Cronología de la ruina: "Mariano, déjame la entidad un rato"'. "No Rodrigo, que la “Espe” no quiere". "¡Jo!, ¡déjamela, que no le hago nada! “Vale, te la dejo, pero ojo…”. Meses después Bankia es intervenida y el suplicante cesado. En el despacho de Rajoy se oye a una tronante Aguirre: "Entérate, me molaba más mi Caja Madrid que la Bankia de Rodrigo”. Precedido de un: “Eso, eso…”.
El relato podía ser ese, puro teatro, manifiesta teatralidad, pero lo cierto es que no fue el rato que se la dejaron a Rodrigo el motivo de la quiebra de Bankia, sino la mala gestión de la mano tonta del pueblo, los políticos, que en unos pocos años han convertido las dignas y sociales cajas de piedad en indignos ataúdes de despilfarro y usura, enterrando con ellas algo más que cientos de millones de euros, que no es poco. Me refiero a la esperanza del ciudadano medio, y cuando digo medio hablo de esos que aún conservan una porción de anatomía económica capaz de mantenerlos a salvo de la bancarrota, y cuando nombro la esperanza aludo a la que aún albergamos muchos de ver un día gobernado el país desde las instituciones democráticas del estado.
La nacionalización se revela cada día con más fuerza como la peor de las soluciones posibles, sin que ello suponga motivo de alegría sino la mera constatación de un fracaso que nos atañe a todos. Por eso que no te vengan con el cuento de “Brankia y los peces de colores”, porque esos, los somos todos.
La insolvencia con que este atajo de individuos se toma la cosa pública es digna de toda indignación. Sinceramente, somos unos capados o alguien tendría que tomar algún vuelo a Venezuela pero con gasolina para llegar a mitad del Atlántico.Al menos ese buen hombre que sisó cuatrocientos mil euros de nada, tuvo vergüenza y se exilió. Y se expuso. Y es un ladrón. Y lo sabemos. Estos no, estos son unos damnificados por la situación.
ResponderEliminarHoy estoy especialmente indignado porque acabo de leer a dos Ex-Consejeros de la CAM, afirmando que ellos no estaban preparados para votar determinadas decisiones. Coño, haberlo dicho antes de llevarte el sobre a casa.
En fin, amigo, que es de admirar tu estoicismo; jamás una salida de tono, jamás una navajada. "Si te mantienes sereno cuando todo a tu alrededor se derrumba....etc, etc."
La desesperanza me atenaza, es más, me desespero, el primero conmigo mismo, de ahí que mida el daño, quizá solo eso.
ResponderEliminarEstamos necesitados de cordura, pero miras a uno y otro lado y solo ves “carasduras”, esa es la suerte de juicio que, parece ser, nos resta.
Muchas gracias por tu visita y cariño.
Recibe un fraternal abrazo.