lunes, 4 de junio de 2012

NI EXCUSA NI PRETEXTO




El presidente del B. de España, MAFO, dimite después de sostener y no enmendar el envenenado elogio de que gozábamos del sistema financiero más saneado del planeta.  Para de inmediato pedir intervenir en el Congreso a fin de rendir cuentas de su gestión, aprovechando la comparecencia para ir pergeñando, descalificación aquí, crítica allá, la que va a ser su defensa.
El presidente del CGPJ y del T. Supremo, es denunciado ante la Fiscalía por uso abusivo de fondos públicos. Cargar al Consejo gastos supuestamente privados.  Una vez archivada la denuncia decide comparecer para contarnos una milonga de lujos y hoteles que no explican nada.
El presidente de            Bankia, R. Rato, lo cesan después de descubrirse un agujero billonario en la Entidad. Días después envía una carta a los medios de comunicación donde critica las medidas adoptadas por el Gobierno y advierte que con el dinero inyectado hasta él habría solucionado la crisis.
Tres hombres sin excusa pero sí con pretexto ­-curiosamente no invocado­­- el de lo burdo, de la mentira en que hemos vivido. Falsedad que nos habla de la indolencia de un pueblo que ha delegado asuntos esenciales en personas con escasos recursos intelectuales y nulo sentido ético. Individuos alienados por las ansias de poder a los que ha exigido un imposible tras otro, en un acto que solo puede calificarse como malicioso: la malicia de un pueblo. Ocurre que al pueblo no le cabe ni la excusa ni el pretexto.


6 comentarios:

  1. Conservan intacto su derecho de defensa. Y hago votos para que lo ejerciten delante de un juez. Y que se dejen de una vez de excusas ni pretextos que la "adehala" que se han levantado no es de miseria y proporcional ha de ser su responsabilidad. Esos mismos votos los elevo al santo que más caso me haga (El S. Pedro de Soutechao?) para que el pueblo no tenga que tomarse la justicia por su mano. Cuando nos abandone el efecto de la anestesia.

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  2. D. José Alfonso!!

    Lo de "escasos recursos intelectuales y nulo sentido ético" no sé si lo he pillao bien. ¿Se refiere a esos sinvergüenzas o al "Pueblo"?. Lo digo porque este finde el "Pueblo" ha votado sí a los toros y no al empleo con el argumento de que:"nosotras somos muy jóvenes para trabajar...y en las fiestas nos lo pasamos muy bien".
    Es Usted un Bendito!!. Yo del "Pueblo" no diría que es sólo...indolente. Estoy por no desparramar con adjetivos "descalificativos" y negar más bien la mayor: no hay Pueblo sino 47 millones de voluntades mediocres en su onanista soledad incosciente...y cuya sumatoria resulta ser CERO.
    La avaricia, la maldad en definitiva, resulta ser un privilegio!!.

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  3. Efectivamente nada de comparecencias, cartas o ruedas de prensa, las explicaciones en la fiscalía.
    San Pedro de Soutechao, es sin duda una buena elección, sí señor. Deberíamos dejar en sus manos el destino de estos pecadores de lo común.
    Gracias por tu comentario.
    Recibe un fraternal abrazo.

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  4. El pueblo es el único insulto que nos queda, de ahí que lo reserve. Fiar, no me fio un pelo de él, se parece tanto a mí, pero que sería de mí y de esta democrática fantasmagoría de libertad, bajo precio, sin la inestimable colaboración del pueblo.
    Es Ud. amigo un espíritu libre y libremente se expresa, yo me debo a lo políticamente correcto, quizá porque aún no he aprendido a insultar al pueblo, es decir, no he superado ese umbral de estúpida madurez democrática.
    Es un placer a demás de un honor tenerlo por aquí.
    Reciba un fraternal abrazo.

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  5. No sé, José Alfonso, si habrá un dios, o si serán muchos –todo un pueblo-, si con barba blanca o piel negra, si será un joven gay o una mujer entrada en años… En cualquier caso su existencia no me provoca lo más mínimo salvo acaso para construir algún pensamiento innecesario.
    Pero la palabra “pueblo” me inspira un profundo respeto, sinceramente, más incluso que la palabra “gente”. Pasa que al pueblo es fácil quitarle el capital -no solo el económico-, el de la salud social y así dejarlo aturdido, desamparado, inerme, anestesiarlo, o hacerle volver contra sí mismo, o contaminarlo con esa especie de pereza indolente que provoca el márquetin de los poderes sociales más ambiciosos. Pero es en el “pueblo” donde encuentro la esperanza. Incluso cuando se trata de un pueblo como el nuestro.
    Bien es cierto que después de tantas guerras terribles esta especie de obstinación por no aprender, que parece perseguirle como un castigo divino, pudiera contaminarlo de aparente culpabilidad. Pero no es el pueblo el responsable, arcilla al fin, es el perjudicado. Incluso cuando se encuentra en él la semilla de sus propios males.
    Saludos cordiales.

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  6. Nada puedo decir sino suscribir tus palabras. Pueblo somos y en nosotros para bien y también para mal la esperanza.
    Gracias por tu visita y tus profundas palabras.
    Recibe un fraternal abrazo.

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