Hoy que todos somos vecinos de algún banco, en la única propiedad posible: la de la hipoteca.
Hoy que el Euribor es el hombre del saco. Y van camino de convertirse en huertos balcones y terrazas. Propongo que tomemos con humildes bancales de frescas hortalizas bancos y cajas, marcando así el inicio de la única revolución posible: la de la subsistencia.
Hagamos que los oblongos huertos se adentren en los parlamentos para hacerlos comestibles además de productivos. Rentabilicemos lo inútil con el útil acto de la última religión posible: la agricultura.
Repartamos como hermanos: ministerios, palacios, embajadas, legaciones y delegaciones, en la única fraternidad posible: la de los iguales.
Multiplíquense los surcos sobre la faz de las ciudades y convivan gallinas con palomas y conejos con ratas. Cómanse los mansos asnos los abultados legajos de las hipotecas y pasten cabras y ovejas en los despachos de notarios y registradores.
Que se muere el hambre haciendo cola en la cola del paro, que el hombre es hartura cuando empuña firme el arado, pues nada le debe a la semilla, nada al duro trabajo, nada a luz de la mañana, ni a la sombra de la noche.
Sea el Sol testigo de ello y Uds. amigos, faz de la única redención posible: la de la ironía.
Dinero barato pisos caros, nos la dieron con queso. No debimos salir del terruño. No debimos dejar que nos estabularan en vertical. No debimos, pero debemos, más, mucho más de lo que podemos.
Madrugamos,Sr. P.Seguín!
ResponderEliminarCuando aún no ha abierto sus puertas el gobierno ya usted está lanzando arengas. Así se saca rendimiento al trabajo sí, señor!
Item más, ataquemos a nabazo limpio las sedes parlamentarias, cada cual elija sexo, seamos democráticos, ayuntémoslos al arado y hagamos que rindan en surcos rectos (o torcidos que rectos no sabrán) y aprovechemos los bancales del hemiciclo para dar descanso a las caballerías y si fuese preciso promulguen leyes (las mismas caballerías) algunas incluso tendrían más sentido cumún; ellas (las caballerías) rara vez caen dos veces en el mismo hoyo.
Que sepan lo que es ganarse el pan con el sudor de SU frente, lo que les hará humanos y no robots que levantan maquinalmente la mano al silvido del señor de turno.
Jesús, cuánto ser que vale menos que una rubia galega ocupando escaño y presupuesto!
Saludos sinceros, Sr.
Amigo mío, excelente entrada, pero yo aún soy más pesismista: el ciclo no se ha cerrado, dinero barato, casas caras, dinero más caro, inflacción y encule definitivo...
ResponderEliminarGracias por sus palabras, D. José Alfonso. Sus razones son las más cercanas a lo que deseaba trasmitir en mi entrada.
El mundo de la política, en España al menos, es el mundo del marketing, o como dicen en Colombia del MERCADEO. La mercancía somos los votantes y nuestras papeletas, el interés no es la mejora de la nación y sus ciudadanos sino el propio de los líderes y de sus partidos, finalmente, tal vez, el de España.
Pero usted lo ha explicado mejor que yo, amigo, con más realismo y, al mismo tiempo, con más poesía.
Contribución a la polémica política de esta semana, Rey, Pacto de Estado y la ideología del Sr. Zapatero.
Zapatero, por favor, dígame, ¿cuál es su jodida ideología
D. Juan Carlos despertó muy tarde y Marichalar para el arrastre
Un abrazo, querido.
No se puede expresar mejor y que decir de la escenificación, cruda realidad que vivimos en este viejo país, tantas veces renovado, para volver a caer en el lodo. No me gustan los adornados mandatarios que solo exhiben burocracia , dando palos de ciego, sin saber que quienes les eligieron pagan sus salarios, para engrosar las colas del paro y de los comedores de beneficencia, y todo con el propósito de no dejar de pagar la hipoteca.
ResponderEliminarGobierno y oposición se afanan en políticas, equivocadas en vez de arrimar el hombre para buscar estrategias para que este país, que es sinónimo de lucha del ciudadano, no se hunda en la miseria. Política dando palos de ciego en su ineptitud y acuse y derribo por otro lado....
Besos
Antoñi
A quien madruga Dios lo ayuda amigo César y más para tareas ligadas al noble oficio la labranza, en el ánimo créame de cultivarnos, de tratar de ser mejores tanto en la gestión como en la crítica.
ResponderEliminarMe gusta lo del sudor de su frente, que razón tiene amigo que razón tiene.
Por lo demás creo sinceramente en el desbroce y la concentración parcelaría, sea esa mi humilde contribución, en la sana esperanza de que si un día soy yo el necesitado tenga alguien el coraje de recordármelo.
Reciba un fraternal abrazo.
Se explica Ud. de maravilla, con precisión y belleza, ocurre que es un sentimental a la par que generoso, sean fiel reflejo de ello sus cariñosas e inmerecidas palabras.
ResponderEliminarReciba un fraternal abrazo.
Lo importante Antoñi es saberlo y no callarlo, nacer a esa conciencia y no sólo para criticar sino para mejorar en lo que se pueda y en la medida que uno pueda.
ResponderEliminarEfectivamente mostramos disposición a caer una y otra vez en los mismos errores, por no por casualidad sino porque nuestros políticos se empeñan en llevarnos a ese terreno.
Gracias por su visita y por tan cariñosas palabras.
Reciba un fraternal abrazo.
Un estupendo instrumento la concentración parcelaria, si posteriormente no quedasen las tierras yermas y abandonadas, Sr P.Seguín. La cultura del esfuerzo y de comerse el pan con el sudor de la frente se va desvaneciendo en nosotros y en las generaciones venideras, a gran ritmo. Quiera dios, o quien sea que quiera, que no tengamos que regresar a lo único que nunca nos ha fallado: la tierra. Todo lo demás es accesorio, pero tenemos que comer. ¿Quiere hacerse con tres hectáreas y media a buen precio? Le hago precio de amigo...Concentradas y listas para desbrozar!
ResponderEliminarSaludos cordiales..
Atinadas palabras amigo, la tierra no nos va a fallar, es cierto.
ResponderEliminarEn cuanto a su oferta decirle que tengo algunas hectáreas menos abandonadas a su suerte, que no es otra que mi olvido, a menudo me digo las voy a liberar, romper los marcos y despojarlas de la afrenta de la propiedad. Pero no lo hago, y sabe por qué, pues porque sólo me fio de ellas, como antes se fiaron mis abuelos, y ante los suyos.
Reciba un fraternal abrazo.