martes, 31 de enero de 2012

"YO अतिजो"



El hallazgo del cuerpo sin vida del juez Dreyfus conmovió los cimientos sociopolíticos del país.
Hombre polémico y audaz, había sabido aprovechar las sinergias del poder para ir haciendo justicia a sus justas aspiraciones despachando con arrojo algún que otro asunto de vital importancia que el mero interés partidista, cuando no lo políticamente correcto, habían ido extraviando en el baúl de las indignidades democráticas.
Su acción judicial se había caracterizado en esta última etapa por fustigar al partido conservador, lo que le había valido un aluvión de airadas críticas y una severa campaña de desprestigio.
La evidencia de los golpes y las marcas que mostraba el cadáver denunciaban la violencia, las motivación era de todos conocida, de ahí que a nadie del sector progresista dudase que la muerte del magistrado se debía a los malos modos, peores manejos y demás violencias de los sectores más radicales de esa ideología.
De inmediato se reclamó la presencia de un nutrido grupo de forenses internacionales a fin de garantizar la legalidad de la autopsia.
Una vez practicada se pudo conocer que las marcas y fracturas que presentaba el cuerpo cubrían otras más antiguas pero no menos graves. Y que si las más recientes llevaban el sello conservador las otras lucían el progresista.
Sin embargo, se dictaminó como causa de la muerte suicidio por ahorcamiento.
La presión sin medida concluyeron unos, la medida ambición, los otros.

4 comentarios:

  1. Joé..."Yo Atijo"...en Hindú!!...y encima sin hache!!
    Qué penita de Zeudocracia...qué Zola ze debe zentir la pobre!!
    Qué se puede esperar de un Régimen pactado...para continuar la Dictadura por otros Medios!!
    Pero los españoles erre que erre con su furbol...ehhh...jurgol...jo!!...no sé ni decirlo!!. En este País sólo aspiramos...farlopa; no lo digo yo!! lo dicen las estadísticas!!

    Saludos!!

    ResponderEliminar
  2. Puede tenerse por dichoso el Juez Dreyfus ya que, abandonando todas tus suspicacias, le has aplicado el bálsamo de Fierabrás que aliviará sin duda el dolor de sus heridas, pasadas y presentes. Es posible que el juez Dreyfus haya traicionado sus ideales de juventud; es posible que se haya dejado llevar por los cantos de sirenas y orillado en exceso la nave con peligro de colisión. Pudiendo ser todo ello verdad, no lo es menos que es peligroso atacar al poder que por definición puede. Y puede que salga malparado.
    Tu atizas y como siempre, para ser justo, atizas en varias direcciones,mientras el Uno te acusa de saber hindú. Y yo, haciéndome el tonto, tal vez porque lo sea, me pregunto..¿porqué los partidos políticos no persiguen con la misma intensidad a sus miembros corruptos como a los jueces que los enchironan?
    Remedando a Atila, triste y Zola se queda la justicia.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Irreductible amigo, tentado estuve de pedirte que dejases medrar en ti la polis de la esperanza, para de inmediato arrepentirme y pasar a animar en ti esa rebeldía de espíritu de que haces gala.
    Que no decaiga jamás la llanura ni la montura que la sabe volar. Que no se apague el arrojó del guerrero que no sabe conquistar.
    Recibe un fraternal abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Para responder a esa pregunta amigo César tienes tú argumentos más que sobrados. De todos modos resultaría injusto no poner en solfa esa perversión que lo va pudriendo todo, también a los jueces, y entre ellos a Baltasar que, digan lo que digan, ha prestado grandes servicios al Estado, y me gusta ser bien agradecido.
    Errando ha acertado se podría decir, y si fue navegando a su favor pues también, porque establecido el poder no queda para saber la verdad sino aprovechar los relevos y disputas internas.
    Recibe amigo un fraternal abrazo.

    ResponderEliminar