miércoles, 7 de abril de 2010
ZAPATERO EL AEDO
Zapatero es el presidente que mejor ha sabido narrarnos el cuento democrático que nos hemos venido contando desde tiempo inmemorial en la épica de conformarnos, de reconocernos solidarios, tolerantes y amantes de la libertad, para ser lo que debiéramos ser y no somos.
Modula su voz y las palabras fluyen párvulas en su boca a la par que suenan dulces en nuestros oíos, tanto que oyéndolas no puedes evitar preguntarte en silencio, ¿será verdad que somos así, y es así la realidad? Nos cuesta creerlo, pero, cómo no hacerlo, resulta tan atractivo y gratificante que nos dejamos ir en el ensueño de ese cuento para futuros recuentos en días de urnas.
No es vano el esfuerzo, no lo crean, es justo y necesario, para ser en lo real hay que dejar de ser antes en la ficción, y este país está necesitado de acometer esa empresa, la de ubicarse en la realidad, la de sentirse real y no más fantasmal que imaginario, como ahora ocurre.
A fin de sobreponernos a esta infantil manera de gobernarnos deberíamos contarnos honestos, para que sea esa voluntad pilar de nuestros pueblos y gobiernos. Desterremos pues de la política los cuentos y los cuentistas, y permitimos que emerja plena la realidad, y sea ella la que nos cuente en el nítido reflejo de lo que de verdad somos y lo que debiéramos ser. Ese es el camino, lo demás no dejan de ser sino cuentos que sólo buscan sustraernos amables de nuestra responsabilidad para someternos a su voluntad.
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La realidad, Sr.P.Seguín es que tenenos cuentos y cuentistas para años y que va a ser difícil que el tren en marcha abandone la vía sino lo hacemos descarrilar y eso puede ocasionar una tragedia. Me temo que usted no aboga por tragedias sino por la fuerza de la razón y de la cordura aquella que a ellos les falta. Y falta altura de miras y faltan las mismas miras, aún con poca altura. Habría que acudir a aquel antiguo sabio, Diógenes creo que se llamaba, para que busque a uno honrado. Lo que hay, de una parte y de otra, no le da para pagar el gas del candil.
ResponderEliminarDescanse usted un poco que le veo muy atareado.
Saludos cordiales...
La cuestión amigo César esta en aprender a contarnos como pueblo en la responsabilidad que a cada uno nos corresponde, en una palabra en dejar de confiar en cuentistas que nos van a contar lo que a ellos convenga.
ResponderEliminarPor lo demás, que decir, nada de tragedias, sentido común, sólo eso, eso y fraternidad.
Reciba un fraternal abrazo.
D. José Alfonso, estos días no tengo muchas ganas de pensar en la petite politique. Vomito.
ResponderEliminarPero, para vomitos, esto. Un abrazo muy grande, amigo mío Y un saludo a D. César, sobrado de razón.
No lo consideren apología. Estoy en total desacuerdo con ellas, pero existen. Están ahí, viven en muchas familias de todo el mundo. Es un grupo que aunque ligado a la belleza, sin embargo, aterra. Son las Princesas.
Princesa, Ana&Mia, Wanas, caníbales de sus cuerpos
Hoy ya es imposible evitar el comentario, D. José Alfonso. Nadie quiere fracturas pero alguien ya ha comenzado a romper la baraja.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo mío.
"El hastío derivado de la roma política nacional ya venía siendo inmenso. Ahora es infinito. El adolescente campus party de la Complutense fue un salto atrás hasta los setenta. Una cabriola antifranquista sin Franco. También una olla podrida de ideas caducas y totalitarias..."
UGT, CCOO y Villarejo, reparten títulos de fascista en la Complutense