lunes, 26 de abril de 2010
PRIMAVERAL PEREZA
En la marea de vivos colores con que nos inunda la primavera, florece gris como el aliento la mansa flor de la pereza, para el catártico fin que demanda la inconsciencia.
Curiosamente, cuando la tierra se conjura en tan sublime esfuerzo, se abisma el ser humano en las nebulosas regiones del ensueño, y allí donde va, escoltado por el multicolor paisaje, se le percibe gris y ahuecado como si en vez de carne y hueso fuese de algodón. Es más, como si no fuese de este mundo, o en verdad estuviese de más sobre la faz de la tierra y tan ofensiva orfandad no le inquietase.
La pereza es voluntad inexplorada ante la que me declaro agnóstico, no en vano trasciende la mera experiencia. Porque todos sabemos pronunciarla, es cierto, pero conocemos de verdad su esencia. Entiendo que no, porque una cosa es la desgana, la tardanza, la flojera, la indolencia y hasta la indiferencia, y otra muy distinta es esa fuerza que sublima los espíritus. Esa “pasión de las pasiones” a decir de S.Beckett.
Yo os convoco a la fiesta de los sentidos a que nos invita. Dejémonos caer, en feliz celebración, sobre las verdes y floridas praderas, que orlen nuestras cabezas nutridos corros de margaritas, y vuelen libres los pinceles de nuestra imaginación sobre los blancos lienzos de las panzudas nubes que presiden el manso cielo que nos alumbra.
No debemos olvidar que la pereza no es, como sostiene la iglesia, un pecado capital sino capital como el pecado.
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No es buena estación para la pereza, D. Jose Alfonso; cuando los frutales se visten de flores, mis merlots pujan por verdear, los cerezos florecen y blanquean el ambiente, la hierba crece con ese olor a vida con que lo hace....las señoras quitan pétalos, se desvisten de verguenza y nos ofrecen esa visión enervante...!Y le pillan perezoso!
ResponderEliminarHermoso poema, Sr. P.Seguin, no sabría decirle si más hermoso para la pereza o para la primavera que la muy pécora cada vez entra más cálida pareciéndose mucho al verano, justo después del invierno. Ya no hay pausa, señor, pasamos de la primavera de Praga al invierno del general que resucita.
Saludos cordiales.
Le Ud. sin pereza y en esa vital voluntad me regala ese hermoso comentarios donde va acariciando las cuerdas que tensan de ternura el sublime acordeón de la vida florecida, de la vida embriagada de alegría que como una promesa se derrama a nuestro alrededor invitándonos a sumergirnos en ella, a danzar en ella, en ella y en silencio como lo hace siempre la esencia y lo esencial.
ResponderEliminarFranco encarna la mala memoria y los “malmemoriantes” la florecen en todo el esplendor de su pestilencia, que se le va a hacer, es su signo. Lo importante es la memoria de sus suegros, la de sus caldos en el escalofrió de la cata, lo importante es que nosotros sepamos que el general está muerto, bien muerto, tanto como aquellos de su misma calaña, pese a que pasen por las calles su rabia.
Reciba un fraternal abrazo.
D. José Alfonso, un poco de astenia y ya nos llama usted a la molicie y al pecado. Cojonudo, amigo.
ResponderEliminarLe invito a mis Encuentros.
II Encuentro de Poesía y Relato Erótico. Bases para el Encuentro
Deseo que tan tórridas lecturas muten en jadeos, orgasmos colosales a dúo, interminables tríos tántricos o, al menos, en alguna humilde pero gustosa pajuela.
Adelante, genios del calentón, vamos a excitar al lector. Que cada entrada salpique y tengan que leernos con chubasquero. Ánimo, amigos.
Yo no soy perezosa,astenia primaveral sí que tengo!!! y mucha...!!
ResponderEliminarRecuerdo tu encendida crónica de la Semana Santa, a eso le llamó yo pereza, a ese arrebato, a esa suerte de moverte a golpe de espíritu.
ResponderEliminarReciba un fraternal abrazo.
Pecado, pecar, dulce pan de gozar de nuestros días. ¿Qué seríamos sin el pecado?, peces quizá sin memoria, sin pereza y sin utilidad conocida, útiles mismamente, una pena…
ResponderEliminarReciba un fraternal abrazo.