lunes, 14 de junio de 2010
LO POSIBLE Y LA POSIBILIDAD
Dicen que los europeos, españoles incluidos, hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Si así ha sido afirmo en nuestro descargo que lo hemos hecho inconscientemente, en una palabra, que hemos sido posibles y gozado a demás de la posibilidad sin tener conciencia de ello, o lo que es lo mismo, siendo del todo imposibles y sintiéndonos huérfanos de toda posibilidad.
Supongo que este haber sido sin haberlo sentido es el que nos mueve a callar y aceptar tan injusta acusación no con resignación sino con la indiferencia propia de quien no se da por aludido, sino que oye la sentencia y la siente ajena a su realidad, algo que se dice de un manirroto.
Llegados a este punto no cabe sino admitir que el estado del bienestar es pura ficción, mero espejismo, nítida sensación de vivir, elemental realidad virtual en la que hemos invertido hasta aquello de lo que aún no disponíamos. Despilfarro por el que ahora se nos exigen e imponen graves recortes en la esperanza de que podamos retomarnos en la exacta medida de lo posible y reconocernos en la siempre utópica posibilidad. El envite se antoja necesario, es lo lógico, urge redimensionarnos y para ello debemos renunciar a lo tridimensional para contemplarnos planos en el titánico esfuerzo de volver a esos tiempos del estado del malestar, en los que éramos aún capaces de ser críticos y rebeldes con nosotros y con la realidad hasta el extremo de llegar a imaginar cambiarla.
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Arrepentido por haber vivido y bebido por encima de mis posibilidades, he emprendido una cruzada resuelto a devolver a la naturaleza lo que tan golosamente le he usurpado. Fiel a ese empeño durante el último mes he conseguido restituirle en forma de grasas y otras deyecciones la no despreciable cantidad de..500 gr. Cantaría arias, aún desafinando, si consiguiera eso mismo durante los próximos doce meses, pero de nuevo la tentación ha llamado a mi puerta y en mi último viaje a O Grove me he fajado 600 gr. con lo que el saldo a restituir se ha incrementado. Me abandonaría dulcemente, pero en cuanto me relajo oigo en estereo las voces de mi doctora y mi santa esposa que me advierten de los peligros indoloros de la hipertensión. Así que he decidido prestarles atención y he vuelto a encordar las raquetas de tenis intentando recuperar la buena forma que me permita volver a recaer en la glotonería.
ResponderEliminarNo obstante y por si no pudiera compensar por ese camino los excesos cometidos , me he propuesto deshacerme de mi caprichosa bodeguita de 50 botellas elegidas con mimo unas y obsequiadas otras y con lo que obtenga compraré un vino socialmente más aceptable y que no incurra en pecado capital, sino venial.
Es pues ahora el momento de que hagas tus ofertas, amigo Jose Alfonso, estoy dispuesto a compartir mi bodega, si a cambio me regalas algunos de tus adjetivos y metáforas.
Que el estado del bienestar también es intelectual, no sólo material. Abusón.
Recibe saludos cordiales.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCreo que va a obtener perdón sin excesiva dificultad, no en vamos estamos hablando de gramos, en fin, otra cosa es la esposa que te quieren la medida exacta en la que le has de acompañar, es decir, en lo posible y en la posibilidad.
ResponderEliminarRespecto a compartir bodega te diré que no hay me temo dinero que pague tan exquisitos caldos crecidos bajo la magnífica sombra de tan sensible bodeguero. Respecto a la metáforas que te puedo decir, por muchas de las tuyas suspiro yo.
Muchas gracias amigo por salir de la mina y venir a esta veta de carbón apagado.
Recibe un fraternal saludo.