martes, 19 de octubre de 2010

RESCATE Y ESPECTÁCULO



El rescate de los treinta y tres mineros chilenos profundiza en el arduo proceso de humanización a que nos debemos, en la medida en que sitúa el valor de la vida por encima de la mera rentabilidad económica. Apuesta que debería ser una constante en nuestras relaciones íntimas y sociales. Ningún objeto material o inmaterial puede estar por encima de nuestra vida y la de nuestros semejantes. Esencial regla que no siempre se cumple, de hecho, los mineros, como muchos otros trabajadores en todo el planeta, realizan faenas duras y arriesgadas al amparo sólo de su piel, fortaleza física y arrojo psíquico, en un acto de supremo egoísmo en el que la vida pierde la batalla frente a los valores que ordenan el mundo económico.
La mina trago a treinta y tres hombres desnudos, mal pagados y huérfanos de los más básicos instrumentos de seguridad en el trabajo, y ha devuelto a la luz de los días y los corazones queridos a un puñado de hombres que pertrechados de esa guisa más parecían astronautas que mineros.
Se habla de las secuelas físicas y psíquicas que van a padecer a causa de la dura experiencia vivida, y lo fue, pero no va a ser menos la de pasar de ser hijos del olvido a ser los hijos pródigos de políticos y magnates. El sofisticado despliegue de medios utilizados en el rescate y la teatralidad que lo rodea van a suponer para ellos un arcano de afecto difícilmente resoluble. Hay cariños que matan, seguramente porque no lo son.

7 comentarios:

  1. Pues sí, me parecen muy ajustadas y valiosas sus líneas, aun cuando, lógico, no estemos de acuerdo en todo. Sí coincido en la denuncia de cómo esa teatralidad, que como la canción de Bisbal, que viene y que va, que viene y que va, como un alud mediático sobre ellos puede trastornarlos. ¿Quién recuerda ya el terremoto que hace tan poco devastó Chile? Es con todo una buena noticia. Me hago ya seguidor suyo, Jose Alfonso. Un placer leerle. Saludos

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  2. Así debería ser en efecto, que la seguridad estuviese por encima de la rentabilidad. Me temo que va a ser que no. Ahora bien, en la hora de vender la imagen de una empresa, pais, región, etc, aparecen recursos por doquier. Tu lo has dicho, parecían astronautas con esas vestimentas y esas gafas que se cuidará muy mucho de explotar la casa proveedora, gratis total por una módica publicidad. Y uno piensa que si esos medios estuviesen a disposición de los trabajadores antes, se producirían muchos menos accidentes fatales o mortales. Pero bien está lo que bien acaba, felicitémonos. Brindemos con un Quinta da Muradella da nosa terra.

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  3. Gracias amigo por su visita y por sus certeras palabras.
    Reciba un fraternal abrazo.

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  4. Así es César, tal como tú lo expresas.
    Recibe un fraternal abrazo.

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  5. Veo que sigues en la brecha. Siempre exacto, provocador, lúcido y honesto.
    Un abrazo grande Fon.

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  6. José Alfonso, me parece hermoso que dediques este espacio a tocar este tipo de temas, es bueno darse cuenta que estas cosas no sólo uno las piensa en momentos de introspección. Leí también el post de "uno entre mil", me ha conmovido. Todos los días se van muchos, pero cuando se van personas que han luchado por un mundo mejor de forma notable, pues obviamente nos sentimos un poco más solos, casi desamparados. Cabe pensar en redimir nuestros actos para hacerle honor a su legado. Un abrazo, compañero.

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