Dejad que respiren los que os asfixian con la seda de su violencia. Sofocad en vuestros ánimos la rebeldía de combatirlos. Haced de la entrega virtud, la de siempre, muerto a muerto o de dos en dos, como siempre. Mostraros mansos frente a su intolerancia e intolerantes frente a vuestra dignidad que os exige en su defensa beligerantes. Dejad que os vivan, sueñen y gobiernen en beneficio de su criminal voluntad. Mermar sin cuidado vuestro libre albedrío en aras de que guarde entereza su torcida libertad. Sed de prestado ante ellos y frente a ellos, porque de los prestados será ese reino que ellos imaginan sin vosotros. No os martiricéis con la memoria de las víctimas sino por alcanzar el olvido a que conduce el rescate de los criminales. Sed nadie por no semejarse ellos en la defensa de la legalidad. Y sobre todo y ante todo tened siempre presente que lo que hacéis por ellos, ellos no la harían por vosotros.
Ese parece ser el mandato y también la sentencia.
José Alfonso Romero P.Seguín
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario