En 1816, la fragata francesa “Méduse” capitaneada por D. de Chaumereys, marino sin experiencia y elegido por favoritismo, se extravía y encalla en las costas de África. Ante la imposibilidad de reflotarla, la abandonan y buscan ganar la orilla, pero los botes sólo tienen capacidad para una parte de la tripulación, viéndose el resto en la necesidad de hacerlo a bordo de una rudimentaria balsa. Sin víveres y sin apenas espacio, Inician un viaje a los abismos de la degradación humana, (suicidios, asesinatos, canibalismo) que plasma con toda crudeza T. Géricault.
Imaginemos que esa embarcación se llama sistema financiero, que sus capitanes son tan ambiciosos como indolentes, que la nave vara en los manglares de su avaricia, y que pese a los costosos esfuerzos de los estados y organismos internacionales por salvarla, no se consigue y se ha de abandonar. Momento en el que una selecta minoría, entre ella los responsables del desastre, subirán a los botes, viéndose los demás en la necesidad de hacer frente al embravecido mar de la crisis a bordo de una endeble balsa. No es difícil imaginar el cuadro, hombres y mujeres acosados por el hambre, derribados junto a sus más elementales derechos sociales, exiliados de la solidaridad, ajenos a la caridad y obligados a la impiedad de devorarse para sobrevivir.
A ese naufragio se le llama crisis financiera, a la balsa, plan de rescate, y a la pesadilla del tránsito, recortes sociales.
Tengo para mí, Jose Alfonso, que están temblando de que nos percatemos de su juego. ¿Cómo es posible que pretendan que remen los famélicos y deshidratados, cuando los barrigones descansan tendidos en la balsa con su enorme humanidad impidiendo el avance? ¿Has visto cómo cargan con todas sus provisiones-y las nuestras- y cómo se zampan el pic-nic mientras nos exhortan a que rememos?
ResponderEliminar¿No te dan ganas de asir un remo y estampárselo en sus operadas napias?
No lo hagas, tomarán represalias.
http://garciafrances.blogspot.com/2010/10/el-estado-del-bienestar-eldebate.html
Qué razón tienes amigo, si les dices, no te responden, toman nota, sólo eso, parece poca cosa pero no lo es tanto porque son ellos quienes ordenan las comandas que se han de servir en el banquete de esos tiempos.
ResponderEliminarGracias por tu visita.
Recibe un fraternal abrazo.
Consideración entorno ahttp://garciafrances.blogspot.com/2010/10/el-estado-del-bienestar-eldebate.html
ResponderEliminarEstimado César, observo complacido que caminamos parejos por un soto de metáforas marinas: naves, playas, naufragios, olas…Este mágico reflejarse en la cercanía nos proclama a su vez próximos en lo lejano. Sea así siempre amigo.
Respondiendo a la primera de las cuestiones que planteas, afirmó que para empezar deberíamos tener claro si hablamos de un navío o de una flota. Para confirmar de inmediato sea cual sea el resultado si navegamos o buceamos, si mantenemos un rumbo o vamos a la deriva, si nuestro objetivo es flotar o llegar.
Una vez puestos de acuerdo en este asunto, podríamos comenzar a tratar de dar solución a tan acuciantes necesidades.
Respecto a las bondades de la República Constitucional basta restar a la familia Real, la familia del Presidente de la República, si es menor, saldríamos ganando, sin perder de vista, la voracidad y la periodicidad, aspectos a tener sin duda en cuenta.
Yendo más lejos, no estaría mal que nadie naciera elegido y que el poder no se heredase. Pero eso sería tanto como pedir que las reformas comenzasen no por la letra sino por la música, es decir, por la armonía social y no por el desorden demagógico y oportunista en que hemos elegido vivir.
Precisa reflexión amigo, precisa y preciosa, todo un placer.
Recibe un fraternal abrazo.
Comprobado que tu escrito es del mes de octubre pasado, quizá amigo no tengas porque creer en la coincidencia.
ResponderEliminarRecibe un fraternal abrazo.
La incitación al enlace, era solamente para corroborar el paralelismo de las imágenes; nunca esperaba la precisa y esclarecedora respuesta, que me ha hecho sonreir, sobre todo en la parte matemática de la resta. Efectivamente, un presidente, a no ser que tenga cien amantes, ha de ser menos voraz que toda una tribu de consortes con licencia para parir. Y si fuese tan desafortunado de tener cien amantes, atiéndalas con su soldada.
ResponderEliminarAgradecido por tu respuesta.
Por Dios José Alfonso..¿qué insinúas que me has plagiado???? Sería estupendo, la verdad!
ResponderEliminarEspero que ni se te pase por la imaginación que se me hubiese pasado por la imaginacion, no sé si me explico..
Efectivamente no me habría importado embarcarme en uno de tus botes para navegar el articulillo de la semana, siempre claro está dentro de un orden, porque una cosa es coger la idea y otra idear una cogida.
ResponderEliminarOcurre que el otro día, el viernes creo, nuestro amigo G. Francés se marco una entrada en la que aparecía un tiburón, a la que hice un comentario, que tú tuviste la consideración de leer y responder advirtiéndome de la coincidencia en uno de los párrafos con uno tuyo que habías mandado para el Debate. A la vista del anuncio hoy al ver el enlace, me dije, es éste, y ni corto ni perezoso copio la dirección encuentro el texto y lo comento en la creencia de que había sido publicado hoy. Sin encontrarle relación con el comentario aludido y sí con la Balsa de la Medusa, por lo que me dije, coño, pues si el otro día conecte con tu idea no me digas hoy, de ahí que empezase celebrando la feliz coincidencia. Más tarde me percate de que el enlace me remetía a un texto tuyo de octubre, y fue entonces cuando no pude menos de añadir esa pequeña maldad.
No pensé mal de ti sino de mí, porque debí fijarme en la fecha, que menos.
En una palabra, amigo, que es un placer leerte y tenerte por aquí y por allí, y es que nunca estas de más.
Me gustaría conocer el otro texto, el de la otra coincidencia, porque la verdad me sentía bien en la idea de ese mutuo compartir.
Recibe un fraternal abrazo.
Maestro!!
ResponderEliminarMe temo que siempre ha sido así...es sólo que en el siglo XX los depredadores se disfrazaron de demócratas liberales y hombres de negocios...qu...que se desviven por nuestro bienestar....,mientras la plebe juega a hacerse pasar por ciudadano. Y lo mejor de todo...¡¡la Gran Estafa es Legal!!
Maestro...¿y si fletamos un barco pirata? ;))
Un gran saludo para todos!!
Me asombra como a ti el grado de impunidad que ha alcanzado la estafa, tanto que efectivamente es legal, es decir, está protegida por la ley. Llegados a este punto no cabe sino concluir que urge restablecer la ilegalidad como medio de defensa. De lo que se deduce que me apunto a la idea, fletemos un barco pirata y naveguemos mar adentro en la procura de esa cordura que extraviamos en nombre del progreso y la libertad.
ResponderEliminarSomos más vecinos que humanos y eso no puede ser bueno.
Del apelativo de maestro colijo que me hallas aceptable como alumno, condición de la que me honro.
Recibe un fraternal abrazo
Va a tal ritmo la vida de los blogs que sé a qué artículo me refería, pero no al punto exacto de su concidencia. Lo volveré a leer. De todos modos también decía que tal artículo no había sido publicado y que no creía que lo fuese debido a su extensión. No obstante confío en que el Sr. Francés lo adapte a sus necesidades.
ResponderEliminarSe trata de un artículo políticamente inocorrecto recordando las responsabilidades de todos nosotros en la crisis.
Disculpa por el atrevimiento de pensar siquiera en alcanzar alguno de tus pensamientos.
coincidencia.
ResponderEliminarNo hay prisa César, puedo esperar, sé esperar, se debe esperar, he de esperar porque entre nosotros amigo mío no hay coincidencia, lo nuestro va más allá de la mera contingencia del coincidir, no en vano nos debemos a un universo ancestral en el que confluyen para y por el espíritu la genética geográfica y las fuerzas telúricas, unidas a la sana y vigorosa esencia de la naturaleza que nos socorre en lo corpóreo y mundano. De ahí que nuestras ideas fluyan cabales y pares en lo que ha de ser y estrambóticas en lo que es. Obrado el milagro el que las palabras de uno se prolonguen en las del otro nada tiene de excepcional, es sólo la consecuencia lógica de ese devenir al que nos debemos.
ResponderEliminarNo puedo aceptar, por tanto, la disculpa, porque no hay culpa ni otro atrevimiento que el de atribuirme una capacidad que no me reconozco y que en el fondo nos humilla a ambos, pues ni tú ni yo pensamos para ser la medida de los demás ni para que los demás se midan en nosotros, sino para tratar de expresarles a los demás de la forma más honesta lo que en realidad medimos y en esa medida lo que de nosotros pueden esperar.
Que te quiero amigo y en ese sentimiento hallo sobradas razones para respetarte y admirarte. Y que no espero sino que prevalezca en ti también ese afecto a la hora de enjuiciarme allí donde acierto y también donde yerro.
Recibe un fraternal abrazo.
Los tiburones que nos comen son en muchos casos hijos de hombres y mujeres que se ven hoy comidos. Voraces escualos adiestrados en universidades públicas y privadas para un fin concreto, hacer rentable todo cuanto tocan. Hijos predilectos de los que alardear en la cola de la plaza o del supermercado, también en los amables salones de las más selectas sociedades. Hombres y mujeres cuyos logros y ascensos son celebrados allí por donde pasan, en la medida en que cumplen a la perfección con el papel que le fue encomendado, depredar en nuestro nombre, cobrar como perros de caza la pieza del beneficio y traerlo aún babado de sangre y plomo a nuestra cuenta de resultados.
ResponderEliminarEste, Jose Alfonso, es parte del artículo en donde coincidimos, pero muy en el fondo. Le he enviado para ELDEBATE al Sr. Francés una muy larga consideración sobre las madres de los políticos, que eran tan santas como las nuestras y que éstos, los políticos, habían estudiado en iguales colegios que nosotros, etc...Todo ello repartiendo la responsabilidad de éstos en la crisis con la de los ciudadanos de todas las capas sociales.
No te aburro más. Si el Sr. Francés acierta a delimitarlo, podrás leerlo.
Saludos muy cordiales.
Será todo un placer amigo.
ResponderEliminarRecibe un fraternal abrazo.
D César!!
ResponderEliminarO sea que...los Mercados van a resultar ser unos tío liberales que visten buenos trajes, lucen lujosas joyas y conducen futuristas deportivos de alta cilindrada por sus fantásticos residenciales de cuento de hadas; follan con topmodels de superlujo…y nos dan por el culo a todos los demás cuando sienten la necesidad de incrementar su ya desorbitado patrimonio…por pura diversión, a la que ellos llaman ingeniería financiera.
Ya ve Maestro; usted instruye, César analiza...y yo espero aprender algo de una vez!!
Saludos a pares...ehhh...a ambos, claro!!
Entiendo que lo que César quiere decir amigo mío es que aquellos que capitanean los mercados son los hijos prodigio de muchas familias buenas, humildes y ahorradoras que además de tener unos fondos tienen a su servicio un espécimen de la naturaleza intelectual de su hijo que les coloca el dinero con aires de corsario.
ResponderEliminarCésar los ve devorando Ud. amigo mío disfrutando de la parte que le toca del botín y aún dice que no sabe.
De su saber forjaremos la espada.
Reciba un fraternal abrazo.
Bueno, os agrdezco vuestra benevolencia, pero llegado a este punto ya he perdido la noción de lo que he querido decir. Me fio completamente de lo que tengáis a bien interpretar!
ResponderEliminarDe todos modos os lo resumo al estilo Castelao: mexan por nos e temos que decir que chove...
Saludos muy cordiales!
Muy bonito texto, José Alfonso, y buena y ajustada la imagen y el paralelismo buscado, por más que yo crea que los Estados, en su hipertrofia megalómana,por no centrarse en lo que les hace útiles, son los principales responsables de la crisis, pero sé que es opinable. saludos bloggeros, amigo.
ResponderEliminarMás que los Estados son los gobiernos, pero eso también es opinable.
ResponderEliminarGracias por su visita y sus cariñosas palabras.
Reciba un fraternal abrazo.
La balsa de la medusa de Gericault,que tuve el placer de contemplar, ya cada vez que la vuelva a mirar ya no será igual...y tú tendrás la culpa!! :)))
ResponderEliminar"A ese naufragio se le llama crisis financiera, a la balsa, plan de rescate, y a la pesadilla del tránsito, recortes sociales."
No puedo añadir ni una palabra a lo que habeis dicho tú y los "contertúlios"
...sólo espero que-y sería un milagro-que no necesitemos más fragatas ni balsas ni siquiera ir al mar que no sea para gozar de él y deleitarnos con sus bellas puestas de sol y que eso signifique justicia social y equilibrio sin crisis...
Tú como siempre bordando con esquisitez tus entradas. Y yo poniendo un milígramo de optimismo, ya lo ves!!
Un toque de poesía, un soplo gigante de optimismo ese es el cuerpo y el alma, el alma y el cuerpo de la esperanza, eso es lo que tú pones, y eso es lo que me llena de consuelo y te he de agradecer siempre y en cualquier lugar.
ResponderEliminarGracias por tu visita y por ser así.
Recibe un fraternal abrazo.
Existe una tendencia muy generalizada, a culpar de la crisis a los bancos, a los gobiernos ..... pero creo que no es tan sencillo. Si alguien se endeuda con un piso para 40 años con una hipoteca de 1000 €, y ahora no puede pagar .... la culpa no es de Zapatero, es tuya por meterte en esa deuda loca. Creo que la sociedad entera, hemos vivido por encima de nuestras posibilidades (unos más que otros), y ahora toca adaptarse a la realidad.
ResponderEliminarEstimado Manuel, estoy de acuerdo contigo en que la culpa del precio de los pisos no fue de Zapatero, sino de Aznar y su gobierno que fueron incapaces de racionalizar los precios de un bien esencial para la gran mayoría de conciudadanos. Lo bancos, entiendo que si tienen culpa, son ellos los que ahora se quejan, aún más que le pobre hipotecados, de que el valor de los pisos es inferior al préstamo concedido. Olvidando que fueron ellos quienes obligaron al firmante del préstamo a someterse y abonar de su bolsillo una valoración hecha por una agencia especializada que certifico el valor del inmueble. Si no lo tenía, le mintió, y si lo hizo supongo que fue porque así se lo ordenaba la entidad prestataria.
ResponderEliminarPor otro lado y en referencia a la afirmación de que vivimos por encima de nuestras posibilidades, te diré que entiendo que vivimos la oportunidad y bien caro que la estamos pagando y la vamos a pagar. Una oportunidad acorde con el estado del bienestar que se nos vendía por parte de la clase política. En ese momento todos, Zapatero incluido, quisieron ser padres del milagro de vivir con desahogo. No ocurre así con la crisis de la que nadie se quiere hace responsable.
Es un placer tenerte por aquí.
Recibe un fraternal abrazo.