D. José Blanco, ministro de fomento, ha tirado de nomina a la hora de poner en su sitio a los controladores aéreos. Diagnóstico, insostenibilidad, causas, sueldos de escándalo, tratamiento, recortes salariales y su sustitución por máquinas.
Tomando como referencia el espacio gubernamental y sus controladores es legítimo preguntarse: ¿Es sostenible el de este país con sus diecisiete gobiernos autonomicos y sus respectivas cámaras, más los de Ceuta y Melilla, más el central, más el senado, más el parlamento europeo, más ayuntamientos, diputaciones y sus respectivas legiones de funcionarios? ¿Deberíamos tirar de nomina y calcular costes? ¿Es necesario semejante despilfarro para aterrizar los problemas de los ciudadanos? ¿Sería posible cambiar algunos de éstos por maquinas? La cuestión es, quién le pone el cascabel de la sostenibilidad a los padres de la patria.
Es cierto que fuimos nosotros quienes los elegimos, pero, ¿lo hicimos en función de nuestras necesidades o a fuerza de hacerse ellos necesarios? Y es que no parece lógico que alguien que gane mil euros invierta dos mil en gestionarlos. Y lo más grave, qué pese al dispendio el avión de la economía sigue girando en el cielo de las colas del paro, que la educación vaya camino de no ser ni siquiera mala, que la sanidad no se vacune contra las listas de espera, que la justicia siga siendo lenta...
La democracia es el gobierno del pueblo no un pueblo de gobiernos.
José Romero P.Seguín