Galicia es hermosa, lo fue siempre, y, sin embargo, los gallegos tuvimos que salir al mundo a fin de saciar el hambre y la legítima ambición que nos acuciaba. No nos mostramos en ello cobardes, ni somos por ello merecedores de reproche o lástima, la búsqueda de mejores oportunidades es un proceso lógico y natural. Es más, la diáspora nos permitió en muchos casos nacer a una conciencia paisajística y cultural que hasta ese momento nos pasaba inadvertida.
La patria nace del mandato natural a que el hecho geográfico y genético nos obliga a la para que nos caracteriza, y no a la inversa, no se conforman por tanto, a través de manuales, ni de políticas de claro carácter nacional, sino en el acto de tocarlas, de saborearlas, de enamorarse de ellas. No es, por tanto, la propiedad, el arraigo o la proximidad quienes más la potencian, sino que es a menudo el desarraigo, la desposesión y la distancia quienes de verdad lo hacen.
Otra cosa es un Estado, de eso tendríamos que hablar cuando exigimos independencia, cuando reclamamos el derecho de autodeterminación. Hablar digo, de los recursos naturales de que disponemos, de nuestro sistema productivo, de comercio, de servicios, de instituciones, de economía en suma, porque de eso se trata.
La patria no se construye, el estado sí, la patria no es cuantificable, el estado sí, la patria no es enajenable, el estado sí. La patria es esencialmente sentimiento el Estado pura necesidad.
Veo que sus amistades con nuestro querido D. César le hacen a usted mirar a Finisterre, D. José Alfonso.
ResponderEliminarLo dijo José Cadalso, en sus Cartas Marrucas, "ya no hay patriotismo porque ya no hay patria". Triste, ¿verdad?
Que pase usted con su gente una buena Semana Santa, amigo mío.
Marcos Ana y enlace a blog de Santiago González
No mira a Finisterre el Sr. Seguín. El es Finisterre, aunque más al sur; es el carballo dolido que se lame sin perder su orgullo como hacen sus compatriotas por el mundo, haciendo patria y haciendo presencia de la patria en la ausencia.
ResponderEliminarNunca más cierto que la Patria es corazón, el estado razón y la razón de Estado suele anular a veces a la Patria; pero si ésta nos concede genes determinados deberíamos haber enriquecido a nuestra patria, ya que somos tra bajadores, honestos generalmente y ocasionalmente dóciles, virtud-defecto éste que tal vez sea la causa de nuestra errática diáspora. Tal vez conviniese plantarnos y exigir que nuestra riqueza nos enriquezca como exigen otros convecinos. O tal vez sea el hombre y sólo él ,dueño de su destino.
Jesús, qué desatino!
Habitualmente no suelo ser tan pelma.
Siempre un placer empaparse de sus disertaciones.
Felices Días.
D. César es, como buen gallego, un continente en sí mismo que oficia en mi ánimo como patria, lo otro es pura dolencia poética, esa sana enfermedad que aquí llamamos saudade.
ResponderEliminarSin afán de refutar a D. José Cadalso, su frase suena genial, afirmo que patria hay siempre, nos viene dada, no hay elección, como también viene dado el egoísmo y la estupidez, en ello tampoco tenemos elección, y de su mano qué esperanza que no sea la de vernos abocados a tomar lo uno por lo otro y negarnos en los demás con toda naturalidad, equivocando el sentimiento con la necesidad material y arruinando la posibilidad de constituirnos en un Estado sano y capaz de atendernos en la dura intendencia de los días.
Mis mejores deseos para su santidad en esta semana de pecado, porque me duele Cristo siempre tan crucificado, siempre tan tirado en todas las esquinas, siempre tan Cristo entre nosotros y siempre tan olvidado. Deberíamos echarle coraje y desclavarlo. Arrancarle la corona de espinas y sanarle las heridas. Deberíamos desahuciarlo de iglesias y catedrales, para que fuera en nuestras casas. Deberíamos desnudar las cruces y acariciar las viejas maderas con esa sabia pasión que lo hacen los poetas. Deberíamos tocarnos y amarnos como él ordeno. Deberíamos…
Le debo un fraternal abrazo y se lo mando.
Los paraísos no tienen obligación de alimentar sino el alma, Galicia lo ha hecho y lo hace, su espíritu danza en nosotros y para nosotros, mientras su cuerpo se abre surco a surco y sin reservas hasta allí donde puede para alimentarnos: es tierra, es musgo,es mar, es mucho y a la vez poco frente a la legítima ambición de los hombres.
ResponderEliminarEntiendo D. César que deberíamos los gallegos y demás pueblos de la península formularnos las preguntas sobre nuestro destino colectivo desde la perspectiva de la constitución de un estado, patria ya lo somos nos guste o no, a mí me gusta, pero no me gusta que me quieran vender lo que ya soy como si fuese algo nuevo o exterior a mí, me gustaría más que me dijeran si podemos ser un estado o no. Aclarar esta cuestión entiendo que nos ayudaría a terminar con esta sangría de los agravios, con esta locura de los egoísmos territoriales que no nos conducen sino a la ruina individual y colectiva.
Por lo demás, que decirle, sólo el hombre es y debe ser dueño de su destino, excelente observación la suya, no se puede imponer a nadie el destino como tampoco decirle lo que debe o no debe amar, porque eso también es parte de él.
Los gallegos salimos al mundo cuando el mundo era ancho y libre, cuando cabía en él la posibilidad, cundo aún no era una multinacional sino la trocha universal sobre la que poder soñar con la fortuna.
Tenga las mejores pasiones en estos días de compasión, también lo mejores pasos, ya sabe, taza de ribeiro y desnudas calles de piedra, lo demás en la cabeza, no le voy a decir en cual, de ese hermoso y necesario desequilibrio ya conoce Ud.
Reciba un fraternal abrazo.
D. José Alfonso, como dijo Lenin, ¿qué hacer? Porque parece evidente que hacer, hay que hacer algo...
ResponderEliminarCórdoba, ataque a la Mezquita, llega el terrorismo callejero islamista
Invaden la Catedral de Córdoba
D. José Alfonso, gracias por su aportación al debate, me parece perfecto que alguien conserve el sentido del humor. Intolerantes... jajajaja
ResponderEliminarSu magnífico comentario lo deja bien claro, querido, achicarán espacios mientras no encuentren defensa activa. Deberíamos haber aprendido de como lo hicieron los de HB.
Así, que es de suponer, que a partir de ahora menos comprensión y más legislación.
Un abrazo, amigo mío.