jueves, 8 de agosto de 2013

“BARCENARIO”



Me gustaría disponerde un “bárcenario” de contundentes insultos para una mejor expresión de mi indignación. Pero, soy incapaz, tal facultad ha sido borrada de la faz de mi ánimo e imaginación por la vía del hartazgo. No voy a recordarlas ni mucho menos enumerarlas, no es de buen gusto, además, no busco entrar en la guerra del ventilador, busco solo dar triste testimonio de mi soberano poder de lavar las miserias de unos con las de los otros.
Y es que es este un problema que exige algo más contundente que un relevo de gobierno. Porque es mentira que la urnas laven aquellos errores que no son de gestión. Me refiero a los que entrar dentro de lo delictivo. Esa es,por tanto, la primera cuestión a discernir y a partir de ahí dejar que el la ley cumpla con su mandato y paguen los que han delinquido por sus culpas.
Las elecciones anticipadas no puede anticipar impunidad, ni tampoco complicidad del sistema con los corruptos. Las urnas no son lazaretos sucios donde purgar los partidos cuarentena.
Ocurre que el ruido que ahora oímos en torno al caso Bárcenas, no es sino ganas de relevo para la primera de las corruptelas, la de “nuestros”. Esa que recorre la sociedad y todos sus estamentos y que se concreta en la prebenda, en el puesto, en la subvención. Me refiero a la revolución de los sectarios y oportunistas que en nombre de la justicia y la transparencia no hacen sino tejer capuchas para las atrocidades de futuros gobiernos.

1 comentario:

  1. No son estos tiempos propicios para la salud de aquellos que viven en la dignidad. La epidemia es de tal magnitud que uno mira a su alrededor y a sí mismo con el lógico recelo de quien se sabe a merced de un destino que escapa al control. Los hombres buenos y valientes son los primeros que desaparecen en las guerras y por eso quizá terminemos siendo gobernados casi siempre por corruptos y cobardes. Pero no quiero ser pesimista. El mundo cambia más deprisa de lo que soy capaz de asimilar y es posible que en algún lugar esté amaneciendo aunque yo no lo vea.

    Un abrazo.

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