacio de libertad y pureza. Una invitación a vivirla a quedarse a vivir en ella.
En la radio el locutor habla de que el alcalde de Vigo ha decidido encallar un barco, el “Alfageme”, en una de ellas, a modo de homenaje a los hombres y mujeres del mar. Varamiento al que se opone la vecindad que ve en el abultado coste un derroche intolerable en este mar de drásticos recortes. Se oyen también sirenas, porras y la serena resistencia de los magullados manifestantes.
Buscando justificar al mitológico ser de la DGT, me informo: Las rotondas cuentan como espacios verdes a efectos de urbanizar y son  decoradas con costasas obras de arte amigo. En fin, que cuando giras algre en ellas te encuentras con la misma “mierda”, pero ahora, de cara.
José Romero P.Seguín.







Publicado en Diario de Arousa e Ideal Gallego 02/03/15


EL DEBATE Y EL DESBARATE

Un soberbio asediado por un puñado de cínicos, a eso sonó el debate del estado de la nación. En el que cada líder esbozó la líneas maestras de la que va a ser su particular leva de idiotas en las próximas y abundantes campañas electorales.
Para el presidente, la crisis ya es historia, por lo que podemos volver a la senda del derroche que nos llevó a esta situación sin analizar las causas que motivaron el anterior colapso, en lo concerniente a los recursos de que disponemos, gastos que soportamos y su planificación para el futuro.
La crisis para él parece ser una ventolera venida de lejos y no el producto de un Estado sobredimensionado y un pueblo desinformado y acostumbrado a la aberración de que es posible hasta el imposible de burlar la inamovible mecánica matemática de los presupuestos.
Para los miembros de la oposición, por el contrario, la crisis es producto de la mala baba ideológica del gobierno, por lo que no prometen restructurar y priorizar los gastos del pasado a la hora de invertirlos sino reimplantarlos y doblarlos.
Ninguno habla de renuncias, todos de poseer, de dar. Dan lo que nosotros le damos, de ahí esa generosidad. Tampoco hablan de recortar gastos en instituciones copadas por una clase política atenta solo a crear atractivos puestos de trabajo para sus correligionarios.
Estos por alcanzar y mantenerse en el poder son capaces de abrirle una licorería a un dipsómano, o un salón de juegos a un ludópata.
José Romero P.Seguín.





Publicado en Diario de Arousa e Ideal Gallego el 09.03.15




EL PARLAMENTO DE CUERDAS

El universo, consciente de lo infinito de su esencia y en el afán de reconocerse se ve obligado a reinventarse de continuo, en la creencia de que tal mutación le ha de conducir al conocimiento absoluto. Es decir, huye de la consolidación de los elementos e ideas que lo conforman para materializarse en otros nuevos. Obviando que pese a lo absoluto de su naturaleza en materia de discernimiento es limitado. Porque el caos no es elemento de juicio sino de enajenación.
En esa universal tarea se ha embarcado el parlamento andaluz de la mano de su presidenta. Lo hace bajo el lema de, quiero estabilidad para mi gobierno y este todo que somos no me lo ofrece, por tanto, lo rompo y me abismo en la nada, para así introducir orden en todo.
Olvida la deidad que como en el caso del universo el caos no es el orden sino su angustia.
 Hoy, según las encuestas, podemos afirmar que la configuración del nuevo parlamento habrá de ser estudiado desde la perspectiva del universo de cuerdas, es decir, no como un objeto puntual en el gobierno sino de filamentos interconocectados que nos permiten vernos en lo social en todas las dimensiones posibles e imposibles. Tanto es así que va camino de cumplir la teoría de Kualan-Klein, puesto que en la ansiedad de unificar a la hora del pacto entre la caída presupuestaria y la atracción ideológica, va a contar con un solo modelo geométrico en un espacio y tiempo de cinco dimensiones y sus intereses.
José Romero P.Seguín.







Publicado en Diario de Arousa e Ideal Gallego el 16/03/2015




“ZARAXISMO” Y MARXISMO

Cada europeo consagra una porción de su vida a ejercer el marxismo en alguna de sus variantes. Espacio de tiempo que se achica en necesitados y curritos en general, y se dilata en profesionales liberales, funcionarios del intelecto y artistas de todo pelaje.
El marxismo es moda y modismo. Prenda que nos viste de lujo con las gastadas ropas del pobre. Que nos hace participes y promotores de la igualdad y defensores de la solidaridad.
El marxismo, el comunismo, el maoísmo, son nuestro catecismo. Y los hombres y prohombres que lo impulsaron son y han sido timón y guía de nuestro ideal ideológico.
Hemos sacralizado su filosofía, leído sus ensayos y los que sobre ellos se han escrito, y repetido sus consignas y sentencias.
Hemos estampado sus rostros en nuestros cuadernos de instituto, y vestidas camisetas en las que alguien había hecho lo propio con sus rostros. Les hemos adorado como dioses sociales y comparado con los dioses del olimpo.
No hemos conocido ni reconocido otra fe. Y ofrendado a su alfarería política a pueblos y continentes del planeta
Solo nos ha faltado ejercerlo.
Fieles a esa tradición, rindamos homenaje al artífice del socialismo real europeo. Hablo del camarada Amancio Ortega. Padre del “Zaraxismo”. Ideólogo del textil. Precursor de la idea de igualar en la moda sin uniformar. Socializador de la talla. Introductor de alta costura en el bajo zurcido. Dios de fondo de armario. Humanizador del “Prêt-à-porter”.
José Romero P. Seguín.





Publicación en Diario de Arousa el 23 de marzo de 2015
 AUTISMO CULTURAL

El complejo proceso de incomunicación entre culturas antagónicas, se puede explicar a través de un sencillo experimento. Para su ejecución tomamos dos campanas de cristal, de distinto tamaño, una mosca y una araña. En la primera campana introducimos la mosca. Superponemos a esta la segunda campana y encerramos en ella la araña. De tal modo que ambas se hacen visibles.
En un principio, arácnido e insecto inspeccionan sus respectivas cúpulas. Pero de inmediato toman conciencia de su presencia. La araña piensa ese es mi alimento. Dirá la otra, ahí está el depredador. Comenzará en ese momento la persecución. La araña trazará la primera línea de baba con la que tejer la red que ha de atrapar a la mosca. La mosca por su parte diseñará el primer rumbo de fuga.
Este juego se prolongará durante horas en las cuales la araña ira tejiendo tela en la idea atrapar el insecto. Por su parte la mosca seguirá agotando posibilidades de escape.
Finalmente, la araña se ahogará en medio de su propia tela a la espera de capturar una mosca que jamás va a estar en esa cúpula. Y la mosca morirá extenuada en el vano intento de huir de la trampa de una araña que no va a estar nunca bajo la suya.
Algo así le ocurre a Occidente con el mundo Islámico y viceversa, luchan por defenderse él uno del otro sin querer entender que jamás van a estar bajo la misma cúpula, que sus mundos en muchos casos superpuestos no les van a permitir pasar de uno a otro lado.
José Romero P.Seguín.



Publicado en Diario de Arousa e Ideal Gallego el 30 de marzo de 2015


SEGURIDAD

El cero en el riesgo es la negación absoluta del peligro, y en esa seguridad el desapego de la aventura de la vida.
Sin peligro no podríamos vivir, tampoco morir, porque la muerte es el peligro por antonomasia. Lo prueba el hecho de que nos pasamos media vida escapando de ella, y la otra jugando al perverso pero gratificante ejercicio de burlarla. En eso consiste la aventura, en pasarle a la muerte la vida por delante.
La aventura es la virtud de la vida y a ella nos debemos, de ahí que haya que defenderla de leyes, decretos y reglamentos, también de plafletos ideológicos y divinos que nos venden seguridad a precio de esclavitud.
La aventura es nuestra seguridad y el lugar más seguro de que disponemos para burlar no solo a la muerte sino a dictadores y asesinos. A esos seres ajenos a la vida que un día deciden tomar a modo de aventura la ajena. Se equivocan, la vida solo es el primer jugador de esa competición en la que quemamos adrenalina y azar en favor de nuestra voluntad de vivir y vivirnos intensamente.
Ensalzo la aventura a despecho de la seguridad porque sin ese riesgo llegara el día en que seamos tan seguros como predecibles, tan estúpidos como viables, tan eternos como lo es todo lo efímero.
Debemos bregarnos en el peligro para defender cuando menos el libre derecho a deambular, que es el más elemental rasgo de la aventura. Si nos roban eso nos habrán matado en lo más profundo, la inexcusable defensa de la vida.
José Romero P.Seguín.



Publicado en Diario de Arousa e Ideal Gallego el primer lunes de abril de 2015


POLILLA Y POLÍTICOS

Tenía mi madre una mesilla de castaño heredada de una abuela.
Lo sobrio de su línea y lo robusto de su estructura le había granjeado nuestro respeto y afecto.
 Un día mi madre descubrió un pequeño orificio en una de sus patas. Sentenció entonces, “Alfonso, la mesilla tiene polilla”. Mi padre, pacífico y confiado, aventuró, “cabe que sea un golpe”. Pero, tal como vaticinó mi madre, no lo era y a aquel orificio siguieron otros.
Llegado el momento y en el temor de que se infectasen los fatigados enseres de la casa fue confinada en un almacén apartado. Allí purgó cuarentena durante años. Un día, más la curiosidad que la utilidad, nos llevó a sacarla de su envoltorio. Pudiendo comprobar que estaba completamente agujerada, pero fiera y felizmente sólida.
Como se habían puesto de moda los muebles marcados por el tiempo y la soledad, la sometimos a un severo tratamiento contra la carcoma. Y cuál no sería nuestra sorpresa al comprobar que conforme iban decayendo estas por efecto del veneno más inestable y frágil se tornaba el mueble. Tanto es así que tras largas deliberaciones convenimos suspender el tratamiento. Recobrando ella su población de termes y con ella su solidez. 
La carcoma era ahora su esencial anatomía. Algo similar le ocurre a  la democracia. Está apolillada de arriba abajo y para sanarla se impone acabar con las visitadoras, pero si lo hacemos se vendrá abajo, porque ellas son hoy su estructura y sostén.
José Romero P.Seguín.
  




Publicado en Diario de Arousa e I.Gallego el segundo lunes de abril 2015


EL ARTE DE LO COTIDIANO

Hay lugares, Gaza es uno de ellos, que parecen moldeados por la tragedia. Espacios en los que el desgarro de lo humano es o semeja ser la única noticia posible. Hombres derribados sobre la amargura de sus sombras y mujeres ajenas ya a las lágrimas, sumidas en el grito desnudo del vivo horror en que viven ellas y su progenie. Niños rotos junto a sus humildes juguetes de piedra y barro, esas mismas piedras y ese mismo barro con el que juegan a ser mayores en esa guerra sin frente, que tienen siempre de frente.
Quizá sin mayor malicia que la de defender una causa sin fecha de solución y apenas treguas, nos asomamos los occidentales a las noticias que de allí vienen. Buscamos drama y de pronto nos encontramos con algo cotidiano, estafa y arte. Un vecino de Gaza vendió, a un artista de esa localidad, una puerta sobre la que el famoso grafitero Banksy había estampado una diosa griega. Puerta que cerraba los escombros de la que había sido su casa, destruida por el ejército israelí.
Una ruina de puerta de una casa en ruinas y una diosa carcomida por la metralla, cómo sospechar que fuese un tesoro. El propietario no. De esa inocencia la ingenuidad del precio, 162 euros.
La puerta en cuestión no valía nada, con el soplo del artista unos 400000 euros. La estafa se había consumado. La posterior denuncia y requisa de la obra la reafirmó. El arte de lo cotidiano se escribe también en cifras, para que nada deje de ser un conflicto.
José Romero P.Seugín.






Publicado Diario de Arousa e Idel Gallego el lunes 20/04/2015



“DIES IRAE”

Günter Grass nació en las fauces del nazismo y murió en la boca del pragmatismo capitalista de Merkel.
La otra nota triste en el suma y sigue de las ausencias literarias, fue el fallecimiento de E. Galeano, nació en la boca desdentada de América del Sur y murió en la boca sin dientes de los suramericanos.
Como escritores, en la variedad está el gusto del lector. Como personas, de la exquisita grey de los que apuntan por pudor la vida y la hacen por timidez de todos. Machos y hembras que viven en la necesidad de no olvidar que sienten y sienten para no olvidar que viven. Seres que un día merecieron en la faena de las coincidencias estéticas el respeto y el afecto y que hoy merecen el lánguido recuerdo de sus lectores.
Los escritores terminan oliendo gis y amargo como huele un hato de niebla, y es que brillan sin resplandor entre el negro sol de la tinta y la dudosa blancura del papel.
Son hombres y también dioses humanos, claro que sí, otros no hay, y en esa consideración son tratados como rifles siberianos, con los que disparan en París a los pintores satíricos.
Vivimos en guerra electorera, pero no nos inquietamos porque esa es nuestra condición, y natural percepción de las cosas. Ocurre que aquí más cerca de Günter en lo cotidiano que de Galeno en lo utópico, hemos sofisticado el ritual hasta el extremo de que todo es frente y nada batalla.
Descansen ambos en ese mágico lugar de donde vinieron y vivieron, la imaginación.
José Romero P.Seguín.