martes, 18 de mayo de 2010
LOS RECORTADOS
Miles de ciudadanos se han convertido, por necesidad presupuestaria, en meras siluetas, sombras chinescas sobre el paredón de los sacrificios. Había que recortar, se imponía el recorte, quedaba sólo elegir el sujeto en este frondoso seto de insignes despilfarradores, de visibles sobrantes. No parecía difícil la elección, pero para que ir a lo visible si podemos talar impunes lo invisible. Y así se ha hecho, funcionarios y pensionistas van a pagar no la solución sino la cara de las soluciones que le demandan al presidente.
Cometido el dislate, pido clemencia para los recortados, que se entienda que si tirita al viento de la rabia su leve silueta no es porque sean malos ciudadanos, que son sólo curritos en legítima defensa de sus salarios o pensiones, hombres y mujeres en suma que no han de ser criminalizados porque un ciudadano vale siempre más que un gobierno, y más en este país de gobiernos que ejercen de ciudadanos y en esa conciencia se defienden de la posibilidad de ser ellos, como son, el necesario objeto de recorte.
No es precipitada, exagerada ni demagógica esta petición, se comenzará, lo sé, por rogarles comprensión, a continuación se les exigirá responsabilidad y sentido de solidaridad, para seguidamente pasar a insultarlos tachándolos de egoístas e insolidarios, en medio de una orgía de bromas, chascarrillos y chuscos sucedidos a fin de desprestigiarlos, eso sí, con talante y ánimo constructivo.
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Clemencia y paciencia, Sr. Seguín, como no puede ser menos cuando la silueta se mueve en tu ventana. De acuerdo a las estadísticas, tocamos a funcionario por familia.
ResponderEliminarQué bien dice cuando observa que para ese viaje no hacían falta tantas alforjas y que ahí estaban desde hacía dos años, a que leches esperais! Y mientras tanto, suprimido el Impuesto sobre el Patrimonio, los hacendados ríen como hacían aquellos erizos de su cosecha y de los cuales me apropié impunemente para mi relato del Wolframio.
No se me escapa,amigo, su fino y discreto conocimiento enológico, que ya tendré ocasión de recordarle en mi repuesta a su comentario. Pues nadie que no lo tenga, puede saber que mi Merlot, fue un día mirlo.
Mi conmiseración para quienes sufren las consecuencias de la ignoranica ajena y las mentiras interesadas. De oca en oca y nos tiran cuando les toca...
Mis saludos cordiales..
La inflación funcionarial es obvia, totalmente de acuerdo, como también que la mala práctica de su labor les acarrea mala prensa. Entiendo que no se trata de defenderlos a ellos como colectivo sino como trabajadores en plenitud de derechos, a los que por supuesto se le han de exigir esfuerzo y solidaridad pero con el debido respeto.
ResponderEliminarHe leído por esos mundos del a prensa quien argumentaba tratando de justificar el recorte que en él se le hacían pagar sus malos modos, sus injustificables ausencias, su mala baba, y no es así, un acto de solidaridad no se puede edificar sobre la venganza, sino sobre la responsabilidad.
Ud. lo dice y define a la perfección cuando afirma lo de las mentiras interesadas.
Reciba un fraternal abrazo.