Publicado Diario de Arousa e Ideal Gallego el 07/12/15
SORTEO Y ELECCIONES
Lotería y elecciones, casi “ná” ¿cómo no sentirnos como ludópata en casino? Sino es la urna es el bombo, sino es el candidato es el décimo, sino es un golpe de suerte es la suerte de golpe. Cuando no vocean la ambición los candidatos lo hacen los niños de San Ildefonso. Dulces criaturitas, víctimas de nuestros anhelos en pos de una sociedad que se llama como lo peor de nosotros.
El voto es secreto, el billete un secreto, los dos pronunciados al final a voces pero que guardamos celosos. Los escondemos para ocultar nuestras verdaderas intenciones, nunca de la medida de la sociedad a la que pertenecemos y nos debemos.
Por esa razón debates y sorteos tienen tanto éxito. Giran unos y otros en el estruendo en favor de nuestro personal ruido. Todos los números están en el bombo, todas las promesas en las bocas de los lideres. “Días de todo vísperas de nada”, que afirma el agorero dicho que buscamos conjurar contando con todo sin contar con nada.
La lotería reserva un tanto por ciento de lo recaudado para el Estado y el Estado se reserva para los candidatos, esa es la única diferencia de esta fiesta a escote.
Vivimos tiempos de ideologías presupuestarias y supuestos de azar. Por eso no resta sino sentenciar que urnas y bombos repartan suerte. Y si no la hay, a por el niño y la del niño. Cualquier cosa antes de toparse con la cuesta de enero sin billete y sin presidente que nos hagan soñar con eso que no somos capaces de imaginar.
José Romero P.Seguín.
Publicado Diario de Arousa e Ideal Gallego el 30 de noviembre.
ESCUELA DE LOBOS
Después de una atentado “yhadista” se traslada a la opinión pública además de los impronunciables nombres y alias de los terroristas su currículo académico. Como si el adiestramiento en el terror fuese carrera de humanidades decimos, adquirió experiencia en el manejo de armas en: Irak, Siria, Libia, Afganistán. Se alaba a su vez su bárbara destreza, tanto es así que basta que un terrorista entienda algo de explosivos para de inmediato apodarlo el químico. A los que de verdad cursan estudios en esa materia le cuesta años que le llamen licenciados.
Sumido en esta observación y viendo un video del antiguo atentado de “Charlie Hebdo”, tuve la revelación de que el lobo que remataba a un policía al igual que su cómplice, se movían y actuaban con ademanes que me eran conocidos. Que aquella bárbara mímica propia de autómatas y alienados, la había visto antes. Era la desgana de los gestos, lacios, balanceando mucho el cuerpo, andando como de puntillas, sus ojos sin mirada. La forma de empuñar el arma y su modo de disparar y correr con la indolencia propia de quien avanza desnortado.
Las imágenes de los últimos atentados de París me lo recordaron, lo había visto en esos videojuegos violentos en los que la vida se reinicia y el dolor no tiene cabida, para cuanto más el elemental respeto por la ella o la piedad frente a la muerte. “Su escuela del horror no está en lejos desiertos”, que dijo Aznar, sino en casa, en nuestras casas.
José Romero P.Seguín.
Publicado en Diario de Arousa e Ideal Gallego el 23 de noviembre de 2015
EL LOBO Y EL ESTÚPIDO
Hombre lobo en parís, es el título de una canción del grupo La Unión, frase que el pasado día 13 resultó premonitoria. En esa aciaga noche el lobo solitario atacó en grupo a la solitaria manada de hombres y mujeres que habían salido a escuchar música, cenar, charlar, hacer amigos. Personas preocupadas por muchos de los problemas que, estos seres sin categoría ni nombre dentro de la nomenclatura de Linneo, esgrimen como la razón de sus execrables actos. Problemas que son auténticas tragedias causadas por ellos mismos con una mano y reivindicadas con la otra, en un cínico malabarismo, digno de estudio. Que se hace posible, todo sea dicho, por el esfuerzo en la estupidez que realizamos los lobos de la civilizada opinión democrática y políticamente correcta. Buscando entenderlos desatendemos a las víctimas. Y damos por bueno su sueño social sabiendo que no tiene cabida en nuestras vidas y sueños, ni aun en nuestras pesadillas.
No nos engañemos, estos individuos han abjurado de su singularidad y buscan obligarnos a que lo hagamos también nosotros. La vida no se puede reivindicar en la de los demás, y menos aún, tomarla como rehén y ultimarla. Ese elemental derecho no puede quedar al albur de las desavenencias sociales. Por eso no me sirven como excusa de sus actos: su futuro sin horizontes, ni oportunidades... Si la sociedad está enferma hay que sanarla, pero no a tiros en la cabeza de los que te han de ayudar a que sea posible.
José Romero P. Seguín.
Publicado en Diario de Arousa e Ideal Gallego el 16 de noviembre de2015
LA LÓGICA DE LA POSESIÓN
Un niño se acerca a una ballena y le pregunta, ¿para qué quieres la cara? La ballena sorprendida, duda, finalmente, le contesta sonriente, por la misma razón que tú quieres la tuya. El niño le responde, ¡yo no la quiero! La ballena calla. El niño afirma, ¡lo ves!, no la quieres. La ballena, ahora sí, enojada, le grita, la tengo aquí, aquí, señalándola con la cola. También yo, pero no la quiero.
La ballena no sabe que responder. Piensa, puede que el niño tenga razón, pues si de verdad la quisiera para algo, tendría razones suficientes y de peso para defenderla. Pese a reconocer la cabeza como la parte más habitada de su anatomía. En ella, además, recnoció, está la boca y a través de ella el alimento. Y no solo eso, están también los ojos, alimentos del alma. Animada por esas razones, se dice, la cara, diga lo que diga el niño me es útil, por eso no cabe pensar que no la quiera. No puedo permitir que ese mocoso ponga en duda una parte tan importante de mi cuerpo, qué pensaría mi cara si no lo hiciese. No, no puedo consentirlo, no se lo merece, he de defenderla.
El niño juega a construir castillos de arena, la ballena, cree haber encontrado su punto débil, lo mira y le propone, te cambio el castillo por mi cara. ¡Vale!, responde el niño. La ballena le pregunta satisfecha, ¿O sea que no quieres tu cara y sin embargo quieres la mía? El niño deja el cubo en el suelo, la mira y dice, no la quiero para nada, pero así tendría dos.
José Alfonso Romero P.Seguín.
Publicado el 9 de noviembre de 2015 en Diario de Arousa e Ideal Gallego.
EL DORADO AGUJERO DE HAWKING
El mar arrastró el esqueje, la tierra la amparó, el rocío la amamantó y la laboriosa mano lo guio. De esa conjunción floreció el dionisíaco albariño, néctar que a los dioses torna trasparentes y a los hombres traslúcidos.
El misterio así explicado no guarda secreto nadie ignora que la conjunción de dioses, hombres, ríos y rías son capaces de amansar el mar, moldear la tierra y hacer danzar la vida al son de esa divina esencia.
Pero al roto de lo esotérico, al remiendo del dogma y a la bondad de lo quimérico se contrapone la epistemología científica. Más lógica siempre, que lo mágico o teocrático. Sin embargo, gusta más lo que mejor se entiende y qué mejor entender que beber y extraviarse en la divina poética de tan amable pócima y escribir en delicado verso sobre el reverso y el anverso de ese sublime alma.
Pero esta suerte de teología civil se vio amenazada cuando descubrí en la cambadesa cuna del albariño, al hombre que más ha hecho por la teología científica, míster S. W. Hawking, capaz de sustituir a dios por un agujero negro. Deidad esta sin forma y sin fondo a la que los mortales de leve coeficiente intelectual llamamos “cajón de sastre”.
Una teoría en negro sobre el dorado universo del vino. Esa, temí, iba a ser la fatalidad que presagié. Pero no fue la fuerza de la ciencia quien lo atrajo, sino el mágico pellizco de un vino capaz de teñir de verde oro los negros agujeros del universo y los grises abismos del alma.
José Romero P. Seguín.
Publicado en Diario de Arousa el 2 de noviembre de 2015
EL LIQUIDADOR
No está el paisaje político para sutilezas, lo sé. La última adquisición ideológica del cuántos somos y a cómo tocamos, dicho esto último con respeto, no hace si no abundar en esa certeza. Pero se me antoja hilar fino, y en esa voluntad he querido ver en la deriva de Artur Mas un maquiavélico movimiento de liquidación. Y no de la relación de Cataluña con España, sino de su partido con la sociedad catalana.
CDC nació como cualquier sociedad mercantil, a la medida y talante del botiguers. Partido de abastos y economato, de misa y casino, es y fue la casa de los hombres del detall, a los que las grandes compañías dejaban el poder con la misma confianza que les fiaban las mercancías.
CDC ha gobernado todos estos años de democracia, pero ante la llegada de las grandes superficies ideológicas con sus imbatibles ofertas utópicas y sus ganas de agradar, han sido conscientes de que iban a perder el poder. Y ante esa realidad han ideado una estrategia radical, tanto, que permita a sus dirigentes pilotarla sin sospecha, dándose así tiempo para ir adecentando las estancias de su dilatada estadía, más que nada por aquello de que nadie tenga que afearles la conducta por dejar la cama desecha y revuelta, por no haber barrido y fregado. Entiéndase la metáfora. Y es ahí donde Mas adquiere relevancia política, como el Señor Lobo en Pul Fiction, a él le ha tocado como hombre de clan que es, hacer el trabajo sucio, digo limpio, eso, limpiar.
José Romero P. Seguín.
Publicado en Diario de Arousa 26 de octubre de 2015
FÚNEBRE REDUNDANCIA
Estamos a las puertas de la celebración del día de los muertos. Horas de memoria amable que dedicamos a honrar a nuestros seres queridos y a los que no queríamos. Tiempo a todas luces sombrío, en el que la luz la ponen las velas y el exquisito aseo floral de los panteones. Un día en el que sentirnos eternos frente a los que “allá están”, que decía mi difunta madre mirando al cielo en el pardo reflejo del barbecho. Y es que la tierra es en el cielo lo que el cielo es en la tierra, un conformarse, solo eso, porque el cielo tal como lo concebimos a través de la religión no es sino la proyección más lejana y abstracta que nos cabe de esa terrible realidad que es la muerte. Sin embargo, el infierno es condenarse, y esa condena la vida, el mágico legado para el que sí estamos concebidos, y que como tal no nos resulta difícil visualizarlo, iba a decir, en las entrañas de la tierra, pero diré, a la vuelta de la equina.
La intuición no acata razones ni mágicos enjuagues, va por libre y en esa liberalidad nos dice sin palabras lo que las palabras callan. Es ella quien nos grita que el cielo está muerto y el infierno difunto y a los fallecidos los apilamos en los cementerios para que se pudran a la dudosa espera de una resurrección con juicio pero sin derecho a defensa.
Lo cierto es que así escrito y así leído te das cuenta de lo absurdos que somos, tanto que cabe pensar que quizás no seamos sino muertos celebrando difuntos.
José Romero P. Seguín.
Publicado en Diario de Arousa e ideal gallego el 19 de octubre de 2015.
EL OTOÑO DE ADA COLAU
En verano, Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, tomó la decisión de paralizar la construcción de nuevos alojamientos turísticos por el plazo mínimo de un año. La moratoria cosechó adhesiones y críticas. Otros vieron en la medida la necesidad de comenzar a hacerse visible en las tareas de gobierno.
La decisión frenó y dejó en suspenso una inversión que rondaba los 360 millones de euros.
La nueva política, parece decirnos, no va a tener contemplación con el vil metal y sus intereses, su única preocupación va a ser el ciudadano y los espacios que este ocupa y disfruta.
La idea de deshacer lo hecho por los anteriores gobernantes es práctica veterana entre la vieja clase política, donde la primera acción de gobierno es deshacer lo hecho por el anterior, para seguidamente hacer todo aquello que permita al siguiente hacerlo mismo. En ese consiste el perverso juego y así lo entendemos en nuestra inocencia democrática.
La cuestión vista con ojos más críticos nos pone en la pista de la sospecha de que solo buscan ser ellos quienes negocien y redacten los nuevos contratos. Es decir, nuevas oportunidades de morder sobre la mordida.
En otoño, Ada, la nueva, se desdice y autoriza la construcción de al menos catorce hoteles. Parece ser que algunos tenían ya concedida la licencia municipal y no podía paralizarse su construcción. Esa es, al parecer, entre otras de similar catadura, las razones por las que la joven política actúa como la vieja.
José Romero P.Seguín
Publicado en Diario de Arousa e Ideal Gallego el 12 de octubre 2015
SEDA E HISPANIDAD
El 12 de octubre de 1492 llegaba la expedición capitaneada por Cristóbal Colón a la isla de Guanahani, archipiélago de las Bahamas. Sin saber que estaban descubriendo el vasto territorio americano. Para el Almirante aquello era Cipango (Japón), y es que era allí donde se dirigía buscando abrir una ruta marítima hacia Asia. Esa era la seda de su ambición, y en ella rasgó el velo de ignorancia que cubría nuestros ojos y conocimientos negándonos conciencia de tan bello continente.
Más tarde el error fue a peor, pese a que le llamamos colonizar en aras de civilizar y catequizar. Sabiendo ya, eso sí, el porqué, ponerla a nuestro nombre.
No fue un acto edificante el de apropiarnos de ella por el siempre hecho de habérnosla topado casualmente en el camino. Es más, el acto en sí supone el mayor canto a la ignorancia que se haya entonado jamás, porque ¿qué derecho otorga el ignorar para hacer del hallazgo título de propiedad? Sin embargo era así, y aún hoy lo es, de tal manera que si alguien descubre algo de inmediato lo nombra e inscribe a su nombre. Nosotros a América no la nombramos porque Colón no quería que algo tan prosaico le estropease sus exóticos sueños orientales.
En la seda de esta celebración ponemos poca razón y mucha pasión. Para unos supone el esplendor de la patria, para otros un holocausto, pero lo cierto es que no es sino el oscuro devenir de los días de los hombres en manos del sucio comercio de la vida.
José Romero P.Seguín.
Publicado Diario de Arousa e Ideal Gallego 5 de octubre de2015-10-03
LA VIEJA POLÍTICA
Golpead las aldabas de los búnkeres, donde políticos y partidos guardan su utilería ideológica y de propaganda, y preguntad, “¿algún político de este siglo?” Responderán sí, pero es no. Caminan por la historia tejiendo pensamiento añejo y sin vigencia.
Hablan de progresismo, pero no hacen sino reincidir en las viejas fórmulas de arquitectura social.
Prometen reformismo, pero no reforman nada que no sea la renovada disculpa con que justificar el incumplimiento, y el patético esfuerzo por someternos a su gastada visión del mundo y la sociedad.
Exigen cambiar la constitución, pero solo a fin de profundizar más en los viejos modos: fueros, singularidades…
Claman por la república, pero sin dotarla de contenido.
Viven de las eternas tensiones sociales: capital-comunismo, obrero- patrón, bancos-clientes… Sin embargo, no hacen nada por cambiar esa correlación de fuerzas. Nada que vaya más allá de la mera ocurrencia de saquear a los que tienen, en la estúpida creencia de lo inagotable de ese efímero recurso. Cuando lo que se impone acometer es la justa redistribución de la riqueza y el trabajo como el derecho que es.
Defienden con ardor lo público, pero nada dicen de la eficacia que lo ha de presidir, y la necesidad de sustraerlo de la manipulación política.
La nueva política ha de ser gestión sobre la base de la solidaridad y la justicia, ejecutada por personas cualificadas, y libres de ataduras lejos de su responsabilidad.
José Romero P.Seguín.
Publicado en Diario de Arousa el 28 de septiembre de 2015-09-26
OTOÑALES AMANTES
El secreto del viento otoñal es el lugar donde esconde las hojas. Esas infinitas hojas que vemos charlando con él por calles y plazas. Conversan animados de sus cosas, cosas que se me antojan marrones cuando vuelan en mi mente, y marrones también cuando lo hacen a la par de los gorriones. Hojas secas con las que se desposa el amante. Ese viento torneado de claridades que como el más romántico de los galanes, las va a buscar a sus casas en las ramas de los árboles y las acompaña allí donde quiera que vayan.
El amor del viento y las hojas es estacional, y, como tal, breve, tanto como intenso. Y en algo, fiero, porque con fiereza se abrazan, elevan y caen en una danza que tiene mucho de rito y poco de casual. La casualidad no cabe en tanto espacio, en tanto aire, en tanta hoja. Tampoco es posible imaginar que la ejecución de ese apasionado tango sea improvisado o caprichoso. Es, y lo sabemos, una fuerza misteriosa la que los une y vuela en la firme decisión de ser uno, y en esa unidad volver a ser árbol de invisibles ramas e ignotas copas allí donde estén y en aquello que tocan.
Luego vienen los rincones, apacibles espacios abiertos a lo ocioso, a lo patético, a lo bello por la belleza. En ellos les esperan los petirrojos. Rojos sacerdotes de lo marrón, luminosas pinceladas en esa ceremonia que ofician discretos; en el tierno afán de que no mantengamos en la inocencia de no preguntarnos donde esconde el amante tanto amor.
José Romero P.Seguín.
Publicado en Diario de Arousa el 21 de abril de 2015
SABINO Y LA CONSTITUCIÓN
La Constitución suele ser por su esencia y conciencia, un libro de naturaleza infantil: voluntarioso, curioso, atrevido, divertido, rebelde, caprichoso… En fin, un niño que rige los destinos de sociedades que como la nuestra, han decidido vivir al amparo de un contrato que se debate entre lo leonino allí donde obliga y lo utópico y voluntaritas donde solo dispone o aconseja. No se le pude pedir más. Podríamos hacerlo mejor, edad para ello tenemos, pero en lo social no maduramos, es más, somos siempre niños. Y lo somos porque en ese ámbito no vamos en ningún proceso intelectual o psicológico más allá de esa tierna infancia donde, impera el capricho sobra la razón y la apetencia sobre la realidad. Pero aún así, y como somos así, se ha de respetar porque lejos de ella nada tenemos que no sea el bravo oleaje del egoísmo y la fuerza bruta, tanto en lo individual como grupal.
La cuestión es que veo en la TV a un diputado afanado en despedazar un ejemplar de la Constitución. El librito semejaba entre sus decididas manos un pajarillo al que una garra sin alma va desplumando desatendiendo su lastimero gemido. Me quedé perplejo, el individuo con todo el aspecto de portada, no luce páginas, eso se percibe a simple vista, pero aún así, no me cuadra, no en vano el libro lo legítima. Luego sé que es de Amaiur, que se llama Sabino y se apellida Cuadra, y todo cuadra. En ellas deberían vivir los hombres que se comportan como las bestias.
José Romero P. Seguín.
Publicado el día 14 de septiembre de 2015
UN POCO DE TODO
Da inicio, la Diada, humana trashumancia de lo cotidiano a lo mundano. Tarta de flores para Rafael Casanova. Presidentes y candidatos en el boato de este santón civil, más devoto de los Austrias que de los Borbón, ¡qué carajo tendrá que ver! A su lado el sí el no y otros personajes buscando dar testimonio de su presencia. El pueblo al contado y expuesto a ser contado. Eran hombres, pero semejaban banderas. Y banderas, esteladas y sin estelar, tantas que parecían todas y a retazos hombres. En las redes sociales la danza ritual de ese padre de familia en campaña electoral que es Iceta, esperanza del POSE. En materia de otros postulantes, Ciudadanos al detal y por metros el PP. La CUP proletaria, agraria, paria e internacional pero sin mezclar. Y ERC oficiando de tendero del gran Botiguero.
En los telediarios el derecho y el revés de una campaña en las que la mayoría de los candidatos declaran no tener voluntad de gobierno y si de estado. Unas elecciones por el sí para decir no. El derecho a ser preguntado y hasta interrogado, según por quién. El hecho de decidir lo que no se quiere y no sobre lo se quiere y se es. Desunirse de España para entrar en Europa junto a España. Poner de nuevo de moda a Lluís Llach. Salvar del exilio a Guardiola. Manumitir a Piqué. Vestir a Carmela Marchante de marioneta. Hacerle al honorable una estatua de familia. Y a Mas estatuillas de “caganer”. No es todo, es cierto, pero ahí es “na”.
José Romero P.Seguín.
EL TAMBOR DE EUROPA
Europa me recuerda a Oscar, el protagonista de la novela de G. Grass el Tambor de hojalata. Un continente que toca impetuoso su tambor a fin de disuadir al mundo de la injusticia, y que si alguien se lo quiere arrebatar grita con tal precisión que es capaz no solo de quebrar el cristal sino de horadarlo a su gusto.
Europa es un clamor en la tamborrada de lo humano y sus derechos. Tambores en sinceros pechos y mucha fanfarria de percusión política. La más contumaz y como es lógico elaborada. La causa de hoy son los refugiados sirios que recorren las fronteras reclamando espacio lejos del horror de la guerra.
El drama no es menor, pero demanda algo más que la infantil tentación de aporrear el tambor a fin de desorientar a criminales y confundir a tiranos. Como tampoco sirve gritar buscando quebrar las voluntades de aquellos que los mueven a ese injusto éxodo. No son de cristal sino de roca. Ajenas a ardorosas proclamas o preclaros discursos.
Tenemos la obligación de crecer aunque no nos guste. Los sirios no huyen del hambre sino de la tiranía y el terror a que los somete un movimiento perfectamente organizado y financiado, que en el nombre de dios y por encargo de esos terrenales mecenas, busca regresarlos a la Edad Media. Y ante esa realidad se impone algo más que aporrear el tambor y gritar, porque la humanidad no empieza, como creemos, en nuestras selectas conciencias sino en el elemental derecho a la vida, a vivir.
José Romero P.Seguín.
LO HUMANO Y LA HUMANIDAD
La fragancia de lo humano es hoy un hedor de muerte y desolación en el mismísimo corazón de la humanidad. Un grito horrible y asesino en la raya de las fronteras con que nos saludamos sin tocarnos. Una indecencia más que nos denuncia audaces en retos que nos llevaban a los límites de la capacidad intelectual, y nos rebelan en el otro extremo más crueles que el más cruel de los homínidos.
Lo humano es la nota y la humanidad la música que lo armoniza y da sentido.
No es un contrato social, es un sentimiento más profundo y fraterno, capaz de ir más allá del mero interés personal. Tanto que es capaza de realizar el supremo esfuerzo de proyectarte en el otro, de ser capaz de verte y comprenderte en él, y lo que es más importante, alcanzar a defender en él lo que defenderías en ti. Esa ha de ser la razón que nos mueva y conmueva, porque solo ella será capaz de desprendernos de la placenta de egoísmo e indiferencia en que vivimos en este mundo de las diferencias y los excesos, para regalarnos a la auténtica revolución, a la única capaz de realizar cambios profundos. No es una ideología, ni un credo, es solo lo humano y la humanidad desnudos de otro compromiso o afán. Porque solo se es donde se es humanamente posible y solo ahí cabe la humanidad.
Desnudarse es siempre más sencillo que vestirse. Despojarse es más amable que poseer. Esa ha de ser la clave, porque nada hay más leve que lo humano ni más frágil que la humanidad.
José Romero P. Seguín.
Publicado en Diario de Arousa e Ideal Gallego el 24 de agosto de 2015
FIESTA DE FIN DE URNAS
El joven candidato de izquierdas se muestra respetuoso con las urnas, busca devolverle sin apenas uso el poder que le concedieron hace unos meses.
Aplauso cerrado para él, la democracia es una fiesta de participación, un ejercicio de madurez… Dejémonos de simplezas, estamos hablando de la quiebra técnica de un país, y en esa elemental carencia es obligado olvidarse de festejos y atenerse a la realidad. Para ello, el joven presidente, lejos de calibrar afectos y manosear dignidades, debe salir a la palestra y metiendo las manos en sus bolsillos vacíos, decir a los ciudadanos: “Solo dispongo de mis ganas de ayudar, pero nada puedo hacer sino me ayudáis, si no estáis conmigo y yo con vosotros en la ingente tarea de reinventarnos en un nuevo sentido ético que nos conduzca a un futuro en el que no necesitemos más préstamos, ni rescates, ni ayudas. Y para eso hemos de construir un estado viable, moderno y eficaz. Y un tejido productivo capaz de generar riqueza”.
Eso sería lo correcto. Las urnas están para dilucidar maneras de gastar el erario publico, pero si no lo hay, qué necesidad de consultarlas. Esto no es el ágora abierta en la que los griegos discutían lo público, esto es marketing, estrategia comercial, gasto, que, para peor, convierte la democracia en un juego de azar en el que probar líderes, como quien dice títeres, en busca de una solución que nadie posee porque no es tarea y responsabilidad de uno sino de todos.
José Romero P. Seguín.
Publicado Diario de Arousa e Ideal Gallego el 17.08.15
UN RATO EN INTERIOR
El ministro de Interior, cabeza visible de la covachuela, soporta pocas luces, acaso, un angosto patio de ídem, sofocado, las más de las veces, por las estrictas medidas de seguridad que la sede demanda. En lo personal puede ser un tipo iluminado, quién lo duda. Y hasta esclarecido, es humano y a esa condición ese derecho. Pero en el cargo nada de luces, las luces en este ámbito corresponden a Exteriores.
EL caso es que en ese juego de luces y sombras nos enteramos que se presentó R. Rato en la casa oscura del ministro Fernández, en condición no de “exbankiero”, o de “tarjetero” mayor del despilfarro, o algún de esas cosas de las que le acusan, sino de expresidente económico del gobierno y del FMI. En una palabra, en su versión buena y para denunciar la maldad de unas amenazas. Y el piadoso del ministro, en su versión, siempre en ella, lo recibió en persona, pudo hacerlo en diferido o por terceros, pero él refiere ser cabal.
La cuestión es que del encuentro en las tinieblas fluorescentes de su despecho interior, también se enteró la vigilante oposición, haciendo saltar las alarmas ante el temor de que el presunto se impusiera al ex y le tomase el pelo. Bueno, el pelo no, las luces, no, las luces tampoco, en una palabra, que le endosase con motivo de tan preferente visita alguna preferente. Y eso no, para preferencias las suyas en el afán de adelantarlo, aunque sea por la derecha, y al solo objeto de ganarle el cargo.
José Romero P.Seguín.
Publicado Diario de Arousa e Ideal Gallego el 9.08.15
LUZ DE AGOSTO
Me viene a la memoria el título de esa memorable novela de Faulkner, y al hilo de ella la frase del recién desaparecido J. Sazatornil, cuando en la película Amanece, que no es poco, e interpretando a un cabo de la Guardia Civil, reprende a un escritor frustrado que ha tenido la osadía de plagiarla diciéndole: "¿Es que no sabe que en este pueblo es verdadera devoción lo que hay por Faulkner?".
Agosto es eso mismo, una cálida novela que se escribe con cierto sosiego y natural pereza en el luminoso rostro de sus días y se lee tan vertiginosa como apasionada en la calurosa nuca de sus noches. Es un actuar continuo en favor de ese afable personaje que forjamos a fin de dar a través de él la mejor versión de nosotros mismos. Es plagio, como no, copiamos todo lo que se mueve, nos mueve y conmueve. Y lo hacemos sabiendo que nadie nos va a descubrir porque nadie es quien parece, ni el mismo ser es quien dice ser. Es, a su vez, devoción, ¡claro que sí!, por no decir, veneración.
Agosto le debe el nombre a Octavio, y este al pueblo romano. Y en la cadena de favores nosotros a él. Y es que no es un mes más, sino un ensayo de apocalipsis. Un simulacro de desalojo general. Un atisbo de anarquía. Una anarquía en clave de siesta.
Agosto es también la resurrección de la carne y la carnalidad de la vida. Y en lo onírico, una luminosa salamandra que trepa por los espacios de los sueños llenándolos de luz y sombra, sombra y luz de agosto.
José Romero P .Seguín.
Publicado en Arousa e Idel gallego el 03/08/15
CRIMEN Y CASTIGO
El dantesco espectáculo del asesinato de niños a mano de sus progenitores, se representó, para nuestro desconsuelo, en la edénica villa de Moraña (Pontevedra). El horror es el mismo, el dolor reciente, la desolación absoluta. Y es que crímenes como estos nos niegan en lo más elemental de nuestra condición, el respeto por la vida de nuestros semejantes, qué decir si son nuestros propios hijos.
El sospechoso de tal atrocidad, su padre, era en apariencia un hombre pulcro en el vestir y aspecto aseado, nada en él denunciaba perdida de contacto con la realidad. Sin embargo, todo indica que ha roto esa premisa de confianza social para ir más allá de donde van las más crueles de las alimañas.
Sé que es difícil no caer en la tentación de buscar indagar en sus razones, querer entender el porqué del crimen. No debemos entrar en ese juego. En nosotros solo ordena y compete la responsabilidad de castigar, la obligación de condenar, la necesidad de nombrarlo por el peor de ellos; aunque solo sea para que nadie en esa maldita predisposición albergue esperanza de que su acción pueda ser de algún modo comprendida. No hay razón capaz de validar las razones de tan espantoso crimen, es más, me atrevo a decir que ni en aquellas personas privadas de razón. Debe, por tanto, ser castigado con todo el rigor que el hecho demanda y dentro del marco jurídico que nos ampara en nuestra condición de hombres y también, como es el caso, de bestias.
José Romero P.Seguín.
Publicado el 27 d ejulio de 2015. Diario de Arousa e Ideal Galllego.
EL BUSTO SIN SUSTO
Expulsó Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, el busto del rey del consistorio. Y todo fue busto a nuestro alrededor. Y en ese “buesteo” unos y otros aprovechamos para romperle la cara a la regidora, al rey, a Rajoy, a Iglesias y al mismísimo dios. ¿Nos duele el busto del rey?, no. ¿Nos duele el rey al completo?, tampoco. ¿En ese caso porque tanto alboroto? Cabe preguntárselo, ¡claro que sí! Y cabe porque todos sabemos que no se arrumbó el busto por razón de espacio o estetica institucional, sino porque vive Cataluña un amanecer de nuevos bustos, empresa para la que le hacen falta todas las peanas de su pequeño mundo.
La lógica política, dadora de bustos, marca que donde caiga uno se levante otro. Será eso si, un busto amado y respetado, como deben serlo para ser, de verdad. De otro modo valdría, como vale, un gato amarillo de los chinos. Para disimularlo el busto ha de ser el de un caudillo, un padre de la patria, el eslabón perdido del hombre cámino a la provinciana divinidad.
La verdad es que la decisión de la regidora me llenó de esperanza, soñé, por su decir revolucionario, que se ciscaba en los bustos para apostar firme por la limpia y a la vez, por verdadera, aterradora faz de la humanidad. Esa cara en la que cogemos todos. La cara de la solidaridad y la ruindad. La torturada cara de los parias de la tierra. Pero no hay cuidado, ella quita y pone bustos para decirnos, no os asustéis bustos míos, es solo un relevo.
José Romero P.Seguín.
Publicado el 20 de julio de 2015
“ODIO A LA MERKEL”
Le falta ángel a Angela, el que a nosotros sobra, que vamos siempre de sobrantes alados con aquellos a los que les falta.
Entre nuestras muchas causas la de los menesterosos es todo un clásico sin mutualidad ni mutua correspondencia. Y toda causa tiene su encausado, aquel al que elegimos como objeto y sujeto de la necesaria culpa, qué causa sería la nuestra sin un culpable.
Pues bien, el origen del perverso devenir de esta Europa que buscamos construir a fuerza de burocracia, egoísmo ancestral, nacionalismo a ultranza y despilfarro a la carta, es la Alemania de Merkel, o Merkel la alemana.
De ahí que cuando se nos exige responsabilidad en el gasto nos salga la vena solidaria y veamos al gigante europeo, capitaneado por tan sobria señora, como una alimaña presta a devorarnos con la cordura del ahorro.
Cómo entenderlo aquí que nos sanamos del desgobierno a fuerza de gobiernos, que nos gastamos en trenes lo que nos falta en autobuses, que hemos hecho de la subvención razón de empresa y empresa de todo hogar. Aquí, donde nuestros gobernantes traducen todo a faraónico para que sueñe el pueblo en vivir como un faraón. Aquí digo, donde lo que ella nos susurra nos lo grita el mismisimo derroche, la insultamos con saña, con la misma que tratamos esas certezas que nos negamos a aceptar.
Sabemos que vivir de lo nuestro es la única garantía de la solidaridad y lo solidario, pero gustamos olvidarlo al grito de “odio a la Merkel”.
José Romero P.Seguín.
Publicado en Diario de Arousa e Ideal gallego el 13 de julio.
“ADAN Y EVO”
El daguerrotipo en que se ve al presidente de Bolivia entregando al Papa el horror, en lo estético, de una cruz con forma de hoz y martillo, recorrió ayer la bífida espina de las redes de masas, erizándola.
Hasta ahí nada que objetar, la lógica del ahorro dicta al gobernante no gastarse una fortuna en un regalo para un hombre cuyo reino no es de este mundo sino del Vaticano.
El sabor amargo de la noticia está en que el “aplastacristos” nace en lo intelectual de una frase de esas que uno cree que le viene a la boca y repite a modo de muletilla, solo porque sin tener sentido alguno da sentido a un discurso de esa misma naturaleza. Me refiero a esa que dice “Cristo, el primer comunista”. Frase capitel y columna de todo desbarre “filoteologicoideológico”. Una frase que no resiste análisis que atienda a los dictados de la razón. Un aforismo ideológico del que pensamos que no tiene ni agallas ni ganas de dañar a nadie. Una inocencia más de una sociedad rica. Hasta que un día descubres que el respresentante de un pueblo se la regala al comercial de un cielo, en el guiño de un agravio con desagravio que a ambos parece complacer.
La iglesia pone a Cristo allí donde puede, por qué no bajo la sombra de esa absurda simbología que da sentido al quehacer gobernante de Evo. No me duele, en verdad, tanto ese dios como esos hombres ofendidos en la foto fija de una estupidez que, como se ve, no la carga el diablo sino los estúpidos.
José Romero P.Seguín.
Pubicado Diario de Arousa, el 6 de julio en Diario de Arousa e Ideal Gallego.
ANA KARENINA Y VAROUFAKIS
Despertar a tu pueblo a las utopías es tarea sencilla, por lo general sus quimeras son de su calaña. Insaciables en la ambición de eso que por ser de todos creen regalado. Que decir de los despertadores, generales de tropa y fajina unos. Hijos de las peceras de colores electorales los otros. De entre estos últimos sale Alexis Tsipras. Un líder civil, trajeado, aseado y perfumado, empeñado en defender una idea social que gusta del sudor agrio, el mono de faena y la sangre enrabietada del que vive en la injusticia.
Tsiripas representa a un pueblo de la ampulosa granja europea, al que aún define más el exceso que la falta, el despilfarro que el ahorro, la hartura que la frugal esencia en lo esencial.
No camina el relamido líder al frente de una legión de hambrientos proletarios en busca de justicia social. Esos seres mueren, hoy por hoy, de sed en el mar y de hambre en la tierra. Algunos en las fieras manos de una red fronteriza, alambrada que nos defiende de esa solidaridad que hipócritas exigimos a gritos en las calles los días pares de nuestra exquisita apetencia social.
Todos queremos ser Grecia en su consuelo, pero lo somos solo en su desconsuelo, porque en realidad somos sus vicios, el FMI y los mercados. Afirmo, por tanto, y con gran dolor en la ironía, que Tsipras no supo ver que los griegos no querían ser los héroes de otro magnífico Octubre rojo, que solo querían y quieren ser las Anas Kareninas de Yanis.
José Romero P.Seguín.
Publicado Diario Arousa 29 junio 2015
DESALMADOS, DESCASTADOS Y ETA
Iba a hablaros de desalmados por cuenta propia. Aburre hablar de política. Pero la política llama a nuestra puerta con la insistencia e insolencia del hombre del frac: quiere cobrar y cobra. Y en ese coste vuelve, nunca se fue, el negocio del terror, y en esa misma honda viene Podemos planeando terminar con la dispersión de los presos de ETA. Faltaría más, la casta lleva negociando con ese dolor años de horror y vergüenza democrática. Penas inmoderadas, reducciones desmedidas, negociaciones, treguas: indignidad en defnitiva. Y ahora le toca a los descastados de Podemos jugar esa baza misma en favor del rédito electoral.
Hoy por hoy son el Bildu Penínsular y como lo son no va a haber personaje de esa calaña que no los vote. Que importa el poco respeto que sienten por la democracia. El egoísmo que los mueve. El racismo que los anima. Lo importante es captarlos para las urnas.
Los argumentos para justificarlos se antojan sólidos, “ya no hay razones para mantener un sufrimiento añadido a los presos y sus familias”. Al fin y al cabo los muertos se pudren en los cementerios y sus familias son una minoría de “fachas”. Que se joda pues su dolor y brille la progre idealización de una juventud que se pasó la democracia por el gatillo de la pistola.
He escrito un libro en la ingenua idea de reivindicar la condición humana y ciudadana de los asesinados y descubro que cada día cobra vigor, porque ellos pueden pero nosotros se ve que no.
José Romero P.Seguín.
Publicado en Diario de Arousa e Ideal Gallego el 23 de junio de 2015
PACTOS EN EL PARAÍSO
No fue el niño, fue Pablo, que lo consiente y alienta en sus quimeras. Y no es la primera vez, acuérdate de la otra con ese invento del amor fraternal. Al final, lo apiolaron.
Le advertí, si los tratas como dioses te tratarán como a un hombre, y así fue. Y este último capricho de buscar en las urnas la legitimidad democrática que según él nos negaba nuestra divina condición, no podía acabar sino así.
El hijo tiene el todo y también la nada, y claro, no lo sabe apreciar, pero Saulo viene de donde viene, sabe lo que cuesta forjar un imperio.
Dice el chaval que quiere ser como los demás. Le pregunto, ¿Qué demás? ¿Conoces acaso alguno de nuestra clase que se cuestione?
El caso es que hemos ganado las elecciones, pero por la mínima, nos faltan una decena de angelitos para poder gobernar en solitario. Dice el de Tarso, que se pacta, la cuestión es con quién. El que no pide un Vaticano, pide la mitad del universo, y el que no vírgenes y esclavos. Esto es un “sindiós”, lo mires por donde lo mires.
Me acusa de no haber sido más florido con las promesas electorales. La vida eterna les prometí, qué más se puede ofrecer y pedir. Dice él que a los hombres no les mola esa vida, que quieren vivir aquí y ahora. Estado del bien estar, le llaman. Habrase visto el dislate. Al final, mi fiel y comedido Lucifer, voy a tener que pactar contigo, ¡y qué viva el bipartidismo! “Cuatripartito, vos sos tres, che”. ¡Diablillo! “Viejo no más”.
José Romero P.Seguín.
Publicado en Dirario de Arousa e Ideal Gallego el 16.06.2015
UTOPÍA E HIPOCRESÍA
La estupidez es un rango de cordura de increíble valor para que nada cambie si no en la apariencia. Tanto es así que a nadie le cabe duda que las dos columnas vertebrales de todo sistema democrático son la estupidez y la resignación. Es la primera de ellas ese don, no desdeñable, de entablar un diálogo con la realidad rayano a la idiocia, en el que gustamos, entre otras vanas fortalezas, de abusar del término utopía. “Soy utópico. Si no fuese por la utopía. Qué sería de nosotros si no fuésemos utópicos”. Y es que la relacionamos con aquello que por bello e idílico se nos antoja imposible, sin que esa horrible inquietud nos prive de intentarlo.
Intentamos lo imposible en aras de sociedades más humanas, solidarias y libres con el mantra de la utopía, una palabra de lo que debe ser frente lo que por desgracia es. Un imposible claro, y ahí nos quedamos felices y confortados, sintiéndonos como esos hombres ángel que el Vaticano ignora a través de la beatificación. Su ejemplo se extravía en el reflejo de una santidad jamás explicada. Así lo utópico nos permite no hacer nada por nadie cuando en la apariencia lo hacemos todo.
Gustamos decir, “la utopía es el imposible” cuando hablamos de virtudes que en el fondo y en la forma no son sino lo único que nos es posible, porque esa noble aspiración que a ella nos mueve no tiene más coste que el de buscar hacer en los demás y para los demás lo que por nosotros quisiéramos que hicieran.
José Romero P.Seguín.
LA ESCALERA DE KAFKA
Me acerqué el otro día a esa especie de Ciudad de los Muchachos (escuela de circo burocrático) que es el complejo administrativo de Campo Longo, en Pontevedra, para registrar una obra literaria. De entrada me registraron por donde se sale: “Vacíe los bolsillos y coloque ahí la cartera”.
Una vez en el interior me encaminé a los ascensores y reparé en un cartel que, a fin de ahorrar, anima al administrado a hacer uso de la escalera.
El registro de la propiedad intelectual esta en la sexta planta, no obstante, la curiosidad me condujo a los pies de la escalinata. Una vez allí, encontré otro cartel con la misma recomendación. Ahorrar está bien, me dije, pero por qué no menos plantas. Ingenuidades, qué autonomía con ínfulas de futuro estado independiente sería esta si su edificio de administrar fuese un barracón de planta baja, ninguno respetable, y menos aún, edificante.
En un principio las instituciones autonómicas, cosas de nuevos ricos, ocuparon cuanto palacete, monasterio o cuartel del ejército había en la ciudad. Y después de acondicionarlos debidamente, acordaron construir esta gran superficie burocrática. Su noción del ahorro, es el despilfarro.
Escaleras arriba se leían en cada paso un mensaje, animando: “Es bueno para su corazón, está Ud. quemando calorías, le baja la azúcar y la tensión, le sube la autoestima…”, en fin, todo un catálogo de virtudes para un mundo sostenible solo en los bolsillos y fuerzas del ciudadano.
José Romero P.Seguín.
INSTITUCIONES Y ELECTOS
Oigo el seco tronar de sus cascos sobre el rigor de la impía pradera. Tambor de fuego y sed que ordena a la manada emprender el camino de una odisea a la que nos les mueve tanto el hambre como el miedo. Ese ciego latigazo de saberse espiadas y expoliadas. De saberse carnaza en la carne de todos y cada uno de sus miembros y en los miembros de sus apetitosas anatomías. De ese saberse, digo, en el paladar gigante de las mil bestias que la acechan.
En el camino se ve al grupo estremecerse, menguando más allá de lo posible y ensanchar hasta el imposible en la búsqueda de una seguridad que transita de uno a otro extremo de la posibilidad, sin otro fin que conjurar el horror a le que aboca la incertidumbre.
Los que corren no son ñus sino esos enormes y jugosos animales administrativos que son las instituciones. Sus perseguidores, los miles de candidatos, ahora ya electos.
Atacan los predadores en solitario o se asocian, se emboscan oportunistas o se muestran ferales, indagan oportunos la debilidad o explotan su fortaleza. Los intereses del clan ordenan, la leona llama al león, el león ahuyenta a las hienas, las hienas a los carroñeros. Todos quieren estar sin que estén los otros. Todos se sienten legitimados, llamados, deseados. En ese afán, buscan desentender el mandato ciudadano para así atenderse en la proximidad de su entorno. Y ellas, bestezuelas en fuga, buscan sentirse, en el breve lapsus del relevo, empresa que no presa y despojo.
José Romero P.Seguín.
Publicado en Diario de Arousa el 25 de mayo de 2015
“COMO A CHINOS”
No hay engaño, o sí, el caso es que en la transición cuando el PSOE cabía en un taxi el PC viajaba en metro.
En años sucesivos aquí es del PC hasta el PP, en sobremasas y siestas, eso sí.
Y ahora, como en la moda, vuelve a ser el “Prêt-à-porter” ideológico. Ocurre que ya no está la URS como referencia ética y estética. Ese universo lacrado donde la propiedad era el partido y lo privado sus dirigentes. En tal orfandad no queda sino al atarse al clásico cubano, o al maduro venezolano. Y si se quiera algo de más enjundia, a la China de siempre, más maltusiana, por cierto, que maoísta. Y desde el 1979 y de la mano de Deng Xiaoping más particular que popular.
Siendo así, cabe preguntarse, dónde vamos con el comunismo a ultranza, cubanos no, somos península, venezolanos tampoco, aún estamos verdes. Chinos tal vez, pero cuidado, que estos son maestros en el arte del “low cost”. No se paran en barras ni en materia de ideología. Solo hay que observarlos, le compras un buda flaco y ellos un edificio en el centro de la capital del reino. Y no para el gobierno, para un magnate. Y de dónde sale siendo como son enemigos del capital, pues de la esclavitud, porque allí las obligaciones son del mercado de siempre y los derechos de los comunistas de entonces.
Por eso, ojo al cristo que puede ser Confucio. De hecho, yo de los chinos solo la hoz y el martillo, nada desde luego que tenga alma y, menos aún, batería, qué decir de un gobierno.
José Romero P. Seguín.
Publicado en el Diario de Arousa e Ideal Gallego el 18 de mayo de 2015
REFLEXIONANDO
El sábado próximo entra Ud. en reflexión. Un leve destello de hastío lo anuncia en su rostro. Está a escasas horas de participar en secreto en la fiesta pública de la democracia. Va a votar. Y porque así lo entiende reflexiona orgulloso sobre su condición de buen ciudadano. La ocasión la pintan calva, para el alegre embestir de la perruna militancia está la liga, los toros y los mítines.
Va a elegir a sus representantes, que serán, sin duda, los de sus convecinos. Lo hace, como es lógico, con la vista puesta en Ud. y sus intereses, tan nobles y cabales que entiende han de ser necesariamente los de todos. Porque, el mal que a Ud. le hagan se lo hacen a todos. Es Ud. la referencia exacta del buen gobierno. Y desde esa conciencia que se proyecta de Ud. y a Ud. regresa intacta y sin pasar por nadie, imagina como será ese que tanto lo estima sin lastimar, su partido. Y a partir de ahí, solo le resta ajustar cuentas en la suma de sus fobias y necesarios escarmientos.
De esa guisa se presenta ante la urna y le larga una “papela” en el que se resume su mala baba, y se va a casa feliz y demócrata por otros cuatro años. Sabiendo que ha hecho justicia a su favor sin importarle los demás. Y si no es así, pondrá el grito en el cielo, exclamando: “que han hecho con mi voto”. Esa moñiga de odio y egoísmo que reclama limpia y solidaria con Ud. que, es siempre, en todo lugar y circunstancia, además de Ud. otra vez, también los otros.
José Romero P.Seguín.
Publilcado en Diario de Arousa e Idel Gallego el 11 de mayo 2015
CANDIDATO
Es tu primera vez, lo sé, como sé que ensayas ante el espejo, puñado de cuartillas en mano, un discurso potente, trufado de frases bonitas, “larga noche de piedra”. En ese actuar denotas que te importan tus convecinos, que los respetas en lo que merecen y que se merecen eso, una imagen ensayada frente al espejo.
No busco desanimarte sino alentarte, y es que entiendo sin comprender que cuantos más candidatos haya más plural será la corporación, más florida la algarabía, más prieta la confusión. En una palabra, más rica la democracia. Y eso sí que es cierto, la democracia se distingue por aunar voluntades, y la nuestra en esta hora de gestión es esa, amontonar candidatos. Pero como te he dicho no busco si no hacerte llegar una idea que entiendo innovadora, porque en estas lides de la voluntad popular no ten enfrentas tanto a un discurso como a un discurrir, y es que tu alcalde se ha lanzado al ruedo de la creación y no hay día que no amanezca una obra municipal sobre la perpleja palma de tu pueblo.
Luchar frente a esa evidencia es difícil, donde tú pones palabra él pone ladrillo, donde tú ideal él idea obra nueva. No hay color, el pueblo cree más en el ladrillo que en la palabra y más en la obra que en la idea de obrar.
Coge pues una azada y cava un hoyo gigante en terreno comunal y planta allí tu cartel electoral. No expliques su utilidad, deja que imaginen, y lo que es más importante, que conozcan cuál es tu voluntad.
José Romero P.Seguín.
Publicado Diario de Arousa e Ideal Gallego el
04.05.2015
LA PIEDAD
DEL DINERO
Se desangra África por la herida de Dios en la boca
y los ojos de aquellos que tienen por oficio el sufrir a los insufribles hijos
de todos los dioses. Malas bestias que incapaces de reconocerse en su
brutalidad buscan sofisticarla con las patas traseras atribuyendo sus crímenes
y desmanes a las voraces fauces del todopoderoso dios de sus miserias.
Estos energúmenos venidos de todo espacio de
crueldad que en el mundo hay empujan a las buenas gentes contra el mar,
obligándolas a huir hacinadas en viejas embarcaciones de pesca o nuevas balsas
de juguete. El miedo los hace a la mar, esa es su valentía, y de sus manos la
cobardía de ese morir horrible y anónimo y en el seno de unas aguas sin fondo
ni piedad.
Solucionar el drama humano es o debiera ser nuestra
licenciatura, nuestra doctrina y cordura, y lo es, pero cara a la galería, y
desde ella atendemos el clamor con cara de circunstancias y la cartera en la
mano. Se impone otra cosa, pero otra cosa nos podría llevar a hacer algo que
puede suponer sufrimiento para nosotros y nuestros hijos y eso no. Mejor dinero
que no duele.
Ahí está la vieja Europa: eterno casino, gran
banca, campos elíseos de la magnífica diáspora de los poderosos, plante de
todos los satélites, puerto de todos los mares, exótico unicornio, manual de
las más exquisitas de las formas, poniendo dinero en la mesa de los tiranos
locales porque le sea más rentable la civilizada subvención que el fúnebre
flete.
José Romero P.Seguín.
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