martes, 14 de junio de 2011

BILDU DEUDA Y DEUDORES


Bildu, la nueva y legal cara de la vieja e ilegal Batasuna ha conseguido un importante éxito electoral, circunstancia que ha merecido infinidad de análisis y valoraciones que dejarían perplejo hasta al más desvergonzado si lo hubiese, entiéndaseme, creo que en este trágico asunto se ha ido más allá de tan liviano calificativo. Y es que hemos tenido que asistir, entre otros, al bochornoso espectáculo de ver como aquellos que clamaban por su legalización se muestran ahora preocupados por su proceder, negándose a entregar datos sobre sus vidas y haciendas allí donde ellos gobiernan. Cautela difícil de explicar porque si el acto de legalizarlos se les antojaba exquisita la trayectoria democrática de sus integrantes e intolerable el que fuesen apartados de la vida política, cómo es posible que teman ahora que puedan hacer un uso delictivo de esa información.

Sobre esta indignidad se podrían narrar innumerables anécdotas de ese mismo calibre, pero no es esa la cuestión a dilucidar, sino profundizar en una interpretación más con la que intentar entender y explicar el auge de tan discutible organización lejos de sus correligionarios.

Comenzaré por un hecho que se nos escapa o que buscamos hacer escapar de nuestra realidad política, seguramente por indigno e intolerable, y es el de negarnos a reconocer abiertamente que la sociedad vasca no es una sociedad libre en cuanto que sus derechos y libertades se hallan tutelados, sería más adecuado decir, tuteados por el terror. Concretamente en este momento los tienen embargados por la tregua permanente que la organización ETA ha tenido a bien declarar en beneficio de su estrategia política. Condenando a todos esos ciudadanos que no piensan como ellos a tener que expresarse en tan precaria situación. Y es que su recuerdo pasado y presente se halla firmemente anclado al pavor que la banda ha ido inoculando en sus vidas, no es por ello descabellado deducir que su proceder sigue los dictados de ese estado criminal que les ha gobernando sino de derecho sí de hecho.

Un estado de carácter mafioso capaz de asesinarlos, coaccionarlos y extorsiónalos a ellos y a sus representantes y sentarse luego a negociar con el gobierno que representa a ese Estado que desde la legitimidad democrática que ostenta tiene la inexcusable e ineludible obligación de defenderlos. Ante esa anómala situación que se corona con la legalización del que era señalado como su brazo político qué valentía cabe que no sea esconderse y apoyarlos por comprobar por enésima vez si así se les conforma.

En un segundo plano nos encontramos con lo que yo llamo la deuda con ETA, me refiero a la que contrajeron importantes sectores de esa sociedad con ella cuando en su indolencia la alentaron y animaron.

Aún hoy suenan en las cabezas de muchos militantes de ETA los gritos de: “ETA más metralletas” y “ETA mátalos”. Cómo no van a sonar, como suenan las de algún que otro lehendakari llamándoles “soldados vascos”. Voces y palabras que no son ecos de su demente ensoñación autoritaria, sino que fueron gritadas, escritas y pronunciadas. Circunstancia que si no los legítima si les sirve en su perversa concepción de los derechos y libertades para exigirles pleitesía.

No obstante, cabe reflexionar sobre el innegable hecho de que si las razones que los movían a apoyarlos eran tan sólidas por qué no salieron con ellos a la calle a reivindicarlas, es más, a exigirlas con el rigor y compromiso que demanda su consecución. Por qué dejaron esa grave responsabilidad en sus manos, esa, digo, que les obligaba tanto para estar con ellos como para decirles valientes que no iban a permitirles que se adueñasen de sus voluntades. En fin, que no hicieron lo que debían en un asunto tan trágico y terrible y eso los sume en un marasmo de culpabilidad y miedo del que no aciertan a salir sino es por la vía de seguir alimentándolos en la vana esperanza de que sea el cansancio de la espera quien les degaste hasta el extremo de hacerles desistir de su proyecto totalitario.

Cabría preguntarse si en el caso de que ETA se hubiese disuelto tendrían los mismos resultados. Y si aún teniéndolos soportarían los miembros de esta organización política un descalabro electoral como consecuencia de una mala gestión o el lógico desgaste en las tareas de gobierno. Es más, si de verdad serían capaces de prescindir de ETA para confrontar en igualdad de condiciones con los demás partidos políticos. Pero esa es una ingenuidad a la que me niego mientras ETA siga ordenando el paisaje social y político de esta sociedad. Y es que al margen de deudos y deudores existe una mayoría ajena a esa infame cobardía y también a ese abyecto compromiso. Hombres y mujeres a los que en atención a su sufrimiento y valentía les debemos más allá de nuestra capacidad de pago tanto en lo económico como en lo afectivo. Un grupo social que no merece el insulto de buscar justificar está ignominiosa veleidad política de premiar a sus verdugos en aras de una nueva memoria, la del olvido. La de olvidar en la absurda idea de hacer posible una democracia a la que al menos en la apariencia de la acción política sólo parece ofender y devaluar el trato dispensado al fallecido dictador durante la transición y el maltrato sufrido por las víctimas de aquella guerra fratricida y la posterior represión del régimen. Justa reivindicación de dignidad, justicia y memoria que no parece compatible con el hecho de comprobar cómo en ese mismo sentido ético puede ésta crecer y fortalecerse buscando integrar en su seno el terror de ETA. Aunque ello suponga humillar a sus víctimas, orillándolas e incluso criminalizándolas. Olvidando que en el caso de éstas la responsabilidad de defenderlas y honrarlas recae directamente sobre ella y su conciencia y no sobre la de ningún tiranillo de tres al cuarto.

Ante la gravedad de lo sucedido no cabe sino concluir afirmando, que anormal resulta todo en estas horas de normalidad democrática.

9 comentarios:

  1. Tu lo has dicho; resulta todo anormal en esta normalidad cuestionada. Siendo auténtico cuanto razonas, lo que más me hunde en la frustración es el exagerado número de vascos que han optado por dar por buenas las amenazas, concediéndole carta de legalidad. Ya nunca sabremos si son ilegales las personas o los votantes, las organizaciones o las instituciones que las vigilan. Y ya nunca más sabremos si las vigilan o se aprovechan de ellas, de las organizaciones.
    Duelen tus razones, por razones y porque aberran de la democracia y en cambio se apoyan en ella, dejando al apoyarse una huella sanguinolenta.
    Un placer saber de tí.

    Orense, a tantos de tantos. Y todos sospechosos.

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  2. Ellos, no tú, aberran de la democracia, que no me expresé bien..

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  3. Bueno es saber de ti estimado Anónimo, bueno y reconforte. En estos días me he propuesto contactar contigo simplemente para saludarte, pero al final lo he ido postergando en aras de esa pereza que no tiene otro sentido que adormecernos.
    Me gustaría saber qué conclusión te merece el acontecer electoral en esa anónima ciudad en que vives, en la que te vive, esa de a tantos del tantos que sólo se cumple en ella.
    En este caso amigo como en tantos otros la óptica que nos permite ver la realidad esta trucada, la normalidad que proclaman unos y otros cubre el rostro con capucha, sabe como te llamas y donde vives, y mejor aún como hacértelo saber.
    Cuando el Estado es servil al terror el terror se convierte en estado y en ese estado de cosas la cobardía, la indignidad y la entrega se tornan virtudes.
    Bildu no se debió poder presentar no porque sea independentista, sino por su relación con ETA. En el momento en que ETA desaparezca tienen todo el derecho a hacerlo.
    Recibe un fraternal saludo.

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  4. Leo a Hume: “Tengamos en cuenta que la virtud, el saber, el amor a la libertad son las cualidades que desencadenan la fatal venganza de los inquisidores y que, cuando las mismas son destruidas, dejan a la sociedad en la más vergonzosa ignorancia, corrupción, y sometimiento.” El espíritu de las cosas, su esencia, ese contenido que las justifica en sí mismas por encima de cualquier interpretación posible. Añade: "Cualquiera que sea la definición de libertad que demos, debemos tener cuidado en observar dos requisitos: primero, que no contradiga los hechos; segundo, que sea coherente consigo misma."

    Me temo, José Alfonso, que no es esta una época propicia para la coherencia y que cualquier esfuerzo por razonar tal ausencia aboca al desaliento. Hay un insidioso inquisidor, sin duda, se trata de un poder capaz de crear su propio sistema de definiciones para manipularlo todo -desde la aparente legalidad- parasitando así las estructuras que podrían protegernos de la ignorancia, la corrupción y el sometimiento. Para mí no es un mal menor.

    Que la mayoría de los miembros del –politizado- Tribunal Constitucional que han avalado la candidatura de Bildu no sean jueces, aunque se hayan permitido enmendar la plana al Tribunal Supremo que sí está formado por jueces, es tan solo un pequeño ejemplo de legalidad incoherente para ese patrimonio de confusión que heredarán nuestros hijos.

    No nos engañemos, el terror y la extorsión benefician a algunos lo suficiente como para justificar el despliegue de una ideología que propicia la movilización de la ignorancia, la confusión y el sometimiento. Que siempre fuera así no lo justifica.

    A la postre –pienso- puede que los hechos contradigan cuanto pienso y en el futuro deba sucumbir a la venganza en este tránsito inquisitorial desde la duda hasta la incoherencia.

    Sin embargo –un cumplido a la rectitud-, no estar del lado de los asesinos, hoy por hoy, me justifica.

    Un admirado abrazo.

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  5. Estimado José Alfonso, a modo de disculpa reconocer que también a mi me ha embargado una cierta pereza, y el resto de la fuerza la he tenido que utilizar para el trabajo. Tengo todo el trabajo de España en mi poder, pero te juro que no sé a dónde se fue el dinero.

    En cuanto a los resultados de este trozo de tierra, que también es tuya, comentarte que no sabría decir si fueron inesperados.
    Nada nuevo si te digo que los políticos, además de algo interesados son vengativos. Una parte de la antigua Monarquía, algo cansada-nunca es tarde- de las "desfeitas" del monarca y su hijo, decidieron poner pies en polvorosa votando a otros partidos, de lo que se aprovechó un partido nuevo, Democracia Orensana, para obtener dos concejales.
    Los nacionalistas, apresurados y arrogantes, también se llevaron un varapalo, debido fundamentalmente a sus ansias de figurar, sobre todo por parte del antiguo Teniente de alcalde, con ínfulas de alcalde y con los dedos pillados entre los "paneles".
    En cuanto al Psoe, tienen un punto fuerte, el concejal de Hacienda a quien conozco bien, y que está desempeñando una labor impagable.
    Aquí, amigo, vamos con dos años de retraso, incluso en los resultados electorales.
    A modo de curiosidad, supongo que conoces que un concejal de A Gudiña, sacerdote, ha sido amenazado con perder la parroquia si seguía por el camino satánico del Psoe. No se sabe que sufriesen amenazas quienes han participado con el PP. Y el famoso D. Felisindo,"o cura de Tamaguelos" era el mayor acarreador de votantes de Baltar.
    Los caminos del Señor son inexcrutables, pero no de izquierdas.
    Saludos.

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  6. Poco o nada cabe que añadir en tan razonada y razonable exposición.
    Agradecerte sólo lo que ilustra y lo que anima el saber ahí.
    Recibe un fraternal abrazo.

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  7. Te agradezco infinitamente la crónica política de esa querida tierra a la que con tanta dignidad representa esa ciudad.
    Me alegra saber que la causa de este cese “cuadernil” no es otro que el trabajo.
    Con la iglesia hemos topado, parece ser, y es que la iglesia a fuerza de recordar ha olvidado el mensaje de Cristo que no es que fuera comunista que era sólo humano, tanto como para creer en dios con esa fe a prueba de sufrimiento. Ya me gustaría a mí que creyésemos nosotros en la singularidad que nos distingue, en la dignidad que nos avala y en la libertad que nos obliga con esa firmeza.
    En fin, no vamos a ser ingenuos la iglesia sabe que el cielo es azul pero no es del PP, sin embargo, como entiende a la perfección la aguja de marear de nuestras ambiciones sabe que hay que tomar partido, partido hasta mancharse, que diría el poeta con mejor tono e intención. Y en eso están en mancharse.
    Recibe estimado amigo un fraternal abrazo.

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  8. Y todo gracias...a las gracias de un Tribunal Constitucional...a la altura de nuestra Constitución, nuestras Instituciones, nuestros representantes...nuestros fundamentos democráticos.
    ....aunque visto así...lo de Bildu no desentona!!

    Un abrazo...y perdone lo prosaico de mi "pensamiento"!!

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  9. Genial, efectivamente, que es Bildu en medio de este mar de despropósitos, quizás paradójicamente la razón y la paz, digo, la que merecemos. De dignidad ya no hablamos.
    Recibe un fraternal abrazo.

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