domingo, 1 de diciembre de 2013

“CONCERTINA”

La concertina es un instrumento musical, paradójicamente, de la familia de los de lengüeta libre. En fin, música que en el viento suena a  alegre celebración. Sin embargo, a las que hago referencia no son de esa bondadosa naturaleza, son por el contrario malas bocas que muerde sin piedad a esos hombres y mujeres que, en la fatal creencia de ser marea alta de un océano de razón y justicia, se lanzan sobre ellas a desprecio de sus vidas. Las cuchillas abren en la carne profundas heridas de posible cosido y debilidades en el alma imposibles de remendar, no en vano socaban lo que les resta de confianza en lo humano, en la humanidad, porque no lo es tratarlos como si fuesen animales en estampida.
Pero la impiedad tiene, como todas, su propia música en los telediarios donde las de acero se tornan instrumentos de lengüeta libre, y es que se habla de ellas con tan musical suerte y certera equidistancia que producen náuseas de inocencia. Son solo navajas que brillan en la cotidiana gresca de los grupos políticos, pasto de asociaciones de derechos, cuestiones sobre las que cabe discutir y crear brillantes discursos.
 Duele, no lo niego, pero solo hasta ese punto en el que pasas de sus terribles efectos a la pasarela de moda de París y de ella a la última ocurrencia en la red de redes y de esta a las bondades de esa exitosa música a la que le han puesto grupo. A partir de ahí, todo es sonata para concertina y buena conciencia.

“ETA S.A”

El terrorista no es un revolucionario sino un sicario porque la estrategia de su organización no pasa por un cambio social sino por secuestrar a la sociedad y prolongar esa situación en el tiempo. Para ese criminal equilibrio despliega una actividad netamente mafiosa y rentable, estratégicamente representada y publicitada. 
 Mientras que el revolucionario busca cambiar el sistema social y para ello necesita una acción rápida y decidida que le permita lograr su objetivo sin pudrir el ideal que lo inspira. Para el terrorista el ideario no es sino el libro de instrucciones que da a la ciudadanía para que conozca sus reglas y las respete, con el aseo, eso sí, de toda cuanta chatarra utópica e ideológica tenga a su alrededor. Pero dejando clara en su fondo intimidatorio la advertencia de que aquel que no lo siga correrá la misma suerte que sus víctimas. 
Al perverso manual añade todo la fanfarria social que es capaz reunir en la calle: agitadores, pintadas, pancartas..., publicidad de su fiereza, porque en todas busca expresarse feroz.

Y ya en el sumun de la brutalidad y como colofón a su criminal quehacer se muestra brutal en el asesinato, cuanto más cruel y más llamativo mejor. De hecho, ETA acostumbra a rematar a las víctimas que tirotea, pese a saberlas más que muertas. Ese disparo último no es para ellas, sino para la sociedad ante la que escenifica, diciéndoles en esa bala: “Veis lo que le hago pues lo mismo os haré.”

UNIVERSOS RAYUELA

Hay días en los que parece obligado hablar de todo hasta que adviertes que todo está manchado de palabras, palabreado como vulgar calderilla, cuando no lo es. Huyendo de esa dolorosa certeza busco referirme a esa nada que lo habita todo, pero también ella ha sido ruin e indolentemente pronunciada. En el desconsuelo de esa clave me pongo otoñal y digo ¿qué puedo hacer? Soy la fragilidad del hombre en medio del universo, hijo de la fatalidad, un juguete del destino. Miento y lo sé, los universos se tocan, porque no son ni únicos ni infinitos, son por el contrario múltiples hasta lo infinito e infinitos en lo múltiple. Solo el hombre lo cree así porque se niega a reconocerse en ese universo que es y en el que vuela libre su voluntad. Quiere ser uno y finito frente al infinito universo para no tener así que dar cuentas infinitas e infinitamente personales de nada. 
Somos responsables en lo individual y en lo colectivo, pero cómo asumirlo. Es otoño y las hojas caen finitas y las finitas calles se cuajan de símbolos infinitos y podemos respirar melancolía sin sentirnos culpables de nada de lo que ocurre, porque en todos lados, buscamos creer, nos acecha el hado de un universo inescrutable único e infinito. 


Horacio, el protagonista de “Rayuela” de Cortázar, no busca a la Maga, fía esa urgencia a una fuerza superior, a la natural atracción de los universos. Solo en esta apetencia nuestra, casual y frágil cabe la inocencia

TV ANATÓMICAS

Las televisiones autonómicas paradójicamente no gozan de autonomía, claro que no fueron creadas para ser autónomas y aún menos para ser comunes. Su concepción de lo general se fundamenta en el mero entretenimiento, en ser entre horas entretenidas, reservando lo sustancial para los particulares intereses del partido en el poder.
Es por eso que entre Gayoso y Pemán se abre un espacio que el gobierno hace suyo: explicando proyectos, expresando certezas, dejando entrever dudas,  justificando errores, denunciando a la oposición y desacreditando las que esta formula en su contra. Un tiempo nodal, del Nodo de “Paco”, el de toda la vida, pero en versión moderna.
 Entre Pemán y Gayoso, el mal tiempo y la buena cara, se abre un espacio de cruda realidad que ellos buscan hacer, sino creíble, sí a su medida.
Xabarín enternece, el histriónico “superpiñeiro” anima, lo sabemos, pero evitemos sentimentalismos, estas TV no son sino un diente más en el engranaje de impunidad que han ido urdiendo los gobiernos autonómicos a fin de protegerse en todos los ámbitos, motivo por el que merecerían su inmediato cierre. Pero no solo hay en este asunto contenidos y continente, hay rehenes, los trabajadores, por ellos duele y por ellos se defiende una programación que nos entretiene y programa más allá de lo democráticamente saludable.

TV autonómicas, dicen, anatómicas digo, basta ver lo cómodos que se sienten en ellas consejeros y presidentes.

LA HERÁLDICA DEL HUMILDE

La heráldica marca la gesta heroica de una estirpe, trazando el mapa de una memoria casi indestructible por su capacidad de trascender, de grabarse a fuego y sangre en las paredes en favor de un simbolismo cuajado de arcanos difíciles de descifrar. A partir de ahí la conducta de sus descendientes no hará perder al escudo el brillo que produce la fascinación del poder y la gloria, aún los más deplorables.

Sin embargo, los blasones de aquellos hombres y mujeres que nacieron a la vida por el túnel del esfuerzo y ya no lo abandonaron, que surcaron mares en busca de fortuna de la mano de una garlopa y un martillo, que cortaron caña de azúcar en Camagüey. Y regresaron un día derrotados, que no vencidos, y en prueba de esa fe se retomaron en la gleba de su patria, para ir tatuando sobre ella y su piel el escudo de sus apellidos. A esos, paradójicamente, parece que no les debemos memoria, la suya se torna frágil y quebradiza a poco de haber perdido su lugar en este mundo. Y todo lo que fueron, también su primoroso escudo de sangre y sudor, es vendido en sucia almoneda, como si no fuese nada, acaso una traza de roña que hay que lavar para sentirse de verdad libres y capaces. Obviando que lo poco o mucho que somos es por ellos y su ejemplo. Y que cuando nos deshacemos de sus pertenencias y malbaratamos su bienes no estamos sino haciéndolo con nosotros mismo, en el tránsito de la heráldica del humilde a la merma del miserable.

“LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE INÉS”

Como si de animal de explotación avícola se tratase el sexador penal toma al ser humano devenido en criminal o víctima y lo clasifica según su utilidad en reciclable o desechable. 
En su condición de narrador omnisciente elabora entorno al primero un discurso que en el descabellado afán de explicar de modo brillante todo el abanico de posibilidades de sus actos llega a ser capaz  sino de exculparlo si de justificarlo. Al él se suma el dudoso argumentario legal y la fascinación general que produce el crimen.
Mientras la víctima deja de ser ese fulgurante polo de indignación y escándalo que es de inicio para convertirse en un estorbo. Rompe el hilo discursivo en defensa del criminal y duele sin margen para lucirse en la explicación de tan natural reacción.  Urge, por tanto, desmemoriarla y para ello qué mejor que orillarla con cierto aseo y si se pone pesada exigiendo justicia, se le desprestigia: “la justicia no es venganza”, “nosotros no somos como ellos”…
Y  es que por más que lo disimulemos la víctima es incómoda en la medida en que entraña un fracaso, mientras que el fracaso del criminal supone un reto, el de devolverlo al rebaño, algo que si se consigue aún en la mera apariencia nos llena de un orgullo rayano al de los dioses creadores.

El sexador penal, por tanto, no atempera sino que exaspera en la medida en que se suma a la afrenta en favor del ofensor y no del ofendido. De ahí la importancia de llamarse asesino.

EL SER Y EL SON

Qué son esos hombres y mujeres que huyen de sus naciones dejando atrás sus señas “identitarias?” ¿Qué son para nosotros, atentos ombligos de esa suerte de alfarería“psicoticonaciopatriotica”? 
Observándolos desatentos de las que son hoy virtudes cardinales de nuestro ser cultural, político, social y emotivo se nos antojan poca cosa. Sin embargo, representan la humanidad en la medida en que esta se hace carne y alma en cada uno de ellos. Eso son una vez que se aventuran en busca de un lugar donde ser humanamente posibles. Un lugaren el que su condición valga cuando menos el elemental respeto del que aquí disfrutamos.  Humanidad que grita al hombre pleno en la desnudez a que le somete verse desposeído de sus atributos culturales y sociales. Al hombre que lo es porque así lo dicta su condición y así se puede constatar en el solo hecho de mirarlo, abrazarlo y sentirlo en el alma de la piel. Un hombre sin papeles y sin identidad vive a expensas de su humana singularidad.

Podemos, por tanto, afirmar que la humanidad naufraga y fenece en Lampedusa o en el Estrecho y nosotros nos limitamos a poner el grito en el cielo y a golpear el pecho. Por la sencilla razón de que no somos hombres ni humanidad sino un puñado de criaturas deshumanizadas, sumidas en la dialéctica de las identidades, de las culturas, de las naciones y cualquier otra suerte de malicia que nos permita cerrar la puerta al hombre, qué decir de la humanidad.

PAROT Y LA PARODIA

Alguien sintiéndose perjudicado por la decisión de un jefe le largo:. “¿o es tonto o es un hijo de …?: quiero pensar que es tonto”. Con menos contundencia pero si pesar me gustaría interrogar a los sucesivos gobiernos democráticos, presidentes y ministros de justicia a la cabeza, sobre que quieren que pensemos que eran cuando afirmaban en los funerales que los terroristas se iba a pudrir en el cárcel. Pese a saber que tras esa afirmación y las pomposas condenas de tres mil años se escondía la aplicación de un C. Penal que les iba a permitir, en colaboración con la fanfarria de la reinserción automatizada o autómata, salir tras cumplir no más de una decena de años.
¿Tiene sentido hablar de reinsertar o reeducar a aquel que no solo justifica sus crimines sino que permanece fiel a los principios y fines que lo llevaron a cometerlos y en el seno de la organización criminal que lo alentó?
Por todo ello afirmo que la Doctrina Parot no es sino un acto de justicia. Tanto es así que el T. de Estrasburgo debería mantenerla y a la par encausar por un delito contra los D. Humanos a quienes consintieron esa perversión, porque es perverso y delictivo desatender tan elementales derechos en las víctimas para atender por indolencia o maldad a las argucias legales del victimario. 

Me temo eso sí que “se la van a coger con papel de fumar”, como nuestros infumables políticos que se lo fuman todo, es más, que parece que estuviesen “fumados”.

ASUNTA Y EL DOLOR



Se interrogan personas de buen corazón por el infinito desamparo de la memoria de Asunta, la niña asesinada en Santiago. ¿Quién la va a llorar?, se duelen porque intuyen que a nadie le va a doler como es debido. Pero, ¿cuál es el deber de dolor ante la muerte? Esa es la clave.  En la calle hay: indignación, escándalo, insulto e ira, ruido en definitiva hasta en las más ocultas intenciones. Y eso se nos antoja impropio. Pero ¿quién o con qué se mide el dolor?
Ante la pérdida de un ser querido me he sentido incapaz de expresarlo, es más, horrorizado por no sentirlo, por ser presa de una sensación que se va del vacío al abatimiento. Es absurdo, lo sé, reprocharse no saber lidiar con el daño que nace de la muerte: mano desconocida, colofón de nuestro destino, radical negación de nuestra existencia. Es por ello que intuyo que toda expresión de sufrimiento es válida, porque cualquiera ha de valer ante aquello que desborda nuestra capacidad de expresión y comprensión.

Asunta va a ser llorada y recordada como sabemos, también con esa alfarería sentimental, visceral y comercial que ahora nos horroriza. Escoja pues de todos nuestros gestos aquellos que de verdad alivien el astro de su singularidad, esa alta vibración existencial que aún recorre, lo hará siempre, el universo que discurre entre Santiago y su alma, única certeza que poseemos de la realidad de este mundo del que fue arrebatada sin otra culpa que la de su inocencia.

EL BOTIN DE RODRIGO


Suenan los melancólicos acordes del Aranjuez de Rodrigo. Descuelga el teléfono en la dejadez de esa clave. Se oye una voz vital. 
–¡Bueno días!, soy Emilio.
-¿El de Rousseau?
- El del Santander.
- ¿El de Hobbes entonces?
-“¡El hombre un lobo para el hombre!”¡Tonterías!, el hombre un negocio para el hombre. Ese es mi lema.
-¡Cabal! Pero dígame, ¿qué se le ofrece?
-Me gustaría contar con Ud. como consejero internacional.
-Dirán que tiene en poca estima el botín. Horas bajas, ya sabe. 
-No se amilane, su currículo le abala.
-En lo público, porque en lo privado, una ruina. Además, hoy contamos con jóvenes talentos:  los exportamos.
-Sí, sobrados de títulos y faltos de agenda.
-Dominan varios idiomas.
-Menos el que a me interesa, el de comerciar sin desdoro ni para el que se vende ni para el que lo compra.
-Engrasar, entiendo.
-Se engrasan las maquinas D. Rodrigo, a Ud. le reservo para tareas más sutiles. No es ingenio mecánico lo que va a mover sin a conmover voluntades.
-Ese ha sido mi oficio durante mi vida política. Es duro D. Emilio, tanto como ingrato, te piden milagros y no somos santos.
-En mi regazo hallará merecida peana.
-¿Hablar de salario no nos es propio?
-¡Un insulto!
-¡Insúlteme!
-De consejero, más comisiones, ¡claro!, como en Bankia.
-A esa ni mentarla.
-Un borrón lo echa cualquiera.
-Un marrón D. Emilio. Además, corren malos tiempos.
-Nos lo van a decir a nosotros.
Risotada al unísono. 

-No, si al final aún me alegra Ud.  el día.

domingo, 29 de septiembre de 2013

LARGA MIRADA


      Roy Batty,replicante rebelde de“BladeRunner “,afirma: “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuse. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia.”
      Yo humanoen proceso de construcción digo: He visto en los puentes del Umia gorriones cazando arañas utilizando la técnica del colibrí.
      Para un ciudadano próximo, vecino de Caldas, las distancias que marcan la épica no soportan comparación. Orión está a años luz de la tierra y el humilde puente del Umia a la puerta de casa. Sin embargo, para un observador ideal, no necesariamente situado en el centro del universo, la distancia y la  gesta poética se habrían realizado a la misma distancia y en una misma región del espacio. En ese misterioso lugar donde se concreta realmente lo infinito y eterno de su espíritu, la pulsión sensorial y sensitiva que nos conmueve hasta el supremo esfuerzo de la poesía.
     
La distancia  no la define la proximidad o el conocimiento sino la constatación de la íntima esencia de lo creado y de lo que se ha decrear. Seguridad que no se adquiere por la vía de la fría razón sino por el ardiente ingenio de la imaginación cuando en un alarde de sensatez perfila hasta tan sutil extremo la realidad, de modo que alcanzamos a contemplarla en su plenitudpermitiéndole así formar parteinfinita del eternoque procede.
José Romero P.Seguín.

domingo, 22 de septiembre de 2013

EL ÁRBOL Y EL BOSQUE


     
     “Que el árbol no te impida ver el bosque”, sentenciamos a menudo con esa natural indolencia a que aboca la cosmética cultural.
      La frase advierte sobre el peligro de que la unidad nos impida ver la pluralidad. Buscando aplicarla a la realidad, me traslado (años ochenta) a una ciudad del Norte abierta al mar por el hermoso zaguán de una bahía de ensueño. En ella un policía municipal negro, uno solo en plantilla. Era verlo y decirte, mira que nada racistas, que integradores, que europeos.  Y lo eran en aquel hombre. Mientras, a su alrededor, miles de hombres y mujeres venidos de otras provincias en procura de mejores condiciones “sociolaborales” eran tratados con cierta displicencia y adjetivados despectivamente sin excepción.
      En la actualidad la vía catalana para la independencia. Vía: camino, circulación, acceso, comunicación, eso en apariencia, detrás: frontera, peaje, pasaporte, conveniencia, señoreo, la particularidad de la tribu frente a la singularidad del individuo. 

      Aquel policía y esta vía no son sino ese árbol que nos impiden ver el bosque. Ambas hablan con palabras torcidas de un aún más torcido talante. Ambas han sido plantadas ante nuestras comodonas narices para confundirnos o permitirnos justificarlo. Pero por más que no queramos saberlo aquel “árbol” humano y esta humana exigencia no esconden sino la profunda y caprichosa inhumanidad de esos que se anuncian magníficos en la vileza de tan burdo engaño.

martes, 10 de septiembre de 2013

CURSO POLÍTICO


     


   
 Paseando por Soutomaior advertí revuelo de gente armada y uniformada, también camuflada, con ese chulo desenfado que lo hace quien no sabe callarlo. Coches con sirena “sireneándolo” todo, helicópteros garabateando el cielo, en fin, un “sindiós” en toda regla.
 “Inauguran el curso”, me advirtieron. De inmediato imaginé que sería alguno de los párvulos ojito derecho de primeriza, porque sino cómo explicar tanto jaleo. Del absurdo me sacó de inmediato el informante, añadiendo, “está Rajoy y la plana mayor del PP”. Que se matriculasen todos resultaba aún más descabellado teniendo como tienen posibles para hacerlo en Madrid y por la privada. “Curso político”, volvió a la carga el bueno del hombre. ¡Claro, claro!, afirmé, buscando no “sobreinformarme”, porque entender no lo iba a entender de ningún modo. Y es que cómo justificar semejante fanfarria en horas de tanto ajuste y recorte, y menos aún para dar continuidad a una responsabilidad que no debieran ni mencionar haber echado en el olvido, la de gobernar el País. Pero qué se le va a hacer, son floridos en lo suyo e indolentes con lo nuestro.
      Espero que se haya matriculado el presidente en todas las asignaturas, también en esa que se le atraganta, la de Bárcenas, y si no lo ha hecho que se le retire la beca, porque no le llegan los créditos, y de crédito no anda sobrado.

    Y si es incapaz a pasantías con la “licenciada” Cospedal, que parece tener algo más claro tamaño oscuro.

lunes, 2 de septiembre de 2013

ALMAS TIZNADAS




www.slideshare.net/lilaorsa/cositas-de-santi-y-halo

     El ser mitológico de Galicia se expresa en el mar y en el árbol. En la marea de su infinitud se resume el temporal y la calma. Verdes bosques que junto a pedazos de mar azul sobre el azul cielo se vierten con la placidez que se hunde la Tierra en la profundidad del universo.
     De su mano nace la luz que ilumina el Sur y la sombra que alumbra el Norte. De ellos el rumor y el estruendo que alienta en el primero  y último de los poemas “monótono fungar”.
Almas de nuestras almas se nos quiebran las gargantas cada vez que la indolencia o la maldad les tiznan el rostro abismándolos en las tinieblas de una noche sin goznes, porque eso son, cuando son quemados.
     Mar y árbol, en eso se resume la genealogía, la mística y la real mitología gallega. De ellos la suerte que se nos da generosa y repartida. La fuerza que hermana montañas, ríos, hombres y pueblos. Y siendo así ¿qué voluntad es la que contra ellos se alza implacable y criminal? ¿Quién el diablo en este cielo al alcance de las manos? El pirómano, el ser inculto y brutal, al que solo mueve el interés, nos decimos con razón, pero qué razón hallamos en ella, solo el infinito desaliento a que aboca tener que reconocerlos hombres y no bestias. Terrible evidencia, pero es de ella donde hemos de obtener el ánimo para derrotar a ese dragón que no asusta la queja sino la resuelta voluntad de defenderlos. 

     Carne y espíritu de mar y de árbol somos, comportémonos  pues acorde a su nobleza.

lunes, 26 de agosto de 2013

CIUDAD Y CULTURA



      La luminosa tarde de agosto me permitió visualizar en la distancia un Santiago desconocido, blanco y luminoso, más próximo a un pueblo de cal del Sur que al gris farallón de piedra y bruma que es.
Brillaba Compostela arrebatada de luz bajo la camelia estremecida de su honda sombra, pétalo, piedra y lluvia en quehaceres del alma. 
Sobre la ladera del monte Gaiás, destellaba la descarnada osamenta de un animal intemporal, el de la soberbia del gobernante, que no pudiendo inaugurar la culta ciudad optó por construir la       Ciudad de la Cultura. Catedral laica que en tan bárbaro afán semeja haber fagocitado la urbe, para ejercer de ella y también de esa urbanidad que es la cultura, religión de la razón que nos ha permitido construir un dios más allá de nuestra imagen y semejanza, un dios con el que hacer sombra al de la sinrazón en la fe. Esa “agri-cultura” que habla y se aprovecha de la fragilidad del ser y lo incierto del estar.
     En el Santiago sin dimensión en lo terrenal ni orientación en lo espiritual, la catedral sangra las calles, de algún modo lo irracional de su naturaleza le permite derramarse lenta sobre la pulida piedra y el frágil decorado del orvallo. Es una ser vivo, alienta piedra y niebla en el soplo grave de su inmensa belleza. 

     Arriba, el antediluviano ser yace fenecido y se pudre en sus entrañas la ciudad que urdió la megalómana voluntad de esos hombres que pierden el norte hasta en los luminosos días del sur.

TRAMA Y TRAMOYA



     Yo que no me he carteado con Bárcenas. Que no he participado en la tómbola trucada del sobresueldo. Que no me he comido cuarto y mitad de autovía en salsa de donación. Que voto en medida y en medida me reboto sin atender al color. Que no tengo nada que ocultar del tamaño del peñón, digo que lo de Gibraltar no es tolerable. Y no por ser merma territorial, o afrenta a la soberanía nacional, sino porque me alarman y disgustan esos estados supermercado o casino que nacen y viven al calor de banderas y fronteras. Puntos negros de insolidaridad y corrupción. Espacios de impunidad donde habitan y medran delincuentes en gama multicolor.
   Defendiendo Gibraltar no se defienden derechos de hombres y pueblos sino los oscuros intereses de los que los vulneran. Por ello afirmo que la sucia cretona, el rancio terciopelo o la basta arpillera de ideologías y partidos que lo toman sin asco como telón tras el que esconder sus deslealtades,  no son más perversos que el delicado tul con el que las almas delicadas buscan ignorarlo. Porque al margen de tan bastardos intereses, se hace visible la terrible evidencia del paraíso fiscal, cloaca donde va a parar el dinero de los contables y condestables, rancios todos en el viejo oficio de corromper. El establo, en fin, donde engorda el dinero de la mordida y la comisión.
    Gibraltar puede ser hoy una disculpa, pero eso no le resta ni un ápice de culpa. En una palabra, no cambia su perversa condición.

martes, 13 de agosto de 2013

BENDITA MALDICIÓN


Dios expulsa al hombre del paraíso y le advierte: “Ganarás el pan con el sudor tu frente”. La exclusión como la condena supusieron la más alta dignidad que nos fue concedida, porque ganar el pan supone ganar también la libertad. Dejar de ser mamíferos estabulados en el paraíso para pasar a tomar posesión de la faz de la tierra. 
Ganarlo nos dignifica, con esfuerzo, aun más. Pero, en qué ha devenido finalmente esa maldición con que se nos bendijo, en una constante ida y venida entre la adopción y la expulsión de tan elemental derecho. Decretado, por cierto, por la lógica del universo a través de la boca de un  dios que no estaba lúcido, y menos aún en la naturaleza de todo y el pensar de todos. Sino cómo no ver que la maldición iba a ser conseguir acceder a él. 
El trabajo es responsabilidad individual y social no negocio. Compromiso del que no se nos puede expulsar, excepto que antes se nos haya expulsado de la vida, de la libertad, de la dignidad: ¿es eso?, ¡verdad!
La verdadera expulsión se ha consumado a través de la perversión de comercializar con la primera y última de nuestras responsabilidades: ganar el pan. Lo ha sido siempre, siempre propensa al mercadeo, a la injuriosa explotación, a la infamia, tanto que, paradojas de nuestra condición, nos hemos roto las manos y las bocas por hacerlo dentro del respeto a lo humano y ahora que íbamos camino de  conseguirlo, ¡qué pena!, lo que falta es humanidad y trabajo.

jueves, 8 de agosto de 2013

“PRESOS-CRATICOS”



El presidente compareció por fuerza de la voluntariedad a que impele la tozuda realidad y la tozudez de la oposición,  a fin de explicar lo inexplicable, el milagro del “T. Bárcenas”, capaz de cuadrar tres cajas: A, B (o de “colegeo”) y sub B, (o suiza), en una relación sobrenatural. Atendiendo a lo antológico del reto el presidente barajó acogerse a la teología, ya saben: El PP engendró a Bárcenas, Bárcenas engendró la mordida. O lo de Bárcenas fue por obra y gracias del espíritu. O Bárcenas creó la comisión y vio que era buena. O el dogma: fe hay, ¡y mucha! Finalmente se decantó por la filosofía, concretamente por la mayéutica de Sócrates. Procedimiento por el que el interrogado formula preguntas al interrogador a fin de que sea este quien se responda. Porque el responder con una pregunta a otra pregunta no es gallego sino socrático. 
Rubalcaba, ajeno al ardid, subió a la tribuna de inicio presocrático, y afirmó como Tales del agua, Bárcenas es el principio. Para de inmediato, asistido en lo discursivo por el numérico Pitágoras, acogerse a Platón, Bárcenas es la idea, a Aristóteles, Bárcenas es la potencia.
Los demás nos quedamos con los cínicos, lo/s nuestro/s. Los del PSOE apártate Rajoy que me impides ver a Rubalcaba, y los de PP hazte a un lado Rubalcaba que no veo a Rajoy: Diógenes en estado puro.
Y yo escéptico y resignado, digo como Protágoras el político, qué decir del tesorero, es la medida de todos nosotros.

PERSISTENCIA DE LA TRAGEDIA



Desde la antigua Grecia, al teatro romano, pasando por la parroquia  de Angrois, Santiago, se repite la tragedia. Asistida siempre por el frágil vigor de la vida y el sólido decaimiento de la muerte, con la civil fe de quien da de comer a los dioses y de pensar a los diablos: nunca tan terribles y funestos. 
No preside la existencia la vida sino la muerte. La vida es solo esa fragilidad que la asiste a fin de tejer sus seductoras urdimbres.
De nuevo ante el dantesco espectáculo se hacen eco en nuestros despavoridos ojos la estampa de la Ilión derribada. Rasgados sus adarves y masacrados sus habitantes.
No hay gloria en tal espanto, la guerra es hoy prisa, el resto, fatalidad, la de morir sentados a manos de la indolencia de esos hombres e ingenios a los que les es concedido conducirlos, como siempre ha sido, lo hizo Agamenón y también Príamo. Hoy, el conductor.
No se ha consumado un accidente sino la desdicha, espléndida en lo terrible de su esencia, cumpliéndose para un fin que se nos escapa pese a ser persistente en el discurrir de la existencia. 
La esperada, la temida, la odiada, la secretamente deseada está ahí otra vez. Y nadie va a elevar un hermoso canto épico. Nadie la va honrar en medida porque duele aún más que el dolor. Porque es aún  herida y no cicatriz, la que sin duda ha de marcar el rostro de la vida, para que no olvide la muerte que lo eterno de su esencia habita en lo efímero de nuestra trágica existencia

“BARCENARIO”



Me gustaría disponerde un “bárcenario” de contundentes insultos para una mejor expresión de mi indignación. Pero, soy incapaz, tal facultad ha sido borrada de la faz de mi ánimo e imaginación por la vía del hartazgo. No voy a recordarlas ni mucho menos enumerarlas, no es de buen gusto, además, no busco entrar en la guerra del ventilador, busco solo dar triste testimonio de mi soberano poder de lavar las miserias de unos con las de los otros.
Y es que es este un problema que exige algo más contundente que un relevo de gobierno. Porque es mentira que la urnas laven aquellos errores que no son de gestión. Me refiero a los que entrar dentro de lo delictivo. Esa es,por tanto, la primera cuestión a discernir y a partir de ahí dejar que el la ley cumpla con su mandato y paguen los que han delinquido por sus culpas.
Las elecciones anticipadas no puede anticipar impunidad, ni tampoco complicidad del sistema con los corruptos. Las urnas no son lazaretos sucios donde purgar los partidos cuarentena.
Ocurre que el ruido que ahora oímos en torno al caso Bárcenas, no es sino ganas de relevo para la primera de las corruptelas, la de “nuestros”. Esa que recorre la sociedad y todos sus estamentos y que se concreta en la prebenda, en el puesto, en la subvención. Me refiero a la revolución de los sectarios y oportunistas que en nombre de la justicia y la transparencia no hacen sino tejer capuchas para las atrocidades de futuros gobiernos.

LO HUMANO Y LO MARCIANO



Marte es esa segunda residencia del clase media. El panteón del currito en casa materna. El club de provincias para el socio del “Barsa”. El cielo civil y laico del cristiano progre. La feliz pieza de repuesto en la infeliz avería. Una de las muchas caras ocultas de la siempre siniestra esperanza. Una tranquilidad, solo eso, que nos remedia de todo temor en el quehacer demiúrgico. De modo que no hay barbaridad que no conjuremos con la promesa de una dudosa mudanza interplanetaria.
A ese fin se buscan personas dispuestas a viajar a él sin billete de retorno. Y no son pocos los que se apuntan. Se van a arrepentir, y es que en Marte no atan los perros con humanidades, es más, es posible que por no haber no haya ni capitalismo. Comunismo sí, porque el comunismo es consustancial con todo aquello que adolece de propiedad, y él es impropio.
Pero como explicárselo, si no hay grandeza o rareza a la que no le observemos naturaleza extraplanetaria, refiriéndonos a él, que lo es por antonomasia.  
Vitalidades y virtudes que vienen de nosotros como de nosotros viene la estúpida tentación de ir pudriendo mundos en vez asear este.
Puede que para la humanidad suponga un avance. Pero tengo como Pessoa poca fe en la humanidad, cargada de ritos tan tercos y brutales como este de colonizarlo para un futuro sin presente, el del holocausto nuclear, que creo que no cuenta con nosotros. Quizá por lo “humano” de su condición, por su “humanidad”.

“FREEDOM” AMBICIÓN



Desde el elitista circo romano a las más “rata” de las peleas se ha oído en boca de energúmenos el: “¡mata, mata, mata…!  La exigencia  de la sangre derramada, la vida expoliada, la brutalidad consumada.
En estos tiempos de civilidad se ha puesto de moda, a modo de violencia, el “¡dame, dame,…! Pedir es hoy el lapidario mandato de la masa por boca propia o de terceros. Piden los ayuntamientos, las diputaciones, las autonomías, el estado y este a Europa. Piden sin control los ciudadanos a todas ellas, como si en verdad fuesen marcianas y no sus naturales estructuras sociales.
De la mano de la exigencia va el pueblo a la ciudad y de esta a Europa. Vivimos pues en un mundo que se va conformando en torno a urgencias insaciables,en el que el estado que se pergeñe no va a ser sino despojo. Eso es hoy la UE, un pecio por todos reclamado. Una puerta de limosneo. Una trinchera de egoísmo por la que se arrastra un todo pedigüeño y voraz sin conciencia de corresponsabilidad o culpa.
La  Europa de los mercaderes gustamos decir, amigos de lo ajeno y severos guardianes de lo nuestro.
Que Alemania nos dé lo que nosotros nos queremos dar a los pobres. Que el privilegio sea morada de igualdad y el fuero medida de la solidaridad. Que el hecho diferencial sea cuenta de beneficios. Que la lengua frontera. Que lo singular lo universal. Que lo publico también privado. Que podamos gritar sin vergüenza a  modo de liberación “freedomambición”.
José Romero P. Seguín.

domingo, 7 de julio de 2013

SONAR MISERABLE


     Las cosas que el aire y el hombre mueven en la fría mañana (latas, botellas, bolsas, persianas, ventanas) tintinean sostenidas por las vacías avenidas, desnudas aceras, asfaltados parques, verticales guaridas. Como si quisiese prolongarse en el lamento de tan triste sonar.
      En esa monótona y melancólica clave suena por las calles del PP la hojarasca de un Bárcenas tan presente en el vivo desespero de querer olvidarlo que no puede olvidarlo ninguno.
      Lo imaginan ahora caracol de amplia frente tejiendo maldades con la mala baba de su chula memoria por las cuatro esquinas del Real del Soto. Afirma Voccaccio que “huele a semen la flor del castaño”. A miedo apesta la del PP, turbación que no es sino el esperma que augura amargos “morrones”, antaño dulce “glacé”.
      Paredes de patio de penal con aires de parvulario pijo en el que se alinean como para una ejecución los ancianos párvulos del partido. Morritos manchados de nata todos, que todos niegan.
      Saco el cuaderno como el aire su gris daga y muevo sin fortuna metáforas como Bárcenas colosales fortunas, presagio de vastos infortunios.
Libros de asientos, ambos, en uno lo que dice el viento y la social inmundicia, en el otro lo que calla ese mal aliento en el que se pudren en boca del ambicioso sus tercas ambiciones.

       Suenan largas y eternas las culpas de los que no tienen derecho a perdón o disculpa. Como no la tienen los groseros restos de un festín siniestro: el que son, el que fue.

miércoles, 26 de junio de 2013

“LAS BODAS DE CAMACHO”


Alicia S. Camacho, ex subsecretaria y actual Presidenta del PP catalán, fue citada por la ex novia del hijo que es del ex presidente de la Generalitat J. Pujol, a fin de contarle la delictuosas andanzas de este en su oficio sin profesión: comisiones millonarias, bolsos cargados de millones, fronteras burladas, cuentas cifradas, paraísos fiscales.

Eligieron para reunirse el restaurante La Camarga, sin intuir la amarga experiencia que les aguardaba y de la mano de quién menos la esperaban, el florero que adornaba la mesa espiaba para la detectivesca agencia Método 3.
Cuando se supo del latrocinio la Srª. Camacho y el partido convocaron atronadoras ruedas de prensa donde hablaron grandilocuentes sobre libertades, seguridades y derechos a proteger de la mano de la ley.
En esa esperanza y espera estábamos cuando se difundió, como un susurro, la noticia de que la lideresa había alcanzado un acuerdo con los espías. Por el que asumían el delito y cifraban en 80.000 euros la indemnización.
Dinero que antes pagaron a la agencia políticos corruptos para corromper y que ahora ella lava, dice que, a través de una ONG, obviando que en materia de justicia, honradez y transparencia somos tercer mundo.
Un intolerable apaño que empaña el escándalo, eso es. Y es que  una cosa es la brega política y otra el real deseo de hacer justicia entre los de su grey. Para las penalidades de esa parca ceremonia está el florero que ni es cargo, ni lo fue.

martes, 11 de junio de 2013

“ES DE JUSTICIA”


El príncipe saudí Alwaleed bin Talal, miembro de la familia Real, emprendedor e inversionista internacional, con un patrimonio neto de más de 30.000 millones de dólares, anunciaba: entrecejo fruncido, ojos llorosos y ánimo turbado, la firme voluntad de denunciar a la revista Forbes. Esa donde lo ricos juegan a ver quién la tiene más grande, la fortuna, digo.
Ante lo frívolo de la publicación y su rectitud moral –hombre de fe– no resta sino temer lo peor. Alá ha sido ofendido en alguno de sus noventa y nueve nombres o en sus infinitas virtudes. Y si no ha sido blasfemia, se habrá infligido un nuevo agravio a sus hermanos palestinos, mermados por la vesánica maldad de los judíos; o producido alguna de esas injustas guerras o tropelías con las que el criminal Occidente, capitaneado por el diablo americano, masacra y niega el futuro a sus pueblos hermanos.
Es coherente, me digo, y a la vista de su pacífica forma de protestar, civilizado, mejor molar en tribunales que inmolarse en una taberna atestada de infieles curritos occidentales.
Pero a este hombre de la familia que más hace por el sostenimiento de la guerra santa y la expansión de la fe que la sostiene, lo que le irrita es haber sido situado en esa lista muy por debajo de donde por patrimonio le corresponde. Y uno no sabe si reír o llorar, no en vano su causa es la causa de que feroces soldados de Alá busquen al enemigo que tienen en casa en nuestras enflaquecidas casas.

domingo, 2 de junio de 2013

CUÑAS Y HOMBRES


Toda herramienta tiene su par entre los hombres. Tomo ejemplo en la cuña, básica estructura, elemental faena: romper. Pero qué uso tiene un hombre cuña, el mismo. Ejemplo que lo ilustra es el del actual Ministro de Justicia R. Gallardón. Hombre de amplia cabeza y flaca cintura que ha sido sabiamente utilizado en la tarea de quebrar, que ironía, a su partido. Pero así es, el grupo Prisa lo utilizó a través de un complejo engatusamiento intelectual para que en sus años de dolido mendicante, en tareas menores, ejerciese de progre en el panorama conservador del PP. Los martillos del medio golpeaban con sabiduría sobre su debilidad y él iba cuarteando la monolítica estructura de su casa ideológica con ocurrencias propias de utópicos y desheredados. Esa labor le valió el desafecto de sus correligionarios y que, ambiciones comunes a parte, E. Aguirre le dedicase unas “gallardónicas” (memorias que alguien escribe a fin de hacer mala memoria de otro). Cuña contra cuña, al final ni la sangre, ni las grietas llegaron al río.
Ahora de ministro de tan delicado ramo se ha metido en harinas de brega política, tal que el aborto, perdiendo el lustre progre que le confirió su estadía cuña y retrocediendo hasta la casilla reaccionario sin pasar por la de conservador. Constituyéndose de nuevo en cuña que agrieta el partido. Claro que ahora no desentona, sino que pone el justo tono de una quiebra ineludible en todo paraíso bipartidista.






lunes, 20 de mayo de 2013

DE CAÑETE A LA FAO




Días atrás M. A. Cañete, cesta de pesca y morral de agricultura del gobierno, no confundir con Chanquete (preservemos el mito). Alcanzó a atisbar la perversa ecuación hambre-excedentes, revelación que hizo pública en clave de ocurrencia, recomendando el consumo de productos caducados.
La FAO, lejos de enojarse, se descolgó aconsejando explorar el consumo de insectos para paliar el hambre en el mundo. Su peso institucional concita cierto respeto y la idea se percibe cargada de sentido común. Los insectos por diversos y numerosos suponen una fuente inagotable de alimentos. Además, no caducan. Pero a poco que profundices te das cuenta de lo absurdo de la situación, y es que desechamos miles de toneladas de alimentos por no reunir los criterios de calidad exigidos, y lo que es aún más grave, por cuestiones de estrategia de mercado. Alimentos que constituyen un auténtico problema medioambiental. La proliferación de grandes basureros amenaza con sepultarnos. No es, por tanto, razonable dejarlos pudrir a no ser que la perversa idea sea poder luego cazar y cocinar las moscas, coleópteros y demás bichos que se crían en ellos.
La esperanza es una boca desnutrida, porque la FAO no es sino una sucesión de Cañetes en el seno de la colmena zángana de la ONU. Yogures cumplidos y pelear hormigas para la fritanga nuestra de cada día, ya ves, lo que a ellos se les antoja innovador es en otros, cuando no necesidad vital, frugal cultura.