miércoles, 11 de julio de 2012

CIENCIA Y TEOLOGÍA




Parte de la comunidad científica trabaja a fin de colmar las necesidades existenciales del hombre, es, por tanto, netamente demostrativa y laica.
Existe otra veladamente especulativa que abjura de dioses y religiones para ir fundando a través de la crítica empírica de la narrativa sagrada otro culto, otra fe. En el estúpida creencia, cuando mejor, de que refutando los hechos en ella narrados y tomados como ciertos por el dogma se puede llegar a liberar al hombre de la acuciante necesidad de dios.
La angustia de dios nace en el hombre de la mano de su incertidumbre frente al destino y su fragilidad existencial. Debe pues ese corpus científico buscar curar esa herida allí donde nace, en la mente del hombre y no en el cosmos.
Contradecir en este ámbito a dios es afirmarlo, porque el constatar la asombrosa complejidad de lo creador no implica, sino en boca de miserables, desdoro hacia el creador, caso de existir, sino todo lo contrario.
La idea de dios se combate en el hombre a través de la ilustración de su mente sanándola del miedo que lo ata a la necesidad de imaginarlo.
Indagar pues en los orígenes del universo es hermoso pero quizás baste para ello acelerar ideas y no partículas, filosofar, en una palabra, porque al final el origen quizá sea solo la trascendental pregunta que se formula un ser incapaz de comprender lo eterno y de abarcar lo infinito.
Y en último caso, conocer el origen ni contradice ni afirma el fin.

6 comentarios:

  1. Así debe ser. Sentimos la necesidad de que alguien vele por nosotros, debido a nuestra fragilidad.Y también porque el mero raciocinio nos enroca sin salida. Y nos cansa. Pensar es un ejercicio doloroso que puede llevarnos a encontrar aquello que tal vez no queramos. Puede llevarnos al fondo de nosotros mismos y eso no hay dios que lo soporte.
    Una satisfacción leer tus pensamientos.

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  2. El placer es mío al poder contar y compartir contigo. Tal cual lo expresas es.
    Recibe un fraternal abrazo.

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  3. Reparar en el pensamiento es un indiscutible acierto que te reconozco. Indagar en esa esencia del hombre que piensa y siente lo es mucho más.

    Desapareció la enseñanza de la filosofía y del latín a manos de visionarios dogmatizados por una fe tan diurna como el dinero, ignorando que la sabiduría se encuentra en la luz nocturna de las estrellas.

    Cuatrocientos años antes de nuestra era un griego, que había iniciado su instrucción simultáneamente entre la filosofía y la teología, introdujo por vez primera el concepto del átomo. Demócrito, considerado por muchos el padre de la ciencia moderna, escribió sobre ética, matemática, técnica, música… “Dios –dijo- es Mente,…”. Veinticinco siglos después seguimos intentando descubrir qué hay dentro de su átomo.

    La mente de un científico busca dentro de sí misma, se explora y se pregunta, neuronas mirando a neuronas, estrellas mirando a estrellas, infinito a infinito, en un intento por descubrirse y sin más prejuicio que el que impone la propia naturaleza que le constituye, la de ser hombre. Alejarse de la limitación que ello implica, adoptar otras miradas y perspectivas más objetivas, exige un esfuerzo y disciplina que resulta imprescindible en la definición misma de esa cualidad científica. Cualquier otra acepción es simple impostura.

    Sin duda, interesarse por la naturaleza de las cosas podría equipararse a la búsqueda de un dios, pero no desde la fe en él, sino desde la fe en el conocimiento.

    Hermosa velada.
    Un cordial saludo.

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  4. D. José Alfonso!!

    Justo el sábado picaron a mi puerta una parejita de testigos de jeová que pusieron toda la carne en el asador intentando meterme el miedo en el cuerpo con un más que próximo cataclismo universal!!. Me lo pasé como los enanos, ReDios!!, esos raticos son impagables!!

    ;))

    Lamento no poder ofrecerle nada más elaborado...ya ni recuerdo desde cuando soy ateo ni qué conocimiento me llevó a apartar de mi la impostura religiosa. Lo que sí es cierto es que serlo es un ejercicio personal e intransferible. Cualquier intento de proselitismo o de imposición sólo fortalece la mística de los necesitados (yo llamo así a los creyentes). Que cada cual ilumine su camino como buenamente pueda.

    Saludos!!

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  5. Nada más hermoso que indagar en la naturaleza de lo que es y también en lo que aún no es.
    Ocurre FJavierque a menudo presiento que nos hacemos tanta falta aquí que caigo en la tentación de exigirnos unos al lado de los otros, intentando de una vez desentrañar la misteriosa fuerza que nos atomiza hasta el extremo de la perversión, que digo, la transgresión última, estigmatizar la vida y derramar la alegría que le debemos.
    Hermosa reflexión la tuya, hermosa y profunda.
    Gracias por estar ahí, por iluminar este espacio con la luz de tu mirada.
    Recibe un fraternal abrazo.

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  6. Tú dios es tu ánimo: intacto, capaz y autentico en la expresión de sus actos. Y ese amigo es el mejor testimonio de humanidad, el más exacto antítodoto contra el miedo existencial que nos ata a dioses y hombres.
    Tú sentido de la libertad es tú universo.
    Estás amigo mío al completo, que amanezca pues el cataclismo. Es más cabe que desees capitanearlo.
    Gracias por tus palabras y tu visita.
    Recibe un fraternal abrazo.

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