martes, 21 de diciembre de 2010

CRIMEN Y SOBERBIA



“Felipe González duda si hizo bien en no "volar" a la cúpula de ETA cuando tuvo ocasión.” Periódico el País, noviembre de 2010.

“Felipe González reconoce que "probablemente" hubiera "volado" a los etarras de Hipercor Barcelona si hubiera tenido la oportunidad.” Revista “Vanity Fair”, diciembre 2010.

Consuela pensar que las víctimas de ETA murieron por negarse a claudicar ante la intolerancia y el fanatismo de una banda de asesinos, y no por defender los ideales sin idea de un puñado de miserables.

Consuela saber que lo hicieron en defensa de esa democracia que sigue caracterizándose por su esencia participativa y por la fortaleza ética de su presencia, a la hora de conciliar el mayor número de voluntades en las tareas de gobierno y su firmeza en la defensa de los derechos humanos. Y no por esta farsa entre partidos y partidarios en la que hoy se debaten nuestras instituciones.

Consuela creer que lo hicieron por la idea de España concebida como la franca respuesta de una sociedad sana, abierta y plural a la legítima y necesaria idea de solidaridad entre los pueblos. Y no por esta España de la taifa y la rapiña.

Afirmo que consuela saber que todas y cada una de las miles de víctimas de ETA, no lo fueron, no lo son y no lo serán, por todos esos toscos remedos con que se disfraza hoy nuestro ideario. Soporte de idiotas en lo ideológico, nido de miserables en lo esencial y concepto discutido y discutible en lo crucial. Nada, desde luego, por lo que merezca la pena morir.

Las palabras del ex presidente Felipe González entorno a la guerra sucia, sin dejar de ser una cuenta más en el rosario de las constantes afrentas de la clase política hacia las víctimas y lo que representan, son de una gravedad intolerable, en la medida que, en la soberbia de mostrarse “decididor” mayor del Reino, las criminaliza al implicarlas en los sucios manejos de un gobierno que de ningún modo las representaba. Olvidando que ellas no jugaron a ser dioses y diablos en la criminal tarea de decidir sobre la vida de los demás, ni tomaron la justicia por su mano, ni tampoco medraron a costa de esa dialéctica entre malditos.

El ex presidente tenía en sus manos, para terminar con ETA y su entramado sociopolítico y económico, los instrumentos legales que le proporcionaba el Estado de Derecho. Sin embargo, los dejó organizarse hasta constituirse en un estado de terror dentro del terror de ese estado que a su sombra se gestaba. Tenía también en sus manos dotar a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado de los medios necesarios para mejorar su capacidad de autoprotección y eficacia en la lucha antiterrorista, y en lugar de invertir en esa necesidad, opto por engrasar las cloacas del Estado para mayo y mejor engorde de las ratas que las habitaban. Pudo no compartir gobierno con el partido que llama a los terroristas soldados vascos, sin embargo, gobernó con él todos y cada uno de esos tormentosos días de plomo y funeral de contrabando. Pudo evitar que los terroristas obtuvieran beneficios penitenciarios, es más, pudo instaurar la cadena perpetua, pero esa decisión se le antojo excesiva, no así el consentir que le propusieran impunemente la comisión de un delito. Pudo, en definitiva, ser valiente y haberse responsabilizado en su día de ese criminal error que sólo a él y a su gobierno concernía, pero prefirió ocultarlo y anotarlo sin escrúpulo alguno en el debe y el haber de la democracia y la memoria de todos aquellos que combatieron y combaten a ETA con la ley en la mano y la limpia fortaleza de su rebeldía por bandera.

6 comentarios:

  1. Duro, muy duro alegato contra quienes no han tenido agallas para enfrentarse a sus socios de gobierno, con la democracia y la sociedad en la mano, para elaborar las leyes que permitiesen acabar con aquellos problemas y reconocen que si pudieran- y tal vez pudieron y lo hicieron- utilizarían atajos criminales para acabar con los mismos problemas que nunca debieron crecer tanto que nos sangrase, del modo que nos sangra,el ojo.
    Ya comentábamos en el entierro del Ex-Presidente argentino, hace unos meses, que cuando los cirios del velatorio o los oropeles de las coronas dejan de brillar, reluce en todo su esplendor la medianía de la condición humana.

    Me reservo para enviar un arauxa a la espera de que crezca mi merlot. Falta saber a donde.

    Te envío mis deseos de felicidad, palabra usada que te hago llegar virgen e incorrupta.

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  2. Se equivoca el ex presidente de nuevo en el fondo y en la forma, seguramente las suyas, a la hora de ir reflexionando sobre asuntos que no soportan otro tratamiento que el que determina el Estado de Derecho. A él se debieron atener a la hora de combatir el terrorismo.
    Su merlot crecerá sano y limpio como al calor de sus manos.
    Agradezco tus palaba y tu cariño.
    Y renuevo mis mejores deseos para ti y tu familia en estos días de dulce nostalgia.
    Recibe un fraternal saludo.

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  3. Como gotas de agua dulce en un mar de aceite, sus palabras, José Alfonso, aun no restando injusticia, recuperan para la mirada un horizonte de imprescindible dignidad.

    Con ellas nos muestra el dolor moral que un hombre bueno sufre necesariamente ante la infamia. Más que su evidente testimonio personal, quiero ver en ellas una referencia cartográfica imprescindible contra el naufragio de una ética para la pedagogía de la regeneración.

    Sin embargo, me temo que no es en el origen de aquellos acontecimientos donde reside el oprobio. Aquellas dudas traducen un tipo de ignorancia que debió de quedar confinada a su pasado y cuyo recuerdo no debería de provocar otro sentimiento que el de dolorosa vergüenza ajena. Lo peor, creo, es que con aquel material se hayan creado los cimientos que soportan este estado de cronificada impunidad. Los protagonistas de aquellos desmanes siguen viviendo en el privilegio de su propia realidad que es nuestra ruina económica y moral. Ahora, baste de ejemplo, aquellos indignos mandatarios, que concitaron tantas esperanzas como decepciones, siguen recibiendo privilegios y agasajos de un poder económico y político connivente. Ante una justicia fantasma.

    Gracias por su testimonio.

    Un fuerte abrazo, amigo, junto con mis mejores deseos de felicidad.

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  4. Tus palabras Javier, curan, las siento derramarse en mi interior, imposible ubicarlo, como un bálsamo, porque están llenas de algo más que sentido común, sostienen el espíritu de la lucidez y el sano cariño que nos debemos en la hora de intentar conciliar nuestros sueños con la realidad y ser así lo más fielmente reales a la hora de denunciar la infamia.

    Tu diagnostico amigo, es sereno, cercano y certero, lo suscribo emocionado y te lo agradezco infinitamente.
    Recibe un fraternal abrazo, junto con mis deseos de que la alegría sea contigo y los tuyos en esta noche y en todos vuestros días.

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  5. Fantástico alegato, José Alfonso, que suscribo de pe a pa.Felipe G hace trampas hasta a su sombre. Mucha felicidad para ti y los tuyos, amigo. Se te sigue. Un abrazo.

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  6. Mil gracias por tus cariñosas palabras amigo, plenas, en la voz de tu espíritu lúcido e imaginativo.
    Mis mejores deseos para ti y para tu familia, que alegría sea siempre con vosotros.
    Recibe un fraternal abrazo.

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