sábado, 16 de febrero de 2013

EL MAR DE SOGAMA



     Ayer vi –metáfora de este tiempo– a una gaviota devorando a una paloma, no a una silueta de gaviota, lo aclaro porque esto no va de política, va de crueldad, de voracidad. De algo más profundo que la  estupidez del político, la exquisitez del poeta o la lucidez del pensador. Sería lógico concluir: de hambre. Pero, ¿era realmente hambre?, es más, ¿se expresa el hambre con esa fiereza?, pues no satisfecha con matar a la paloma y comenzar a devorarla aún viva la fue despedazando y guardando bajo sus garras con codicia de avaro. Pudo ser, es cierto, la fuerza del instinto, ese quehacer que marca la impiedad de limitarse a ejecutar lo aprendido.
     No obstante, por qué gastarse en arduos razonamientos si podemos achacar su conducta a ese cajón de sastre a donde va a parar todo suceso no previsto ni fácilmente explicable: “el cambio climático” y en otros casos la condición humana o la fuerza de la costumbre. La abstracción sino explica si conforma y conforta. Pero lo cierto es que no lejos de aquí respira en hediondas mareas un mar de basura, el de SOGAMA, en él nacen y mueren miles de gaviotas que olvidadas del arte de volar desconocen los translúcido océanos de los peces y las lunas. Quizás esta gaviota era una embrutecida hija de ese infernal lodazal, que extraviada en esta ciudad espejo que refleja la limpia Ría de Arousa, equivocó a la paloma con su rata de cada día y a la piedad con la rabia de todos sus pestilentes días.



6 comentarios:

  1. Estamos sumidos en la basura y las gaviotas ( las aves, aunque las sombras también) se aprovechan de ello a diario. Incluso llegan a Orense importándoles un bledo el olor a mar. El embrutecimiento propio del cambio climático....!
    Quien tenga oídos para oír, te oiga; pero me temo que no vas a remover conciencias, he oído que la basura es el negocio del futuro y donde hay negocio, pobre futuro!
    Lo siento por la pobre paloma.

    Un placer leer.

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  2. "En el contenedor de la basura no reciclable parece haber cada vez más palomas y más ramas de olivo. Restos de una guerra desigual donde un ejército de palabras se defiende de una desesperanza armada de codicia y balas.

    Sugiero reciclar las palabras de esperanza una y otra vez. Hasta que las gaviotas vuelvan a volar."


    Saludos.

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  3. Un escrito duro . el lado oscuro de la naturaleza y de la humanidad en jaque..hemos perdido el equilibrio en tantas cosas..pero acaso los animales se comportan como les estamos induciendo ...las personas también..No es lo mismo nacer en un Pedralbes que en un barrio marginal mejicano..no esperemos que se comporten igual los chicos ...
    He leido que las siglas SOGAMA llevan polémica del reciclado de basuras gallego que no se puede llevar a cabo al cien por cien...

    "en él nacen y mueren miles de gaviotas que olvidadas del arte de volar desconocen los translúcido océanos de los peces y las lunas" ..me parece magnífica esa imagen

    Un abrazo..He estado lejos de los blogs ...vuelvo ..y te admiro siempre cuando te leo .

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  4. Hermosa iniciativa FJavier, a la que me sumo. Las palabas hoy no son las palomas sino las gaviotas enloquecidas por la perversión de un mar de basura. Por eso debemos ir a buscaras y devolverlas limpias y capaces allí donde no debieron salir, la dignidad del hombre.
    Recibe un fraternal saludo.

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  5. Hola Antonia:
    En este ir y venir cifrado habita con frecuencia la ausencia. Consecuencia lógica del frío escenario en que nos movemos, no hay ojos, no hay manos, somos solo esto que somos latidos en el corazón teclado de nuestro ordenador. Pero no es tú caso, el que no aparezcas, el que no lo haga yo, no significa nada frente al inmenso cariño demostrado.
    El consuelo es un agradecimiento que no necesita otra fuerza que la propia inercia de su íntimo mecanismo de rejería sensible y analógica para nutrirse y reforzarse. Es por eso que tu presencia aquí y ahora, se me antoja, natura y continua.
    Gracias amiga por tu cariño.
    Recibe un fraternal abrazo.


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  6. “Donde hay negocio no hay futuro”, toda una sentencia que niega el dogma de estos días en los que al futuro se le llama justamente negocio.
    Bien visto amigo, muy bien visto.
    Recibe un fraternal abrazo.

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