martes, 20 de julio de 2010

LA NACION “INEM”



Las trompetas de las naciones vienen sonando fuerte, atronadoras se podría decir, durante todos estos eternos años de transición democrática, y lo hacen con un único fin, derribar las defensas de una amplia estructura social, más acorde sin duda con las necesidades reales del tiempo en que nos ha tocado vivir, que con las de esos idílicos tiempos que nutren nuestro plural imaginario, y dentro de ellas con el más elemental sentido de responsabilidad que debería guiarnos en tan ardua empresa.
Siguiendo esta tónica, monocorde y ruidosa, se celebró un nuevo debate sobre el estado de la no nación: España. Durante el cual: la mística, la épica y la mitología de esas sagradas naciones eclipsaron la toma de las esenciales decisiones que la gravedad de la situación demanda. Entre ellas, la de satisfacer las justas exigencias de la nación de quienes comparten: jerga, puchero y desesperanza, la de los parados, directamente entroncada con la de los jóvenes que malbaratan sus ilusiones a medio camino entre el paro, las oposiciones y el disparate de estudiar sin idea de nada a la espera de todo.
Sé que la trompeta de la nación “Inem” suena demagógica, sin embargo, tal percepción no niega su existencia, los parados existen, también los jóvenes sin empleo, son más de cuatro millones de hombres y mujeres en edad de trabajar. Tierra de nadie. Meros elementos del paisaje social con los que frivolizar en el aciago juego de “nacionalear”.

5 comentarios:

  1. En la causa de la estupidez somos tantos que cada día parecemos menos.
    Siendo esa la esencia de cualquier nación, cabe la posibilidad de llegar a serlo.
    Un fraternal abrazo.

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  2. Y algo debe fallar estrepitosamente, cuando no se le acaba de hallar acomodo a esos jóvenes, y ya se piensa en la ampliación de la vida laboral de los mayores. Cierto es que la iniciativa privada debería ser un riesgo fácil de abordar, pero aquel amansamiento de masas mediante prebendas, subenciones, vida fácil, ha hecho de ellos (hemos hecho de ellos) animales mansos para lidiar en la selva de la economía. Ya nadie se arriesga por menos de dos mil euros al mes. El mileurismo está mal visto, pero recuerdo tiempos, no demasiado lejanos, en que la gente se ofrecía como aprendiz con el loable fin de obtener experiencia y luchar su propia vida.
    Por supuesto que la sociedad se ha amasedumbrado y como bien te he leido en algún otro momento, no estamos nadie libre de pecado. Esta sociedad es de todos y todos somos responsables. Los políticos al fin y a la postre son el pus de la herida, que no se va a curar con mercurocromo. Tal vez necesita puntos de sutura.
    Ayer me comentaba mi hijo que quiere instituir un partido político con tan sólo dos puntos fundamentales en su ideario; No hacer absolutamente nada y dos, si alguna vez tengo que hacer algo, será mover el dedo para crear puestos de trabajo para mis amigos.

    Al fin un político transparente.!

    Un placer leer la filosofía de la vida.

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  3. Respuesta
    Gracias amigo por tu visita, siempre un placer en este caso además un honor sabiéndote concentrado.
    Tu hijo no vas descaminado, la creación de un partido bajo la bandera de no hacer nada que no sea comprar fidelidades a coste empleo público se antoja atractiva, la cuestión es que esa mercancía la venden hoy envuelta a precio utopía la clase política española sin asco ni clase.
    De tus palabras, que decir, juiciosas y sinceras como cantos rodados, también como ríos. La idea del aprendiz es a día de hoy romántica, todo un hallazgo extraviado a las primeras de cambio democrático por mor de la ferocidad de los sindicatos, que equivocaron formación con vida laboral, para terminar siendo ellos los administradores de esos mismo procedimientos por la vía turbia e ineficaz de los cursos de empleo.
    En fin, que te agradezco infinitamente tu visita.
    Recibe un fraternal saludo.

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  4. Coño, D. César, perdón por la intromisión, pero su hijo tiene madera de lider. Me apunto.

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