lunes, 29 de abril de 2013

LOS CUIDADOS DEL AUSENTE





El aborto es una tragedia representada en clave de comedia por un grupo de cínicos en el empeño de utilizar y confundir todo en su favor.
El aborto como solución hunde sus raíces en la más rancia de las hipocresías, en el más lerdo de los prejuicios. Infamias de sociedades en las que los padres ponían su honra en los hímenes de sus hijas, mientras jaleaban el instinto “cazavirgos” de sus hijos.
Mujeres condenadas al ostracismo cuando no al exilio. Reprobadas en lo ético y criminalizadas en lo social. A las que no se les dejaba otro camino que el de abortar para no tener que soportar, no al hijo, sino a sus familias y vecinos. Sólo así podían borrar el estigma aún a riesgo de perecer o ser encarceladas.
A día de hoy el aborto se ha convertido en mercancía política, como todo o casi todo. Porque para él si tienen solución, legislar sobre lo legislado. De ahí esa premura en resucitar el debate, en incendiar la opinión y opinar encendidos. De hacer citas y citarse buscando la brillantez y eficacia que en otras tareas les falta.
No es cuestión de derechos sino de responsabilidades, la de la madre que ha de tomar esa decisión en el legítimo uso de su libertad ejercida dentro de ese elemental principio. La historia sentimental de las madres las avala: por qué desconfiar de ellas.
Pronto le tocará turno a la eutanasia, porque después de atender a los que están por venir lo que mejor se les da es hacerlo con los que van de regreso. 



3 comentarios:

  1. El aborto es uno de esos dramas en donde no es lo mismo predicar que dar trigo. Cualquier decisión sobre el mismo es arriesgada. Máxime si se politiquea con un asunto tan delicado.

    Un placer leer.

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  2. Totalmente de acuerdo, José Alfonso.

    Creo que para los observadores acomodados en la realidad más confortable, “aborto” es tan sólo una palabra, pero que encierra el poder de tocar como un afilado escalofrío la conciencia pusilánime de su bienestar gratuito. Incomoda. Para los diseñadores del futuro, tan atentos a las fuerzas tribales que rigen la conciencia, es un elemento eficaz para acondicionar las piezas clave en ese tablero donde se resuelve la estrategia del poder. Una coartada. Y para los innumerables seres que luchan a diario por no sucumbir ante las calamidades impuestas por sus congéneres, otro pretexto más para un impuesto de índole moral.

    Pero para las dueñas de los úteros el aborto representa un acontecimiento sumamente trascendente y sobre el que, antes que cualquier planteamiento con afán adoctrinador, deben prevalecer consideraciones éticas de índole personal. Lo comprendo.

    Para mí, en la cartografía real del aborto hay que considerar otros muchos úteros que son violentados y otras muchas vidas que son destruidas. Y al igual que soy reacio a dividir la violencia para manipularla o no acepto dividir el amor para reglamentarlo, no puedo hablar del aborto desde el desprecio hacia las víctimas verdaderas, que han sido, que son y que serán. Ellas y la libertad.

    MI admiración, respeto y agradecimiento.

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  3. La ley actual del aborto es de las mejores cosas que hizo el gobierno de Zapatero .... no obliga a nadie, solo regula un derecho, el derecho de una mujer a tener o no, un hijo. Quien no esté de acuerdo con el aborto .... que no aborte .... es así de sencillo.

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